Cuando me uní a la colectiva Adelitas Fronterizas en mi natal Ciudad Juárez (Chihuahua, México), me di cuenta de que la mayoría de nosotras teníamos pocos discos de mujeres y que yo apenas podía nombrar diez álbumes de mujeres entre mis favoritos. A partir de ese momento, me interesé en formar una colección de música hecha por mujeres o con la participación de ellas.  

Una parte de mi colección está compuesta por regalos de personas que saben de mi interés y que obtienen por herencia de familia o porque alguien se deshizo de esa reliquia familiar que para ellos carece de valor y entonces llega a nuestras manos. Me emocionan en especial esas voces que no forman parte del ‘mainstream’ ya que los registros fuera de la industria angloparlante son escasos. En el mundo de la música se estima que el porcentaje de mujeres es de un 30%[1], esta estadística se reduce aún más si hablamos de producciones no pertenecientes a Estados Unidos, y disminuye todavía más cuando hablamos de personas racializadas o que provienen de países vulnerables.  

En este contexto, mi objetivo es encontrar producciones de mujeres, joyas musicales de la década de los 60, 70 y 80 que existieron, pero que la misma industria y las circunstancias históricas han invisibilizado, pues algunas de estas piezas, no se encuentran en plataformas digitales que hoy en día son muy populares. Aunque en la actualidad se nos ha facilitado escuchar música a través de estos servicios, mi trabajo como una pinchadiscos es hallar canciones que difícilmente han sonado antes.  

El presente playlist es una curaduría donde escucharán soul, funk, afrobeat y psicodelia, todo creado por mujeres o con la participación ellas y de personas asumidas como mujeres. De diversas nacionalidades como sudafricanas, nigerianas, brasileñas, colombianas, japonesas, Afro-Aleman-Caribeño, mexicoamericanas (chicanas), por ejemplo, como en el caso de Jakie Shane una mujer afrodescendiente trans, cantante de soul nacida en Estados Unidos en la década de los 60. Cada vez que la aguja recorre el surco del disco trae consigo la vibración y ondas de sonido que el vinilo atrapó en otra época, la cual sigue siendo en muchos aspectos muy similar a nuestro entorno. Comparto este set con los hallazgos que más me han agitado el corazón y que me han hecho pensar tanto en la representación como en la presencia de las mujeres en la cultura musical. Espero lo disfruten conmigo. Dedico este set a Gal Costa quien falleció justo después de que termine de grabar este set donde incluye su hermosa voz.