Y a menor escala, cualquiera de nosotros, impíos mortales, pensamos que nuestros pensamientos vacuos e imágenes simples deben ser mostradas en redes de contactos infinitos, esperando que alguien, en otra galaxia digital, descubra nuestro talento y altitud de pensamiento. Luego están aquellos que son incapaces de crear ni un simple huevo frito so pena de estar imitando conductas mortales.
¡Menos mal que a DJ Andy Grey no le ronda ninguna de estas oscuras torturas! En este nuevo capítulo de Don’t Kill My Vibes se muestra impune con los que huyen de las comparaciones, haciendo uso de músicas dispares pero con un denominador común: hacerte bailar hasta que se te quiten las pesadillas provocadas por ese dichosoVemödalen.
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