He de reconocer que iba a afrontar esta batalla con el colmillo afilado, pero ha sido escuchar a mi güerito Don Alan Queipo a la distancia, con esa vocecita suya que parece un arrullo, y me ha desarmado. Eso, o que el sopor del verano me dejó adormecido. Acepto entonces la tregua, que sirva este intercambio de cañonazos musicales no como una batalla sino como una panorámica de la música que está por venir en el nuevo curso escolar que recién empieza. Por mi parte, voy con una selección de novedades de los nombres punteros entre las tendencias que para mí marcan el paso de la música contemporánea en Iberoamérica: los ritmos del Pacífico colombiano a cargo de Plu con Pla con el poso electrónico de El Búho; la música de baile como plataforma de agitación encarnada por el Instituto Mexicano del Sonido (aquí junto a Las Dianas); nos quedamos en México con el r&b y pop vanguardista de Nicole Horts, los corridos tumbados de Natanael Cano junto a Omy de Oro o la electrónica de Murcof, uno de los cerebros detrás del Nortec Collective; en la frontera antes proscrita pero cada vez más invisible que separa el flamenco de sonidos que triunfan entre la juventud como el trap y el reggaetón me quedo con Samueliyo Baby, quien aún no llega a la mayoría de edad, y además elijo a dos artistas como Ikram Bouloum y Aiman Jr llamados a liderar la escena subterránea de los migrantes de segunda generación en España desde Marruecos y otros países del África subsahariana. Por último, voy con las rimas contundentes del argentino Trueno y los paisajes electrónicos del productor valenciano AFFKT que imaginan un universo post pandémico.
He de reconocer que iba a afrontar esta batalla con el colmillo afilado, pero ha sido escuchar a mi güerito Don Alan Queipo a la distancia, con esa vocecita suya que parece un arrullo, y me ha desarmado. Eso, o que el sopor del verano me dejó adormecido. Acepto entonces la tregua, que sirva este intercambio de cañonazos musicales no como una batalla sino como una panorámica de la música que está por venir en el nuevo curso escolar que recién empieza. Por mi parte, voy con una selección de novedades de los nombres punteros entre las tendencias que para mí marcan el paso de la música contemporánea en Iberoamérica: los ritmos del Pacífico colombiano a cargo de Plu con Pla con el poso electrónico de El Búho; la música de baile como plataforma de agitación encarnada por el Instituto Mexicano del Sonido (aquí junto a Las Dianas); nos quedamos en México con el r&b y pop vanguardista de Nicole Horts, los corridos tumbados de Natanael Cano junto a Omy de Oro o la electrónica de Murcof, uno de los cerebros detrás del Nortec Collective; en la frontera antes proscrita pero cada vez más invisible que separa el flamenco de sonidos que triunfan entre la juventud como el trap y el reggaetón me quedo con Samueliyo Baby, quien aún no llega a la mayoría de edad, y además elijo a dos artistas como Ikram Bouloum y Aiman Jr llamados a liderar la escena subterránea de los migrantes de segunda generación en España desde Marruecos y otros países del África subsahariana. Por último, voy con las rimas contundentes del argentino Trueno y los paisajes electrónicos del productor valenciano AFFKT que imaginan un universo post pandémico.
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