© Ricardo Cases
Niño de Elche ha renunciado a su nombre artístico a los 65 años. La pasada semana estrenó en la Gran Vía de Madrid la tercera parte de su polémica “Antología del Cante Flamenco Heterodoxo” en la que aborda cantes de Pitingo y los Gipsy Kings. La edición consta de diez discos de pizarra, el formato de moda en nuestros días.

Madrid 5 de marzo 2050

Un grupo de viejos ataviados para celebrar “el 6 de marzo, el día del Nota” se manifestaron en la puerta del teatro y entregaron al cronista, una crítica escrita hace 32 años con ocasión de la presentación de la primera antología del cantaor de Elche.

En la redacción de Radio Gladys Palmera consideramos que el documento es interesante para el futuro y el pasado del flamenco en este año (2050) y que, dado que el cronista José Manuel Gómez Gufi tiene una edad y se fue a dormir… no tenemos más remedio que completar el reportaje con la crónica que le entregó un “Nota” en las puertas del teatro.

La pasada noche El Artista Antes Conocido Como Niño de Elche presentó en el Teatro Lope de Vega de Madrid su Tercera Antología del Cante Flamenco Heterodoxo una serie que se ha presentado en 10 discos de pizarra, un formato de gran popularidad en nuestros días desde que fuera reeditada en este formato la primera antología de este artista lanzada en el año 2018. Como recordarán los lectores, los discos de pizarra y los gramófonos de manivela se pusieron de moda durante el colapso eléctrico del 2033 que borró todos los archivos electrónicos del mundo mundial.

Durante “la larga noche del 33” una ingeniera de Guadalajara patentó el Gramófono Accionado por Tracción Humana (conocido como GRACTRAHÁ), popularizado por los grandes éxitos de aquel año: la jota titulada Trae pa’ca el gractrajá, el chotis: Dale a la manivela, el bolero Besos de pizarra o el fox-trot Te cruje la voz).

Al lío:

Francisco Contreras ha cumplido 65 años y ya debería saber que aparecer sobre el escenario con una hora de retraso sobre la hora anunciada es una temeridad en la víspera de “El día del Nota”. Hace décadas que el 6 de marzo se celebra en honor del “Nota” (The Dude’s Day en inglés) personaje de la película El gran Lebowski (1). Desde entonces se ha instaurado “la semana nada trágica” por la acumulación de acontecimientos ya que el día 8 se celebra la festividad de la mujer (en recuerdo de los tiempos oscuros), dos días después de que miles de varones aparezcan por las calles ataviados con ropas descuidadas con una copa en la mano susurrando Take it easy o Tranqui tío a los viandantes.

Delante del Teatro, media docena de nonagenarios ataviados a la manera de “El Nota” y que parecían huidos de un geriátrico, se manifestaron entonando jacarandosas coplas dedicadas al heterodoxo antólogo flamenco y reprochando al cantaor algunas cuestiones: “La infame versión que ha realizado del Hotel California de los Gipsy Kings sin ventilador y sin gracia”. También se mostraron indignados “por la inclusión en la antología de Pitingo con Suavemente me mata con su canción.” “Tú sí que nos matas, Paco”, dijo con tono de familiaridad uno de los veteranos. Otro de los manifestantes sufrió un achaque leve mientras sus compañeros le susurraban el Tú tranquilo y le ofrecían pastillas de todos los colores.

Las emergencias llegaron diligentes y todo quedó en un susto. Una patrulla municipal instó a los “Notas” a disolverse y volver al geriátrico, cosa que hicieron lentamente y con evidente dificultad. Entre tanto, el público agolpado en las puertas del teatro pudo -por fin- acceder a sus butacas.

 

Francisco Contreras apareció en el escenario en chandal y tardó varios minutos en bajárselo y otros tantos minutos en ponerse los pantalones planchados que portaba Raúl Cantizano. Como la perfomance se prolongó durante un rato largo, el cronista se fue a dormir, lo que pueden leer a continuación es lo que, parece ser, una crónica de la presentación de la primera Antología del Cante Flamenco Heterodoxo en el año 2018, conocida en el transcurrir de los años como “la verdadera antología heterodoxa.” Un documento que me metió en el bolsillo algún “Nota”.

Un sinsentido y una contradicción

© Redes Sociales SON Estrella Galicia

 

Niño De Elche, voz y guitarra. Raúl Cantizano, guitarras. Susana Hernandez, electrónica, castañuelas, teclados, loops, etc. 5 de marzo 2018. Teatro Lope de Vega. Madrid

Presentación por todo lo alto de una de las banderas de la heterodoxia flamenca, pocos o muy pocos representantes de la cosa flamenca; ausentes los ortodoxos, había algunos “heterodoxos” mosqueados por el retraso y porque el tercio de cerveza patrocinadora del acto estaba a nueve euros (al menos eso es lo que dijeron los que se iban al bar del lado de fuera).

A mí la antología que ha hecho el Niño me gusta, seguramente es una invención como las que hizo Antonio Mairena en la noche de los tiempos. Dice el Niño que Mairena es su cantaor de referencia y que para construir la ortodoxia, Mairena se la tuvo que inventar. Mairena es un experimentador.

¡Ejem! ¡Glups! (y todas las expresiones de asombro que sean capaces de recordar).

Pedro G Romero aporta lo que él llama el “aparato” que es como la guía de un antropólogo estructuralista que hace un rato el trabajo de campo y que luego se pasa el tiempo elaborando teorías, tejiendo conexiones… luego va el de Elche, se lo estudia y da la cara. A Pedro G le gusta provocar con datos e informaciones y lo que antes eran dogmas ahora son armas arrojadizas.

A saber: La bomba de Dolores Flores es un travestido de la Factory de Andy Warhol que imitaba a Lola Flores en Nueva York con Lou Reed y John Cale de acompañantes. Yo a esos dos (Reed y Cale) prefiero imaginármelos de palmeros, con el talle pinturero y las palmas echando humo. Ya ven, parece un viaje en ácido de El Nota (The Dude, ver El Gran Lebowski), un diálogo de porretas.

Aún no sabemos si Francisco Contreras es un estalinista con ganas de provocar o un cantaor libertario con la lección bien aprendida, osea, un sinsentido y una contradicción. Sea como fuere el Niño tiene discurso y para empezar va y se viste en escena de cantaor clásico o, si lo prefieren, de Don Antonio Mairena. Lo que viene a ser ponerse ese traje de las fotos del disco.

Mi abuela diría que esa performance es ¡una mamarrachada! y los que van a verlo ¡unos mamarrachos! Yo no diría tanto, me gusta que se sepa por qué lo hace, lo que me jode es que lo haga con retraso.
Comenzó con una farruca cantada más con la cabeza que con el corazón y con las “siguiriyas del silogismo” y contó que lo hacía por que la primera era en catalán y la segunda en latín. Son las cosas que le cuenta a “millenials” y “hipsters” mientras Raúl Cantizano toca la guitarra como Refree, el caso es que eso de “tocar como Refree” le sale mejor a Refree y es una pena, un desperdicio, porque el Niño y Cantizano son grandes artistas capaces de encarar improvisaciones desde diversos puntos de vista.

En el prefacio a la malagueña del Mellizo, el teclado sonó demasiado fuerte (creo que de forma intencionada) el resultado es tan dudoso como aquel que considera que el Mellizo es un precursor del B3 del soul y que, presuntamente, cantaba con mucho “groove” (2).

En resumen, hay dos teorías que comienzan de la misma manera. El Mellizo se refugia en la catedral de Cádiz a principios de siglo XX los días de mucha calor y…

1) escucha cantos gregorianos
2) lo que escucha es al organista ensayar.

Ya saben que el B3 de Hammond se construyó para llevar la majestuosidad de los órganos de las catedrales a las iglesias “negras” de los Estados Unidos y por asociación (y perversión) de ideas acabó en el soul y en los clubes de jazz.

Si escuchamos las versiones, canónicas, de Pericón o Fosforito podemos comprobar que la primera se adapta a la teoría del “groove” y la otra no tanto. Además si el cantaor hace los melismas del órgano… poner un órgano resulta reiterativo. Lo peor es que la versión de Contreras no fue emocionante, recuerden lo que decían nuestros mayores: ¡hay que trasmitir!

Repito que a mí el disco me gusta y creo que de lo mejor es el recitado de Eugenio Noel, un poema que Niño recita, no del libro original, sino del texto presuntamente escanciado por Pedro G Romero. Lees al antiflamenquista de Noel y el de Elche lo convierte en un manifiesto antitaurino o no. Es verdad que ahí están los tacones de Israel Galván que no es poca cosa. Luego viene la Farruca mencionada antes y la del disco funciona y emociona.

Francisco Contreras es, o fue, un cantaor y lo demostró en el “Fandango cubista de Pepe Marchena” magnífica en el disco y en directo, para lo que se bajó con su público al patio de butacas (un recurso de folklórica que veremos lo que da de sí). ¡Tsk! (el cronista estaba en el piso de arriba).

Quizá la clave está en ese público trufado de hipsters que probablemente disfrutó con la trilogía de los guiris con Lorca, a saber: La canción de cuna de Crumb, La petenera de Shostakovich y Deep song de Tim Buckley que, así, sin anestesia, hubiera requerido varias cosechas de la cerveza del patrocinador que nos iluminaba a los ojopláticos.

Cantó con gracia pinturera una zarzuela los tangos de la Menegilda, recordando la Gran Vía y “los fandangos y canciones del exilio” y acabó con la bomba de Lola Flores. Las canciones del exilio funcionarían mejor si las corea la gente aquí los hipsters hacen como que no se las saben aunque se las escuchen a los abuelos porque eso de… “Qué culpa tiene el tomate que está tranquilo en la mata/ si viene un hijodeputa y lo mete en una lata/ y lo manda pa Caracas” viajó con los exiliados a México y de ahí a los cancioneros de Víctor Jara y Quilapayún y volvió a la militancia antifranquista.

La bomba de Lola Flores funciona en el texto (3) pero funciona mal en directo, quizá mejore con la tijera cortando un minuto. El Niño tiene un problema y es que las colaboraciones de Israel Galván en el disco son muy sugestivas si está el bailaor (que recuerden va con el Niño en su nuevo espectáculo).

Para los que vivimos el flamenco ajenos a los debates entre Antonio Mairena y el resto del mundo. Es decir, ajenos a la ortodoxia. La deconstrucción que hace el Niño de la historia del flamenco nos resulta un ejercicio de estilo para el que necesitamos el guión. Ahí las notas del disco de Pedro G son tan importantes como las grabaciones. Lo repito por si no ha quedado claro. El disco es imponente desde todos los puntos de vista. Hay erratas y errores, pero esas no se notarán dentro de unos… treinta y dos años. Por el 2050, o así.

Notas:


1) El Nota (The Dude). En Estados Unidos existen varias “iglesias dudeistas” que avisan contra todo tipo de iglesias y capillas

2)  Tiene o no tiene groove la malagueña de Enrique El Mellizo en Planeta Jondo.

3) A pesar de la afirmación de Pedro G. Romero en el libreto, que se sepa, Rafael Cortijo no estuvo en Barcelona, la conexión entre Peret y los rumberos catalanes se produjo a través de los discos. Lola Flores y Antonio González “Pesca” estuvieron en 1965 en la Feria Mundial de Nueva York justo después de que el legendario Combo de Cortijo se hubiera disuelto con la detención y condena de Ismael Rivera en 1962 que pasó dos años encarcelado mientras que Rafael Cortijo fue temporalmente recluido en una clínica psiquiátrica. El resto del grupo formó el Gran Combo de Puerto Rico en dirigido por Rafael Ithier, el mismo año de la detención de “Maelo”. Ismael Rivera se asentó en Nueva York y Cortijo siguió haciendo músico con menor resonancia a la que había tenido en los años 50.

Uno de los grandes textos de la literatura borícua y latinoamericana es El Entierro de Cortijo de Edgardo Rodríguez Juliá.

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