Tata Ramos con la Orquesta de Ernesto Duarte

Su voz ya la habían escuchado en el puerto de La Habana, justamente en el muelle de Paula, donde trabajaba como estibador. Y en Guanabacoa, tierra de otros grandes como Ernesto Lecuona, Bola de Nieve y Rita Montaner, donde vivía por entonces.

Lo descubrió el compositor y director Ernesto Duarte Brito, y sin pensarlo dos veces lo incluyó en su orquesta, que estaba ya entre las que más sonaban y por la que habían pasado otras grandes figuras, como Benny Moré, Xiomara Alfaro, Rolo Martínez, Nelo Sosa y Celeste Mendoza.

Por eso hoy han venido a la sede del sello Gema, que fundara el propio Duarte con los hermanos Álvarez Guedes, aquí en el número 1456 de la calle Zapata, en El Vedado. Han grabado un disco en los estudios de Radio Progreso, y en él hicieron dúos Fernando Álvarez y Rolo Martínez.

La gente va a quedar sorprendida y extasiada cuando escuchen la voz de este portento que se llama Concepción Ramos, pero que entrará en la historia de la música con el de Tata, Tata Ramos, con un tono muy dulce, para bordar, como él sabe hacerlo, clásicos como este que dice:

Qué te pedí, / que no fuera leal comprensión,
que supieras que no hay, en la vida, otro amor / como mi amor.
¿Qué no te di, / que pudiera en tus manos poner?
Y aunque quise robarme la luz para ti, / no pudo ser.

No importa cuántos grandes hayan cantado este lamento de amor compuesto por Fernando Mulens. Qué te pedí suena profundo y a la vez diferente en otras voces, como La Lupe o Esther Borja, cada cual con su estilo y su manera de soltar el dolor. Tata Ramos dejó su huella en ese bolero.

Desgarrado, melodioso, apasionado. Con gran tesón, Tata Ramos fue labrando lentamente su historia musical bajo la inteligente supervisión de Duarte, que en cuanto las condiciones se lo permitieron se separó de discos Gema y fundó su sello propio, Grabaciones Duarte. Allí también dejó Tata su voz cristalina que desgraciadamente los cubanos olvidamos demasiado pronto:

Hoy me pides tú / las estrellas y el sol.
No soy un Dios, / así como soy / yo te ofrezco mi amor.
No tengo más. // Pide / lo que yo puedo darte.
No me importa entregarme / a ti, sin condición.

El muelle de Paula fue su noche, y la música vino a alumbrarle el camino, como un amanecer. Lo imagino caminando junto a Los Escolapios de su natal Guanabacoa, yendo a la esquina donde se servían las mejores papas rellenas del mundo, en El Faro. Siempre cantando bajito, siempre risueño, con la misma sonrisa con la que aparece en la portada de los discos que grabó.

Le escucho ahora con otro clásico del gran Moisés Simons, que él llevó siempre en su equipaje:

Marta / capullito de rosa.
Marta / del jardín linda flor.
Dime que feliz mariposa / en tu cáliz se posa / a libar tu dulzor.
Marta / en tus claras pupilas / brilla una aurora de amor.

Pero llegó el año 1960 y comenzaron a cerrarse puertas, y en 1961 Ernesto Duarte se marcharía de Cuba para vivir en España. “En Madrid, continuaría con su orquesta Sabor Cubano durante un tiempo”. Tata Ramos apostó por el estado de California, y allí intentó levantar una carrera que había sido muy corta en su país.

Imagino la amargura de su sonrisa, frente a otro mar que no olía igual al del puerto habanero, y una ciudad que en nada se parecía a la que le aplaudió sus comienzos, y que él supo mantener viva en su garganta, cantándole con júbilo y una leve amargura:

Habana, / sirena que sueña dormida / a la orilla del mar.
Habana, / yo quiero juntito a tu pecho / vivir y soñar.
Cuando estoy lejos de ti, / me ahoga el sentimiento /
y sólo acierto a llorar / cuando en ti pienso.
Habana, / confieso que nunca podré / olvidarte, jamás.

En California Tata Ramos trabajó mucho tiempo con la orquesta de otro cubano olvidado, Orlando López, a quien llamaban “Mazacote”. Ya para entonces había grabado algunos discos, y echado a circular en las emisoras de radio temas como Un castillito de arena, A la orilla del mar, No te mires en el río, Dame un chance, Contigo en la distancia, Soy la rumba y La piragua.

Su huella se perdió después. En los libros sobre música cubana no aparece, o lo hace en pocas líneas. En ellos hay un antes y un después, y Concepción “Tata” Ramos merecía un amplio antes, y un gruesísimo después. Pero no pudo ser, o no fue, y aquella voz, que los expertos calificaron como “de las mejores voces de Cuba”, se fue escuchando cada vez menos, hasta que la distancia y el tiempo la apagaron. Y no podemos sentirnos todo lo orgullosos que debíamos, de que en nuestra tierra hubiera surgido, allí, junto a las olas del puerto, una voz alegre y prodigiosa como la suya. Habría que escarbar mucho, y honrar a Tata Ramos y a los tantos que se tragó la distancia. Un país es eso: no importa si ya no estás allí, pasaste por esa tierra y ese cielo, y eso debería bastar para pertenecer.

Tal vez cuando se camine sin tanta prisa y desesperación, en el borde del agua que rompe contra las rocas, se alce la voz de Tata Ramos, directa al corazón, y le escuchemos cantar junto a la orilla, estos versos:

Vengo a cantar para ti / la canción que aprendí / a la orilla del mar.
La llevo en el corazón / como el último adiós / que me diste al partir.
Enamorado de ti / es mi faro tu amor / y mi luz, tu mirar.
Muero de pena al partir / pues yo quisiera vivir / a tu lado nomás.

Dicen los que saben que Tata Ramos, Concepción, el negro estibador que recorría Guanabacoa, murió en los años 90 del siglo XX. Así, sin día, sin mes, sin año exacto. Como hacen los que pretenden seguir vivos.

En los libros sobre música cubana no aparece, o lo hace en pocas líneas. En ellos hay un antes y un después, y Concepción “Tata” Ramos merecía un amplio antes, y un gruesísimo después. 

Playlist

1. Tata Ramos - ¿Qué te pedí? (Fernando Mulens)
00:00:16
2. Tata Ramos - Castillito de arena (Salvador Valverde y Ramón Zarzoso)
00:03:25
3. Tata Ramos - Soy la rumba (Fernando Mulens)
00:06:07
4. Tata Ramos - Habana (Fernando Mulens)
00:08:33
5. Tata Ramos - A la orilla del mar (Manuel Esperón y Enrique Cortazar)
00:11:52
6. Tata Ramos - Marta (Moisés Simons)
00:14:15
7. Tata Ramos - Contigo en la distancia (César Portillo de la Luz)
00:17:26
9. Tata Ramos - Dame un chance (Electo Rosell)
00:19:28

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