© Havana World Music

 

Cuando hace unos años cuatro amigos de La Habana se plantearon crear un festival para jóvenes, al aire libre en plena capital cubana, muchos debieron pensar que estaban bajo el influjo de Saturno, con una especie de locura que los enajenaba ante la complejidad de armar un evento que, incluso contando con medios y experiencia, supone un auténtico reto para cualquier mortal. De entrada, asumieron las limitaciones técnicas y pensaron que las barreras en las comunicaciones no eran sino un estímulo para lanzarse a la arena. Así lo contaba una de las fundadoras del festival, Eme Alfonso: “nosotros no tenemos ese acceso a internet, diario y fácil, que predomina en el resto del mundo y se nos hace muy complicado a la juventud encontrar cosas interesantes y poder abrir la paleta de colores sonora.

Y es que mientras muchos comienzan con el qué y el cómo, ellos empezaron en el porqué. Y el tiempo les ha dado la razón, esta edición Havana World Music cumple 5 años, gracias a la implicación de muchos músicos y a las ganas de los organizadores, que suplen tantas veces la escasez de recursos. El pasado año 13.000 almas pudieron bailar y conectarse con una propuesta musical, que giran entorno a una identidad clara (¡qué importante es el porqué!): traer las culturas del mundo a través de lenguajes modernos.

 

Esta edición se celebra los días 22, 23 y 24 de marzo y contará con un cartel del que pueden sacar pecho: destaca el regreso de los Orishas, niños pródigos de Cuba, a su ciudad después de 9 años sin tocar en directo. Se harán acompañar por la mestiza Marinah, los sonidos africanos de Gato Preto y la cubanía de Interactivo, un proyecto liderado por el pianista Roberto Carcassens.

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