Desde luego el pilón fue la gran bandera de Enrique Bonne como creador. Pero en un tiempo en que se creaban ritmos con tanta facilidad como canciones, Bonne emergió como uno de los más grandes creadores y compositores. Esta playlist es una muestra de su derroche creativo y su facilidad para componer con diferentes ritmos.

Hay que aclarar que la mayoría de composiciones de Enrique Bonne fueron completas. Es decir, música y letra. Pero en algunos casos se asoció con otros compositores para hacer un tándem, al mejor estilo de los dúos de creadores de comienzos de siglo XX en la música norteamericana o en el tango. Fruto de esas sociedades fueron títulos como Dos seres amados, junto a Toñito López. Bonne era un hombre muy musical, por lo que hizo énfasis siempre en la base rítmica, dejando que en estos casos otros se encargaran de los arreglos, adaptando sus canciones a los formatos orquestales requeridos, caso de El relojito travieso y Vuela la paloma, junto a Félix Reyna.

Por otra parte, la tan famosa canción Yo no quiero piedras en mi camino en versión de Ismael Rivera con Los Cachimbos, fue originalmente una guaracha, pero tuvo seis interpretaciones anteriores y algunas con diferentes ritmos. Se hizo como guapachá por Los Rivero, como guaracha-porro por Julio Gutiérrez, e incluso la anterior de Rivera con Cortijo y su Combo fue tocada en ritmo changüí.