Matt Dillon y Gladys Palmera.

Los dos actores han presentado sendas películas sobre sus pasiones musicales en el festival de cine de San Sebastián. Ya sabíamos de la pasión por la música arrebatada de Johnny Depp, nos lo contaron Taraf de Haiduks en Rumanía: Johnny nos dio una fiesta en Los Ángeles… los puntos suspensivos se acompañaban de movimientos urgentes de las manos para describir el tamaño del sarao. Johnny Depp ha producido la película Crock of Gold: A few rounds with Shane MacGowan, dirigida por Julien Temple y dedicada a la destartalada vida del cantante y fundador del grupo punk irlandés The Pogues.

Matt Dillon pasó por la colección Gladys Palmera antes de finalizar su película sobre El Gran Fellove. Un artista cubano que siempre ha sido difícil de encasillar porque abandonó la isla en el momento de máximo esplendor de la música cubana (los años 50) con el nacimiento del feeling, las descargas, el aterrizaje del rock and roll y el punto álgido de artistas como Benny Moré, Pacho Alonso, Bebo Valdés, Cachao, Rolando Laserie, las primeras grabaciones de Las D’Aida, Celeste Mendoza, Freddy, La Lupe, Celia Cruz y centenares de artistas de primera magnitud con orquestas, septetos, sonoras, combos y charangas de todas las clases.  

¿Hay alguna conexión entre Matt y Johnny entre el punk irlandés y el soul afrocubano de Fellove? Sigan leyendo y escuchen la playlist (sesión DJ) adjunta.

En 1981 llegó el penúltimo grito punk a España gracias a una canción que pinchaba insistentemente Jesús Ordovás en la recién nacida Radio 3: Ayatolah no me Toques la Pirola de los Siniestro Total. Los ayatolahs habían derrocado al Sha de Persia y eso era algo que preocupaba a la modernidad reinante y quedó plasmada en el segundo largometraje de Pedro Almodóvar, Laberinto de Pasiones (1982). Sin embargo uno siempre se quedaba encajado en otro verso: No me gusta la rumba y el jazz. Otro cualquiera se hubiera sentido ofendido pero nunca me lo tomé como algo personal, aunque mis prioridades en aquellos momentos eran precisamente la rumba y el jazz. De hecho luego desarrollé una amistad intermitente con Julián Hernández (de Siniestro Total), con el que había coincidido en el Johnny y al que una noche atisbé en una borrachera de corte nacionalista envuelto con bandera y gaita. Ni peor ni mejor que las monumentales cogorzas que se pillaban los opositores a la administración del Estado cada sábado.

Antes del aterrizaje del punk había poca cosa (daré la nueva ola y/o “movida madrileña” por reconocida). Estaba el rock duro con la vieja guardia, y la nueva (con Leño) a los que ningún periódico hacía caso para mosqueo de los muy heavys. La música entonces estaba llena de gaiteros aunque los que lo petaban en el Johnny eran Gwendal que iban con violín.

Yo no podía entender cómo habiendo escuchado Veneno en Onda 2 y viviendo en el centro del universo musical madrileño (el Johnny) nunca habíamos visto en directo a Veneno. Así que nos apuntamos a cualquier movida protagonizada por Kiko Veneno, Pata Negra o Camarón. Nos dieron las uvas Esperando a Godot (saludos a los fans de Samuel Beckett) pero fuimos perseverantes y conseguimos ver a unos memorables Pata Negra en el Johnny (y en un festival de jazz con división de opiniones) ambos fueron conciertos increíbles. Tuvimos que esperar a Santiago Auserón y a 1992 para escuchar a Kiko Veneno “Echarse un cantecito” con el sonido “guapeao”, pero la pena fue peor y más grande, ya no estaba Camarón.

-Ehh, psss, ehhh, tú ¿esto no iba de punkis y de gaitas?

Un día descubrimos a los Pogues, estaban liderados por Shane MacGowan, un cantante borracho y maldentado que descubrió que los Sex Pistols iban vestidos como putos y sucios irlandeses borrachos. Shane decidió dedicarse al asunto, con el especial ahínco en lo alcohólico. Nunca habíamos oído cantar canciones irlandesas con esa actitud. Y lo de la actitud es algo imprescindible en el punk. Shane había estado envuelto en drogas, alcohol y canciones de taberna desde que era un niño. Le internaron:  Salí del manicomio y la primera banda que fui a ver fueron los Sex Pistols. De hecho Shane fue el “culpable” de la irresistible ascensión de los Clash cuando en 1976 captó la atención del periodista Barry Miles en la edición de noviembre del New Musical Express (NME) cuando bailaba ensangrentado las canciones de los Clash.

Cuenta Santi Camuñas que una noche de recogida en el Agapo se encontró a un tipo malencarado, borracho y aturdido que resultó ser Shane MacGowan que tocaba al día siguiente en Madrid y estaba reconociendo la ciudad. Otra noche Santi programó a Pata Negra en el Agapo, me acerqué por si hacía falta ayuda moral. Nunca había escuchado ni una miaja de flamenco en el local más rockista de Madrid. Cuando llegué, ni siquiera pude ver la puerta del local, la calle estaba atiborrada de un personal del dedije que era tan aficionado como yo a mí sacar al flamenco de contexto. Aquel día Santi Agapo pensó que había que pillar un local más grande. Y nació la sala Revolver y después los lunes flamencos.

LA CONEXIÓN AUSTRALIANA

And the Band Played Waltzing Matilda no es una canción tradicional, fue escrita por el cantautor australiano Eric Bogle en 1971. Es una canción antibelicista que relata la desesperación de un soldado que ha perdido las piernas durante la campaña de Gallipoli de la Primera Guerra Mundial. La canción incorpora la melodía y algunas líneas de la letra de la canción de 1895 Waltzing Matilda (propuesta como himno de Australia) escrita por el poeta Banjo Paterson. Ambas canciones pasan por ser tradicionales porque han trascendido a un nivel superior, la cantan en muchos bares y tabernas.

MacGowan es el autor de The Sick Bed of Cuchulainn, que narra algunos episodios de Frank Ryan que encabezó a doscientos irlandeses dispuestos a salvar la República española del asedio de Franco. Es la canción que abre el segundo album de The Pogues, Rum, Sodomy & The Lash, producido por Elvis Costello que poco más tarde se casó con la bajista de la banda. El disco es uno de los favoritos de Tom Waits, es un álbum repleto de canciones para ir a entonar a la taberna de El Hombre Tranquilo.

THE CLASH Y THE POGUES

Nunca escuché a los Pogues ni en La Vía Lactea ni en el Agapo. Kike Turmix (DJ en ambas cabinas) pasó del punk y el soul al garaje sueco y dejaba muy pocas grietas a todo lo demás. Pero Joe Strummer visitaba a menudo Madrid y Granada. La Vía Láctea era uno de sus favoritos

-Oye ¿ese no es Joe Strummer?  
-Ni idea yo solo tengo el London Calling y no se le ve el careto. 

Joe Strummer y Shane MacGowan se hicieron amigos y Joe llegó a sustituir a Shane cuando los Pogues le expulsaron del grupo. En 1991 produjo Hell’s Ditch (la cuneta del infierno); en Lorca’s Novena aparece el cadáver del poeta hablando con su amigo el torero Ignacio Sánchez Mejías. La canción que da título al disco se refiere al periodo en que el dramaturgo y escritor francés Jean Genet se prostituía y vivía malamente en Barcelona en los años 30.

La película de Johnny Depp sobre Shane McGowan ha ganado uno de los premios del jurado del festival de San Sebastian y la de Matt Dillon ha obtenido elogiosos comentarios de sus primeros espectadores ¿alguna conexión más?

El mayor éxito de los Pogues (y de MacGowan) fue Fairytale of New York, interpretada junto a Kirsty MacColl (hija del compositor de Dirty Old Town). En el video un policía detiene a Shane MacGowan y lo mete en un calabozo. El “poli” es Matt Dillon.

Abrimos la taberna galáctica para Shane Mcgowan, pionero del punk y veterano de whisky. Un pirata "maldentado" al que saludamos con una ración de Pata Negra. Shane dialoga con Ignacio Sánchez Mejías en Lorca's Novena; por delante Baladilla de los Tres Ríos y por detrás Bodas de Sangre. Shane fue descubierto bailando ensangrentado, en un concierto de los Clash y Joe Strummer le llegó a sustituir al frente de los Pogues. Un punk es un tipo desafiante pero nunca tanto como El Watusi de Ray Barretto (grande y feo).

El punk hispánico gritó "Ayatolah no me toques la pirola" con Siniestro Total, que patentó el verso "no me gusta, la rumba y el jazz". Algo perfectamente compatible en esta taberna con El Gran Fellove. ¿Podemos mezclar gaitas irlandesas y ritmos afrocubanos? Rubén Blades puede. ¿Un flamenco puede cantar corridos mexicanos? Eso es de primero de mestizaje Juan Charrasqueado. Down in the Ground Where The dead man go", o sea "ahí abajo donde van los muertos"; esa es una de las traducciones, aunque seguro que en la barra del bar conocen otros coros. "Todo lo que me gusta es ilegal, es inmoral o engorda". Down in the Hole sin Tom Waits.

Pata Negra es el grupo de los hermanos Amador formado por Rafael y Raimundo tras la disolución de Veneno, que fue un grupo hippie y punk al mismo tiempo. No hay palabras para describir los estilos abordados por una banda que nunca ofreció dos conciertos iguales, ni parecidos. Un día les preguntaron antes de un concierto en Madrid:
-¿Vuestro público es incondicional?
-Qué vaaa. Nuestro público es condicional.
-Eeeeeeeextraterrestre, vente aquí con nosotros y ponte morao "deste" moyate de Umbrete (Juan El Camas).  

¡Salud!  
(dedicado a la memoria de Rafa Notario)

Playlist

1. Pata Negra - Pata Palo
00:00:12
2. The Pogues - Dirty Old Town
00:04:15
3. Pata Negra & Jorge Pardo - Ratitas Divinas
00:07:56
4. The Pogues - The Band Plays Waltzing Matilda
00:11:40
5. Pata Negra & Mercedes Sosa - Baladilla de los Tres Ríos
00:19:47
6. The Pogues - Lorca's Novena
00:22:51
7. Pata Negra - Bodas de Sangre
00:27:06
8. The Pogues & Joe Strummer - London Calling
00:30:08
9. El Gran Fellove - Watusi
00:33:33
10. Siniestro Total - Ayatolah (fragmento y coro)
00:35:55
11. El Gran Fellove - Te lo Dije Mulato
00:36:26
12. El Gran Fellove - Baila mi Rumba
00:36:36
13. Rubén Blades - Primogenio
00:39:09
14. The Pogues - The Sick Bed of Cuchulainn
00:42:52
15. Pata Negra - Juan Charrasqueado
00:45:42
16. The Pogues - Down in the Ground Where The Dead Man Go
00:48:58
17. Pata Negra - Todo lo que me Gusta es Ilegal (fragmento)
00:52:11
18. La banda de Tom Waits - Way Down in the Hole (ráfaga)
00:53:24
19. Pata Negra con Juan El Camas - Bulerías de Juan El Camas
00:54:02

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