A menos de cien millas tierra adentro más allá de Lima se encuentra la gran selva peruana, una tierra indómita de bosques impenetrables y ríos sinuosos e interminables. Con la llegada de la electricidad, una nueva generación de jóvenes músicos empezó a enchufar sus guitarras y cambiar sus acordeones por sintetizadores: nació la cumbia amazónica. Impulsada por ritmos rápidos de timbales, líneas de guitarras de trepidantes agudos eléctricos, y bañada en toques brillantes de órgano, la cumbia amazónica era como un primo lejano hiperactivo de la música surf inspirada en una fiesta de baile que duraba toda la noche en el corazón de la bosque. Las estaciones de radio en Lima desconocían los nuevos sonidos eléctricos que emanaban de la selva, pero un puñado de productores discográficos pioneros se aventuraron por los pasos de montaña a las ciudades de Tarapoto, Moyobamba, Pucallpa, e incluso a Iquitos, ciudad a la que solo se puede llegar por barco o avión. y atrajo a decenas de bandas a los estudios de grabación de la capital para grabar sus mejores temas. 

Con dieciocho pistas de algunos de los más grandes nombres de la cumbia amazónica, Perú Selvatico es tanto la banda sonora improbable de una fiesta en la playa a orillas del Amazonas como un safari psicodélico hacia los misterios selváticos de la selva peruana.