Tina no necesita otro héroe
Tina es mucha Tina y nadie ha podido llegarle nunca a la suela de sus tacones.
Eléctrica, energética, sensual, voluptuosa y con unas minifaldas que solo pueden permitirse unas piernas inmejorables, sale Tina Turner al escenario, comienza a cantar con rítmicos movimientos y entonces la luz se hace y aparece la más rutilante estrella: Tina, The Best.
Hace dos meses ha cumplido 75 años el ciclón que se adelantó a la moda del “animal print”. Vive en su mansión suiza tranquila y se ha nacionalizado en ese país. El icono americano y vendaval del rock marca sus pasos con la regularidad de un reloj de lujo.
Salió en James Bond cantando con un escote de vértigo y colocó la canción entre las de más éxito de la historia. A lo largo de su carrera con 140 millones de copias las vendidas, ha recibido todos los premios, porque Tina es mucha Tina y nadie ha podido llegarle nunca a la suela de sus tacones. Mientras de jovencita apostaba por el pelo largo y liso -muy años 60-, con la separación de su marido y el inicio de su carrera en solitario, Tina se decantó por la melena cardada, aleonada y selvática como ella misma y sus canciones. Era toda una declaración de intenciones.
Budista convencida, su vida como la de casi todos nosotros, no fue siempre un camino de rosas. Su unión con Ike Turner con el que compartió vida y escenario pero fue un infierno de golpes sobre la cara y el cuerpo de la magnífica Tina.
Cuando tuvo el valor de abandonarlo, inició su carrera en solitario en 1974, y tras sortear tiempos difíciles, en los que debió actuar en cabarets y precarios locales nocturnos y momentos en los que incluso se vio obligada a recurrir a la ayuda social, la intérprete conoció al australiano Roger Davis, quien recuperó, rediseñó y relanzó su imagen.
A principios de los 80, Tina volvió a los escenarios, abrió los conciertos de The Rolling Stones y Rod Stewart, y grabó junto con Heaven 17 una versión de Ball of confusion; con tal éxito que de inmediato surgió un contrato con Capitol.
What’s love got to do with it, incluido en el disco Private dancer, vendió 11 millones de copias en el mundo. Better be good to me se tradujo en tres Premios Grammy.
El éxito continuó en el siguiente año y la artista se mantuvo en lo más alto gracias al tema We don’t need another hero, corte principal del largometraje Mad Max, protagonizado por Mel Gibson. En 1986 fue el éxito total con el álbum Break Every Rule, producido por Mark Knopfler, guitarrista de Dire Straits, al que se le sumó la exitosa recopilación Simply The Best.
La cantante de rock-soul femenina más dinámica y enorme en la historia de la música, Anna Mae Bullock, más conocida por su nombre artístico Tina Turner, ha tenido una carrera que ha durado más de medio siglo. Comenzó a mediados de los 50’s, cuenta en su haber con 8 premios Grammy, y con unas ventas que le permiten vivir en Suiza tranquila y sosegada como un lago suizo. ¡Quién lo diría!
Crazy for Tina. Y en mi santoral.