Un programa de José Fajardo
Podría haber hecho un disco repleto de “Guantanameras”; podría haber aprovechado el hype de su irrupción en 2018; podría haber buscado un carácter más instantáneo. Pero Guitarricadelafuente se tomó su tiempo no solo para preparar su álbum debut, sino para firmar un manual que sea trascendente para él, pero también para los demás, sin depender de derivas comerciales ni oportunismos industriales.
Si bien los números de Álvaro Lafuente son absolutamente bestiales, con millones de reproducciones en absolutamente todos sus singles; lo cierto es que “La Cantera” es prácticamente un tratado de folclore experimental, de canción minimalista, de performance sonora. Boicoteándose sin boicotearse, siempre con sus raíces (concretamente las Cuevas de Cañart, en Teruel) como punto de conexión y de apoyo, Guitarricadelafuente se presenta casi como una suerte de neo-Labordeta, aunque con mayor vocación de penetración en los circuitos comerciales.
Con “La Cantera”, apela a convertirse en un artista respetado por la crítica, con un álbum especialmente arriesgado y kamikaze en muchas de las canciones; aunque no está exento de canciones de pegada evidente, como puede ser el caso de “Caballito”, “Ya mi mama me decía”, “Quien encendió la luz”, “Flor de caramelo” o “La Filipina”, sus acercamientos más evidente a los ritmos de rumba y de canción popular española.
Pero es en su facción más experimental, en canciones como “Mil y una noches”, “Amanita”, “Antes de que quieras olvidar”, “La Algarabía” o “A carta cabal”, por ejemplo, en donde Guitarricadelafuente define su identidad mixta: de deconstructor de canciones, de alternativa futurista para la supervivencia de la canción popular y de reconstructor del sonido de la guitarra.
Alan Queipo.
Si bien los números de Álvaro Lafuente son absolutamente bestiales, con millones de reproducciones en absolutamente todos sus singles; lo cierto es que “La Cantera” es prácticamente un tratado de folclore experimental, de canción minimalista, de performance sonora. Boicoteándose sin boicotearse, siempre con sus raíces (concretamente las Cuevas de Cañart, en Teruel) como punto de conexión y de apoyo, Guitarricadelafuente se presenta casi como una suerte de neo-Labordeta, aunque con mayor vocación de penetración en los circuitos comerciales.
Con “La Cantera”, apela a convertirse en un artista respetado por la crítica, con un álbum especialmente arriesgado y kamikaze en muchas de las canciones; aunque no está exento de canciones de pegada evidente, como puede ser el caso de “Caballito”, “Ya mi mama me decía”, “Quien encendió la luz”, “Flor de caramelo” o “La Filipina”, sus acercamientos más evidente a los ritmos de rumba y de canción popular española.
Pero es en su facción más experimental, en canciones como “Mil y una noches”, “Amanita”, “Antes de que quieras olvidar”, “La Algarabía” o “A carta cabal”, por ejemplo, en donde Guitarricadelafuente define su identidad mixta: de deconstructor de canciones, de alternativa futurista para la supervivencia de la canción popular y de reconstructor del sonido de la guitarra.
Alan Queipo.
Playlist
1. Guitarricadelafuente - Mil y una noches
2. Guitarricadelafuente - Quién encendió la luz
3. Guitarricadelafuente - La Algarabía
4. Guitarricadelafuente - Caballito
5. Guitarricadelafuente - Ya mi mama me decía
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