No queremos guerra. Eso está claro. No queremos muertes, ni bombardeos, ni invasiones, ni ver a los niños huyendo de su hogar. Es demasiado. Basta ya.

Esta playlist está conformada por canciones que me han conmovido mientras veo las noticias y trato de enviar alguna ayuda a los refugiados (“Sometimes I’m the one to know what it means to care about the things you want to do” - A veces soy yo quien sabe lo que significa preocuparse por las cosas que quieres hacer-, como canta Beach Fossils).

Esta es una selección de temas para una época muy dura, marcada por un sinfín de catástrofes humanas, de tragedias que tienen que parar. Como dice Marianne Faithfull: “Please don’t take Jasmine away and leave me alone” (Por favor, no te lleves a Jasmine y déjame en paz). O como clama Pehuenche: “Pido un momento en esa esquina. Mis sentimientos se han hecho heridas”.

Marguerite Yourcenar decía: “La música me transporta a un mundo donde el dolor sigue existiendo, pero se ensancha, se serena, se hace a la vez más quieto y más profundo”. Y es verdad. No hay mejor refugio que la música para sobrellevar todas las penas y el dolor.