Santiago Vazquez (foto: Adrian Aguirre).

Santiago Vazquez es un creador de proyectos: Puente Celeste, Será una Noche, La Bomba de Tiempo, La Grande, y P.A.N., sólo por mencionar algunos. Estos últimos tres proyectos se transformaron en eventos fundamentales de la noche porteña. Los tres combinan show en vivo, baile, y actividades culturales, pero lo que los identifica por igual es que tienen como eje el lenguaje de ritmo y percusión con señas, –creado por el mismo Santiago Vazquez–, a partir del cual un director puede coordinar el flujo de la improvisación convirtiendo la suma de las ideas individuales en una verdadera composición colectiva.

A lo largo de todos los proyectos de Santiago Vazquez es posible encontrar tradiciones musicales de todo el mundo, desde sonidos provenientes de África o Asia, hasta jazz, tango, o rap. Puntualmente Santiago describe tres lugares que a lo largo de sus viajes lo impactaron de manera significativa: Bahia, en Brasil, donde la música tiene una presencia permanente como acontecimiento cultural y social; la música gnawa de Marruecos, lugar que frecuentó durante largos períodos; y su formación musical en CalArts, donde estuvo en contacto con músicos de la talla de Charlie Haden, Joe LaBarbera (baterista de Bill Evans) estudió tablas con Swapan Chaudhuri, y música de Java y Bali con maestros como Pak Djoko Walujo y Nyoman Wenten.

En esta entrevista fuimos más allá de su trayectoria y exploramos el desarrollo creativo de Santiago Vazquez: desde sus primeros contactos con la música y los encuentros reveladores con sonidos de otras culturas, hasta llegar a dos momentos claves en su vida, que orientaron su carrera hacia los proyectos que luego lo consagraron como artista.

Santiago Vazquez: Además de viajar físicamente y escuchar la música de esos lugares, siempre me gustó viajar a través de la música. En uno de estos viajes, que habrá sido a los 14 años, escuché a Umm Kulthum, una cantante egipcia muy conocida en el mundo árabe, como decir Los Beatles en occidente, y me hizo dar cuenta que lo que yo cantaba se parecía más a eso que a lo que sonaba en la radio. A partir de ese momento comprendí que escuchar músicas tradicionales del mundo también es una forma de conocerse a uno mismo, de darse permiso para desarrollar las intuiciones musicales que uno tenga sabiendo que en algún lugar del mundo también tomaron ese camino. Todos los instintos musicales que tengas son posibles, en algunos lugares las desarrollan más, y en otros menos.

Agustín Catalano: ¿Qué explicación le das al hecho de haber tenido la intuición de generar esos sonidos cuando jamás los habías escuchado?

SV: Yo le doy la explicación de que nuestro cuerpo-mente, nuestro ser biológico, tiene una geometría que permite percibir ciertas cosas, el desarrollo de ciertos instintos, y creo que aquellos instintos que nos llevan a hacer música no son culturales, ya venimos con eso, es sobre ellos que se asienta la cultura. Al escuchar música de diferentes lugares del mundo uno se pregunta: “¿Pero cómo tocan lo mismo acá y allá? Estoy seguro de que no hubo históricamente migraciones entre este punto y éste”. Creo que uno no puede dejar de conectarse con esa intuición pre-cultural. Producir música sólo desde tu saber cultural, para mí, es una forma un poco superficial de hacerla, que tiene que ver sólo con el lenguaje aprendido, desarrollado, y ofrecido. Pero en realidad hay una conexión con la música que es previa, que es lo que nos induce a generar un lenguaje, y tenés que estar en contacto con eso para sentir lo que es la música, que es esa sensación inexplicable de sentir que hay algo mágico que fluye, y que te lleva a cantar una nota, después otra…

En mi caso esta intuición se sintió avalada cuando escuché música de otros lugares, que no sólo existía, sino además estaba desarrollada. Lo que quizá un profesor de armonía me decía que algo estaba mal, entendí que si me encontraba en Bali esa forma de hacerlo era correcta. ¿Entonces, dónde estoy yo? Y la verdad es que yo estoy en mí mismo. Me parece que las músicas de diferentes lugares del mundo te pueden dar permiso para ser vos mismo, no por copiar esas músicas, sino simplemente para entender el abanico gigante de opciones que hay, que es más grande que lo que uno encuentra en un estilo de música o en una tradición.

RENUNCIA 1

AC: Creo que hay momentos bisagra en la vida de cada persona, donde uno entra en contacto con elementos que orientan o reafirman el camino que uno estaba tomando. ¿Hay alguno que se te venga a la mente?

SV: Sí, hay un par de cosas. Cuando era chico creía que iba a ser baterista. Mi sueño era tocar con mis ídolos: Spinetta, Miles Davis, Egberto Gismonti, con músicos que para mí eran lo más grande del universo. En determinado momento me sucedió que encontré otros sonidos, otros instrumentos, en particular me pasó con una “kalimbita” y un birimbao que compré en un viaje a Brasil. Comencé a pasar mucho tiempo tocando estos instrumentos y cada vez menos estudiando batería, y cuando me sentaba a tocar la batería me daban ganas de estudiar  otras cosas, por ejemplo cómo traducir a la batería una imagen: entonces imaginaba un paisaje de hielo con nieve, con unos Samurai y una batalla, y yo trataba de representar eso en la batería.

En un momento dije: “Claro, si no dedico por lo menos las cuatro, cinco horas de estudio que necesito por día para desarrollar mis técnicas, nunca voy a ser el baterista que soñé”. Entonces me empecé a preocupar, sentí que estaba perdiendo el rumbo. Pero tenía que ser honesto conmigo mismo, ya que cuando haces las cosas forzadamente tampoco aprendés, si tu mente no está apasionada no te queda nada, sabemos bien que no hay forma de engañar a la mente. Entonces me entregué, sabiendo que no iba a ser un gran baterista.

Eso que es simplemente la renuncia, renunciar a un sueño previo, fue lo que me permitió ir encontrando mi camino. Tuve que renunciar a quien yo pensaba que era antes y entregarme a algo muy desconocido y muy incierto. En esa época el birimbao sólo servía para tocar música de capoeira, que aparte es una danza o arte marcial de otro país. Tampoco yo quería hacer música de capoeira, simplemente me gustaba el sonido de ese alambre agarrado a esa calabaza.

SV: Visto ahora en retrospectiva, me doy cuenta de que efectivamente ese era mi camino, ya que las cosas que fui haciendo después no hubieran sucedido si no me entregaba a tocar ese birimbao. Sin ir más lejos, el primer lenguaje de señas que inventé fue un lenguaje armónico, tenía que ver con dirigir sistemas de armonías entre los instrumentos, algo que desarrollé para mí, porque al grabar el birimbao me daba instrucciones basadas en las armonías que iba tocando para luego poder recordarlas e improvisar sobre eso.

Entonces, si no me hubiera puesto a tocar el birimbao no habría necesitado trabajar con señas para poner en juego estos sistemas armónicos, y entonces tampoco hubiera tenido el deseo de seguir trabajando en el asunto de las señas hasta descubrir una forma de trabajar con el ritmo, que fue lo que dio origen después a hacer La Bomba de Tiempo. Me doy cuenta que el camino personal se hace renunciando a los estereotipos que tengas inculcados, y eso incluye a tus más queridos maestros. Todo lo que vos querías lograr, el modelo que vos tengas, bueno, en última instancia ese es el último puerto que tenés que soltar para poder emprender tu viaje.

RENUNCIA 2

SV: Otro momento que también me marcó mucho fue al empezar mi proyecto de Puente Celeste, un proyecto donde todos esos instintos podían convivir en el escenario sin tener que rotularlos o dejarlos afuera porque pertenecían o no a ese estilo, combinábamos sensaciones que podían venir del tango, pero también de la música balcánica, de indonesia, algo de jazz, algo de clásico, y canción. En ese momento no existía categoría que nos definiera, las discográficas no sabían qué hacer con nuestro material. Luego de grabar el primer disco me llegó una oferta para sumarme como baterista en la banda de Shakira.

Desde el punto de vista del trabajo de un baterista es una gran posibilidad, capaz en dos años te compras una casa. Y pensé: ”Pero para hacer eso tengo que dejar Puente Celeste”. Después de analizarlo agradecí un montón y me quedé en Puente Celeste. Luego me di cuenta lo importante que fue para mí, porque significaba haber soltado un estereotipo viejo. Pude ver claramente el valor de algo interno, que aún no tenía valor en el afuera. Es difícil renunciar, porque uno luchó para lograr ciertas cosas. Pero a veces realmente no queda más remedio, hay que renunciar a algo que ya no es. Si te ponés a pensar mucho no lo hacés, pero hay un lugar intuitivo en vos que sí sabe. El futuro es incierto, pero es el futuro, y lo demás son sólo restos del pasado.

HAPPENINGS EN BUENOS AIRES

Hasta que la pandemia lo trastocó todo, eran miles de personas las que asistían los lunes a ver La Bomba de Tiempo, los martes a La Grande, y los jueves, a P.A.N.; este último quizá el proyecto más integral de Santiago Vazquez, que combina: música en vivo, DJ’s, baile, juegos como fútbol, tenis, tejo, metegol, ping pong, básquet, dibujo, bailarines, amasar pan, entre otras cosas. La esperanza es que todo vuelve y confluya en un mismo espacio con la participación activa del público.

AC: ¿Qué aporte crees que le dieron estos tres proyectos a la escena cultural de Buenos Aires?

SV: Antes de armar este sistema de señas sentía una envidia de los lugares donde había una tradición de percusión muy implantada y genuina como en Bahia, Río, en Brasil, en Montevideo el candombe, o en Marruecos con el gnawa. Me daba envidia porque yo siendo percusionista no encontraba en mi ciudad un equivalente, un espacio en el que tocar percusión durante horas al aire libre, y que la gente lo sintiera, lo bailase, que fuera una fiesta para todo el mundo.

Lo que yo veía que faltaba era el juego con el ritmo. En África los nenes juegan con el ritmo y la música, es un objeto de juego de la misma manera que una pelota. Acá en la escuela las clases de música eran clases sobre la historia del barroco, pero de música no había nada. Enseñar barroco en el secundario me parece que no ofrece una noción de lo que es la música, de lo importante que es para las personas disfrutar de la música. Más que saber de música, creo que lo importante es hacer música, la que para mí se trata en primer lugar de una práctica comunitaria. Cuando pensé en cómo hacer un grupo que hiciera música en Buenos Aires buscaba eso.

La clave estaba en inventar un sistema de señas que trabajara sobre la repetición, lo que aporta un juego en equipo con el ritmo. Es una forma de vincularse con los otros a través de la música sean profesionales o amateurs. No importa, una manera de divertirse haciendo música desde la primera infancia, sin tener que someterse a los exámenes de calidad del conservatorio:

–No podés hacer música hasta que no rindas bien esta partitura que tenés que estudiar tres años.
–¿Entonces no puedo jugar con la música?
–No, no podés.

Finalmente el lenguaje de ritmo y percusión con señas funcionó, porque es una forma de jugar. Es lo que yo quería tratar de encontrar. Hay gente jugando con la música gracias a este sistema.

EL NUEVO EP DE LA GRANDE

SV: La idea del disco es tratar de rescatar un poco de esa energía que sucede en La Grande más que generar una pieza musical grabada. Buscamos registrar algo de ese trabajo y tratar de condensar todo eso en una grabación. Fundamentalmente el disco está basado en esa sensación de presencia, de la adrenalina que te da la improvisación. Por eso aunque en las canciones hay una melodía que actúa como eje, todo el resto se tocó basándonos en la  misma dinámica de improvisación que se genera en el vivo.

A lo largo de todos los proyectos de Santiago Vazquez es posible encontrar tradiciones musicales de todo el mundo, desde sonidos provenientes de África o Asia, hasta jazz, tango, o rap. Aquí algunos de ellos.

Playlist

1. La Grande - Laos
00:00:34
2. Será Una Noche - Nublado
00:04:10
3. La Bomba de Tiempo feat. Kevin Johansen - Near The Drums
00:10:21
4. Puente Celeste - Vals
00:13:45
5. La Grande - Apariencia
00:18:01
6. Puente Celeste - Noche de Papel
00:23:34
7. Santiago Vazquez - Inalcanzable
00:28:44
8. La Grande - En el Subte
00:32:41
9. Santiago Vazquez - Cuerpo de la Luz
00:38:33
10. Santiago Vazquez - Pampa
00:42:08

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