Ñico Saquito y Los Guaracheros de Oriente

Siempre dice que María Cristina lo quiere gobernar, pero nadie le cree. Tal vez por eso le dice adiós al compay gato y al compay gallo que tenga mucho cuidado. Es Ñico, es decir, Benito Antonio Fernández Ortiz, hijo de Santiago de Cuba, aunque algún día le pertenecerá a la isla entera.

Había nacido allí el 13 de febrero de 1901, en la casa marcada con el número 58 de la calle Santa Rosa esquina a Mejorana, y su primera pasión fue el béisbol. Y era normal, bajito, con las piernas nada curvadas y muy flaco, así que nadie le creyó tampoco cuando cantaba:

Yo nací con mi pata gambá, / igualito, igualito que Chencha,
y qué tengo que yo ver con Chencha, / si nací con mi pata gambá.
Váyanse pa’l diablo partía de canallas, / partía de sinvergüenzas,
no me hagan hablar.
Ehh, camina como Chencha, / la gambá…

Esta noche de 1950 Benito Antonio, que ya es Ñico Saquito, filma una escena en la película cubana Rincón criollo, basada en el programa radial del mismo nombre, dirigida por Raúl Medina, donde aparece una pléyade de estrellas como Celia Cruz, Candita Quintana, Blanquita Amaro, Carlos Pous, Celina y Reutilio, Armando Bringuier y hasta Los Panchos.

Ñico ha sido invitado con su Conjunto, porque lo merece. Y porque ha sido un habitual de ese espacio de corte campesino, con dramatizados, música y humor, es decir, todo lo que lleva la obra de este inquieto creador, al que llamarán un día “El rey de la guaracha”, aunque ha creado cosas que no dan nada de risa, como ese bolero trágico que dice:

Cuando me vaya te escribiré con sangre,
con esta sangre buena, con esta tinta pura / que hay en mi corazón.
Con esa es la que escribo cuando hay un sentimiento.
Con esa es la que escribo a todo el que me paga, / me paga con traición.

Desde los 13 años componía, y sus temas eran tan alegres y divertidos que muchas comparsas de Santiago los cantaban en los carnavales de la ciudad. Pero eso solo alimentaba el espíritu. Por eso Benito Antonio, que comenzó a ser conocido como Ñico, tuvo que aprender el oficio de mecánico fundidor. Lo de Saquito vino con su habilidad para capturar pelotas en el terreno de juego, porque todas terminaban en su guante, era “un saco cogiendo pelotas”, no se le escapaba ni una. Pero era muy bajo de estatura, así que no era precisamente un saco, sino un saquito. En la década del 20 jugó en el equipo de la Liga Azucarera en el Central Preston.

Era un tipo vivaracho, libre y callejero. Y llevó esa filosofía natural a su música, como los razonamientos de una de sus más famosas composiciones:

Adiós compay gato, /cuántas veces me ha dicho / el muy sinvergüenza
ay, de mi compay.
Y lo voy a matar, / ¿por qué?, / por decirme gato,
Y aquí hay gato encerrado, / ahora mismo en el acto / te lo voy a explicar:
El gato caza el ratón, / el ratón se come el queso, / el queso lo da la leche,
la leche la da la vaca, / la vaca tiene dos cuernos. / ¿Tú ves?
Ay, lo mato. / Ay, ay, lo mato.

Y aquí está Ñico esta noche, feliz de participar en una película cubana de humor y música. En blanco y negro, sí, pero es un boleto a la eternidad. “Por los años 30 se había unido al Cuarteto Castillo, y con ellos viajó a La Habana, y participó en programas radiales en la Emisora CMQ y Radio Progreso”. Y a pesar de que su fuerte era la ironía y la caricatura, también el dolor lo azuzaba y le motivaba. Por eso nos dejó una de las guajiras más dolorosas que se hayan escrito, esa que dice:

Se acerca la madrugada, / los gallos están cantando.
Compadre, están anunciando, / que se acerca la jornada ¡Bien!
Trabajo de enero a enero, / y también de sol a sol.
Y qué poquito dinero, / me pagan por mi sudor ¡Tú ve!
¿Cuándo llegaré?, ¿cuándo llegaré al bohío?

Tener a Ñico en una agrupación garantizaba gracia y creatividad. Pero él quería lo suyo. Por eso en 1937 formó el Cuarteto Siboney y en 1938 fundó el Cuarteto Compay Gallo con el que debutó en el Teatro Martí, en la emisora RHC Cadena Azul y el cabaret Montmartre. Cuando se disolvió el Cuarteto Compay Gallo formó el grupo Los Guaracheros de Oriente.


Y no dejaba de componer. Tendrá en su hoja de vida más de 400 temas de su autoría, aunque perdió muchos, porque se los robaron sin haberlos inscrito. Compuso de todo: son, guaracha, pregón, bolero, guajira, mambo, canción, chachachá. Y aunque su música ya se conocía en toda Cuba gracias a la radio, también conoció un pedazo del mundo. Viajó a “Cayo Hueso, Jacksonville, México, New York y en 1953 a Venezuela con Los Guaracheros de Oriente, y allí permaneció 3 años”. Y a todas partes le acompañaba una de sus cartas de presentación. Esa guaracha que parece un cuento:

Valga que hablé que si no, / valga que hablé que si no,
me coge el gallo Rufina.
Eso le dijo el perico / porque un gallo equivocado / le confundió con gallina.
Lo corrió por la guardarraya, y el periquito cansado / en el suelo se tiró.
Ay, Dios. // Y cuando el gallo llegó / quiso enseguida jugar.
Como un tiro el perico, / del suelo se levantó, / y al gallo le dijo así:
Cuidadito compay gallo, cuidadito.

Falta mucho esta noche para sus agitadas andanzas. En Venezuela trabajó de nuevo en su antiguo primer oficio hasta que por accidente tuvo una quemadura en los ojos. Y años más tarde, el gobierno de Rómulo Betancourt lo deportó a Cuba en 1960. Tal vez al mandatario venezolano no le gustó, como a ningún dictador le complacería, la letra de la que es quizás su guaracha más conocida. Esa que susurra el viento en los alrededores de la Bodeguita del Medio, donde echó Ñico el resto de su vida:

María Cristina me quiere gobernar, / y yo le sigo, le sigo la corriente,
porque no quiero que diga la gente / que María Cristina me quiere gobernar.

Y sólo la muerte pudo gobernarlo. Benito Antonio Fernández Ortiz, Ñico Saquito, falleció en Santiago de Cuba el 4 de agosto de 1982 a las 3:15 de la tarde. Pero Ñico vuelve a aparecer en el agua, en la luz, en la risa de cada cubano, de cualquiera que lo quiera y le recuerde, y dice:

Coge la maleta, y la cojo. // Vamos pa la playa, / allá voy.
Súbete en el puente, / y me subo. / Bájate del puente, / y me bajo.
Quítate la ropa, y me la quito. // Tírate en el agua…
¿En el agua?… / No, no, no, María Cristina, que no, que no.
Que no, que no.

Y aquí está Ñico esta noche, feliz de participar en una película cubana de humor y música. En blanco y negro, sí, pero es un boleto a la eternidad.

Playlist

1. Ñico Saquito y su Conjunto de Oriente - Cuidadito compay gallo
00:00:25
2. Trío La Rosa - Camina como Chencha
00:03:28
3. Ñico Saquito y su Conjunto de Oriente - La negra Leono'
00:06:07
4. Ñico Saquito y su Conjunto de Oriente - El peluquero de mi mujer
00:09:18
5. Ñico Saquito y su Conjunto de Oriente - Te escribiré con sangre
00:12:09
6. Los Guaracheros de Oriente - Estoy hecho tierra
00:15:18
7. Los Guaracheros de Oriente - El arruyembere caúa
00:17:59
8. Los Guaracheros de Oriente - Échale tierra y tápalo
00:20:49
9. Los Guaracheros de Oriente - Al vaivén de mi carreta
00:23:37
10. Los Guaracheros de Oriente - Compay gato
00:27:30

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