Lo he dicho antes y lo mantengo. El flamenco vive en una edad de oro y vive en peligro de extinción. Los flamencos viven al borde del abismo entre la creación y la tradición. Tía Anica La Piriñaca dijo ante las cámaras de Rito y Geografia del Cante: “Con todo lo que canta Camarón, no sabe cantar por seguiriyas”. Me fui corriendo a casa para ver si era verdad y después de escuchar una cuantas seguiriyas interpretadas por José. Uno decide que sí, que sí que canta, que sí que sabe; pero no le falta razón a Tía Anica. Aquellos siguiriyeros que escuchaba Tía Anica eran otra cosa. Uno escucha a los viejos cantaores y no hay nada en el mundo que se los pueda comparar.

Y ese es el lío, que cada generación cambia la manera de percibir la música. Nos identificamos con nuestros pares, los que nos emocionan en momentos cruciales de nuestra vida. Es el caso de Camarón y Paco de Lucía, cuya influencia es tan brutal que dividió el flamenco en dos. Eso provocó que los aficionados anteriores al cataclismo se sintieran ofendidos y volvieran sus orejas hacia lo que había antes.

Hemos rescatado esta sesión donde los protagonistas son Camarón y Paco y le hemos puesto un prólogo firmado por El Cabrero.