Marvin ya había lanzado duetos con Kim Weston y Mary Wells cuando los productores de Motown recordaron que tenían una grabación congelada, Ain’t no mountain high enough, interpretada por un fichaje casi olvidado: la vocalista Tammi Terrell. Convencieron a Marvin para que cantara sobre la toma inicial y la combinación adquirió temperatura volcánica. Fue éxito grande en 1967 y ha conservado su gancho: todavía funciona en películas y anuncios (recuerden aquella campaña de Movistar en 1999).
Los siguientes discos de la pareja ofrecían un festival de dicha, un torrente de piropos: “el cielo te debe haber enviado desde allá arriba”. La naturaleza explosiva del repertorio escondía que los protagonistas eran gente muy traumatizada. Marvin había huido de su padre, un predicador sádico; casado con Anne Gordy, hermana del capo de Motown, vivía una sexualidad tortuosa. Tammi, que en 1967 tenía 22 años, había sobrevivido a relaciones infernales con hombres casados y violentos: James Brown y David Ruffin, cantante de los Temptations.
Aseguran que no hubo idilio entre Marvin y Tammi; el trato tendía a lo fraternal. Sin embargo, el buen rollo duraría poco: en octubre de 1967, actuando con Marvin, Tammi se desmayó. Fue diagnosticado un tumor cerebral. Acababan de publicar su primer LP conjunto, United. Pero Motown quería más: el segundo álbum, You’re all I need to get by (1968), se grabó aprovechando los intervalos entre las muchas operaciones que sufrió Tammi. Para el tercero, Easy (1969), ya estaba muy mal: secretamente, fue sustituida en muchos temas por Valerie Simpson, que era coautora de buena parte del material (se asume que Valerie es la voz femenina al menos en los cortes 12, 13, 14, 15 y 16 aquí incluidos).
La Simpson ha negado esa suplantación pero Marvin confesó que se hizo así. El sentimiento de culpa por semejante paripé le abrumó: abandonó las giras, decidió dejar de fingir en su música. Accedió a las exigencias de la empresa, no solo por su integración en la familia Gordy: se supone que el dinero generado por los nuevos discos ayudaba a pagar el caro tratamiento de su amiga.
Aquello no se hizo bien. Cuando Tammi murió, en 1970, su madre pidió que Marvin hablara en el funeral pero prohibió la entrada al personal de Motown. Gaye superó la depresión trabajando en lo que sería su rotundo disco de emancipación, What’s going on (1971). Ya conocen su vida posterior, marcada por asombrosos altibajos. Hasta que chocó con sus viejos demonios: su padre le mató a tiros en 1984. Nadie fue capaz de escribir una canción al respecto.
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