Cimarrones en EXIB 2022.

En la época de la conquista de América llegaron miles de esclavos africanos para trabajar las tierras al servicio de amos españoles y criollos. En condiciones inhumanas pusieron su cuerpo y alma para el beneficio de explotadores que, gracias a estos sacrificios, se daban una vida de lujo. Sin embargo, la historia también cuenta sobre esclavos rebeldes que se fugaban y recalaban en los palenques, lugares apartados de la ciudad o el campo, en donde comenzaban una vida en libertad. Estos negros fugitivos recibieron el nombre de cimarrones y sus comunidades se caracterizaron por la igualdad entre sus integrantes a nivel económico y social.

En 1990, casi quinientos años después de la llegada de Colón a América, en Perú se formó Cimarrones, un grupo que reivindica la historia de estos negros no sólo desde el nombre sino también desde sus costumbres. Liderados por el guitarrista Daniel Flores y el percusionista Amador Chebo Ballumbrosio, recientemente acaban de terminar una gira que los tuvo dando conciertos en España, Portugal y Bélgica y Radio Gladys Palmera aprovechó la ocasión para dialogar con ellos acerca de esta nueva experiencia y sus tres décadas de trayectoria.

Christian Alliana: Desde sus orígenes ustedes son defensores de la música afroperuana. ¿Qué conexiones encuentran entre los ritmos andinos y los africanos?

Daniel Flores: Es importante entender que la música afroperuana no se genera simplemente trayendo los ritmos de África para hacerlos en Perú sino que sale del sincretismo, del mestizaje de esta gente que al compás de las cadenas tuvo que viajar por todo el mundo. A pesar de la situación de esclavitud llevaron sus ritmos, su propia cultura y en Perú la usaron como elemento para seguir adelante, como una resiliencia.

CA: Cimarrones también expande el mestizaje sonoro incorporando cosas del rock, el jazz y el reggae…

DF: Sí, tratamos de que la composición fluya naturalmente, nos sentimos libres de añadir diversos ingredientes porque nos encantan muchos géneros como el reggae, la salsa, la cumbia, la música andina, el jazz. Siempre hay espacio para que entren parte de esos estilos a nuestra composición.

Chebo Ballumbrosio: No predeterminamos a donde vamos a ir, miramos el rostro de nuestra música, nos reconocemos en ella y dejamos que fluya siempre tratando de encontrar una voz propia.

Con tres discos editados, el grupo que completan Gabriel Bustamante en batería, Jerónimo Morán en bajo, Julio Maza en saxo tenor y David Cabrejos en saxo alto tuvo un hiato de siete años entre 1993 y comienzos del 2000, pero a su regreso llevaron su música más allá de la frontera de su país llegando a Cuba, Colombia y Europa. En esta reciente gira que acaba de culminar –la segunda por el viejo continente- debieron sortear un gran contratiempo debido a una huelga en el aeropuerto de Bruselas que los tuvo tres días varados en Bélgica. Sin embargo, haciendo honor a la templanza y la fortaleza de los cimarrones de la época colonial, pudieron resolver ese escollo y llegar a tiempo para su último concierto en Barcelona. Venir a Europa significa mucho para nosotros, nos genera mucho entusiasmo y es un reto importante, cuenta Flores y añade: además esta vez, paralelamente a los conciertos, ofrecimos talleres de música afroperuana porque nos interesa mucho revalorizar esta cultura que es tan rica y sabrosa.

CA: Chebo, tu caso es particular porque vienes de una familia muy ligada al rescate de la influencia negra en Perú. Son originarios de El Carmen (Chincha) y esa zona es la que nutre musicalmente a Cimarrones, a pesar de que el grupo se haya fundado en Lima.

CB: Sí, mi padre Amador es una de nuestras principales influencias porque él, en lo personal, me inculcó el transmitir este legado al mundo. Por suerte, hoy siento que hay una revalorización de parte de los jóvenes que están inyectando sangre nueva y hacen que la música resalte con un espíritu nuevo y se enriquezca.

Autodefinido como “una experiencia cultural musical”, Cimarrones busca y encuentra su propia voz incorporando instrumentos tradicionales del Perú como la quijada y el cajón, géneros como el landó y el panalivio y bailes como el zapateo chinchano. Y en este fortalecimiento de las raíces de su país, en los últimos años decidieron sumar como invitada especial a Rosa Guzmán, cantante legendaria de valses y música criolla peruana. Junto a ella ya se encuentran trabajando en lo que será su cuarto disco de estudio que promete seguir apostando por la multidiversidad porque más allá de que el público sea blanco o negro, lo que nos interesa es seguir difundiendo nuestra música.

No es sencillo combinar música afroperuana con jazz, reggae, ritmos afrocubanos y rock. Pero al mismo tiempo es una consecuencia lógica de lo criollo, de lo mestizo, de lo sincrético, de lo que lo que ha hecho la esencia de Perú. Cimarrones, como se puede apreciar en esta playlist, parte de la quijada, el cajón y el zapateo chinchano, para sumergirse en otros sonidos que tuvieron, a su vez, historias de formación y búsqueda similares. La música de Cimarrones está compuesta de encuentros armónicos y cultura peruana de raíz.

Playlist

1. Cimarrones - Ser
00:00:08
2. Cimarrones - El Perú
00:05:16
3. Cimarrones - El Patrón
00:09:59
4. Cimarrones - Por Los Que Se Fueron
00:13:18
5. Cimarrones - A la Montaña
00:17:44
6. Cimarrones - Estribaciones Andinas
00:22:09
7. Cimarrones - Todos Vuelven
00:27:16
8. Cimarrones - La Placita
00:32:02
9. Cimarrones - Charlis
00:36:20
10. Cimarrones - Pescadores
00:39:29
11. Cimarrones - Inconforme
00:45:08
12. Cimarrones - La Raíz
00:48:29
13. Cimarrones - Por Arguedas
00:54:24
14. Cimarrones - Travesía
00:57:30

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