Mientras el productor alemán Ian Pooley lamenta estar atrapado solo en su casa, Blossom Dearie desafía las reglas invitándonos a su pequeño apartamento. El joven francés Lewis Ofman está bailando en su propia actitud, como ese funky jamaicano de los 70 que LOI llama Body Contact. En otros lugares, el cantante Mathieu Boogaerts aprovecha el tiempo haciendo un poco de bricolaje, mientras que Toro y Moi declaran su cama como su nueva dirección. La olvidada vocalista napolitana Donatella Viggiano canta desde su balcón, como el productor sueco de house HNNY se mantiene optimista y nos levanta el ánimo.
De vuelta a Estados Unidos, el veterano del soul Swamp Dogg se siente muy solo, y en Haití Fedia Laguerre se pone a bailar a pesar de estar separada de su familia. Sin embargo, una solución podría estar en camino, gracias a una congregación internacional de investigadores dirigido por los raperos belgas Blackwave, que pueden haber encontrado El Antídoto. Eso si, esperamos que este llegue del sur de Francia con la cantante Laure Briard, detenida en el mar. Los chicos del grupo funk The Sylvers prefieren no correr ningún riesgo, diciendo Aléjate de Mí, mientras que en las afueras de París, los raperos 113 salen a las calles vacías y se declaran Les Princes de La Ville.
En el régimen de aislamiento de su casa de Piedmont, el discreto cantante italiano Andrea Laszlo de Simone habla de las infinitas posibilidades del universo con la esperanza de un mañana mejor. La estrella del pop francés Françoise Hardy, se va al otro extremo y piensa que la soledad es mejor emborrachándose con soul, mientras que, por último, a el otro extremo del globo, El Gran Sampa usa su magia hechicera para ayudar a curar un mundo en cuarentena.
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