El proyecto de Ghost Funk Orchestra que pareciera, simple y llanamente, un misterio es una idea del compositor y multiinstrumentista Seth Applebaum. Lo que empezó siendo un proyecto de una sola persona ocupa ahora a diez músicos. Salsa, psicodelia, soul y cien esencias más conviven en una producción detallista, sucia y conmovedora. Ese caleidoscopio sonoro con el que las especificaciones de género musical se hacen añicos es lo que nos hace tomarnos muy en serio el presente y futuro inmediato de GFO.