Ladys Soto

La creíamos desaparecida, de tanto que indagamos por ella, pero al final, nuestra amiga Gema Castanedo nos dio la pista… ¡y la encontramos! La estética sesentera y su propio trabajo nos mostraron siempre a la emocional Ladys Soto como una suerte de diva independiente y alternativa, lo que le valió para que durante un tiempo Radio Gladys Palmera la tuviera como su imagen, en total sintonía con lo latino.

El temperamento fue una de las primeras cartas con las que marcaron territorio y estilo las cantantes de boleros cuando comenzaron a definir el género. La mexicana Elvira Ríos y la cubana Olga Guillot –de las primerísimas en compartir estremecimientos ante los micrófonos–, se convierten en espejos de otras cantantes que compartían con ellas inquietudes y vivencias, o que simplemente se sentían empáticas con sus estilos. Lo que comenzó a finales de los años 30 mantiene esencias, pero asimila cambios formales en la segunda mitad de los años 50 cuando surgen y se hacen populares, en diverso grado, algunas cantantes de estilo singular. En Cuba, una de ellas fue Ladys Soto. No estuvo entre las más populares, ni entre las que motivaron la insistencia de las principales casas discográficas, pero se hizo un espacio en los espectáculos de la noche en La Habana, que luego le valdría para iniciar su discografía, presente en Colección Gladys Palmera.

Sin noticias de ella, sin saber qué había sido de su carrera tras su último vinilo, Gladys Palmera al fin encontró a Ladys Soto, viviendo en New Jersey. Parece que el tiempo ha pasado más lento para ella. Lleva un vestido verde y brillante, recuerdo de sus años en México, y todavía se ve radiante y tiene el cutis de una jovenzuela. Dice, como el refrán: No estaba muerta, estuve de parranda. No me quito la edad para nada, ¿sabes por qué? Sinceramente, la edad la llevo uno aquí en el corazón. Todo lo que reflejas en tu alma lo reflejas en tu cara. Nací en Santiago de Cuba el 3 de julio de 1937. Mi madre y mis dos hermanos cantaban, pero la única que se hizo profesional fui yo. Llegué a La Habana a mediados de los años 50. Debuté en el club Atelier con mi nombre real, Gladys Sotolongo. Por esos años, solía acompañarme en la guitarra el maestro Vicente González Rubiera, Guyún.

Pronto la descubre Arty Valdés, a quien en una determinada etapa estará ligada su carrera artística y su vida personal. La suma a su grupo, con el que trabaja en centros nocturnos y realiza algunas grabaciones como una de las principales intérpretes de las composiciones de Valdés. Ladys ha sido la cantante de varias de las formaciones que armó y dirigió Arty Valdés –trío, conjunto, combo, orquesta–, y con ellas realizó otras grabaciones que fueron editadas siempre en discos de 45 rpm por las etiquetas Velvet, Corona, Gyse y otras.

Ladys nos lo confirma: Mi primera grabación fue Aquel dulce beso, un bolero de Arty Valdés realizada en 1958 con su conjunto. Sale publicada por Alce Records (Estados Unidos) y reeditado en 1961 en Cuba, por el sello Gyse. Por la otra cara incluye la guaracha El defecto de mi novio, donde Ladys muestra su capacidad para abordar otros géneros más rítmicos.

A mediados de 1959, el bolero Total (Ricardo García Perdomo) logra una gran popularidad en Cuba y México, y entre las más de veinte versiones que tenía en septiembre de ese año, la de Ladys Soto es destacada en algunos medios entre las mejores junto a la de Lucho Gatica y Fernando Álvarez. Según la revista Show, Ladys con Arty Valdés y su conjunto la graban ese mismo año para el sello Gema, aunque la grabación que se conoce fue prensada por el sello cubano Corona.

En 1961 fueron muy comentadas sus actuaciones en el muy de moda night club habanero La Rève –en 5ta. Avenida y calle 84–, con el trío de Arty Valdés, que entonces integraban el guitarrista Vicente González Rubiera, Guyún, junto a Pinocho y al propio Arty, y que tuvo también a Amado Borcelá, Guapachá, entre sus cantantes por breve tiempo.

Salí de Cuba en 1963 y a partir de ahí estuve en varios países: Puerto Rico, Panamá –donde trabajé en el Panamá Hilton–, México, Venezuela, hasta que me establecí en Estados Unidos. He actuado en Trinidad Tobago, Perú, muchos otros países. Viví cuatro años en República Dominicana, trabajando en La Fuente y también con el maestro Johnny Ventura, quien me invitó a los coros en un disco suyo (LP Excitante, Combo Records, 1977). Después viví y trabajé 26 años en México. Allí hice televisión con Memo Ochoa, hice teatro también, canté con Lucha Villa, esa maravillosa persona, una gran mujer. Trabajé también con Pepe Arévalo y sus Mulatos y otros artistas. Los mejores momentos de mi vida artística están relacionados con los privilegios que me dio el público y los músicos con los que trabajé. En Estados Unidos trabajé con el maestro Julio Gutiérrez, con Mongo Santamaría –en el Village Gate–, y otros.

Todos sus LPs Ladys Soto los grabó tras su salida de Cuba: en los años 60 el sello estadounidense Bonita produce y publica La voz de Ladys Soto (BON-127), con una selección de boleros que muestra a la cantante en plenitud. En su discografía destaca el LP Canta lo sentimental (Sirena S-128), probablemente el mejor, producido y dirigido por el gran Julio Gutiérrez, quien también la acompaña al piano en algunos de los temas. El disco, grabado en 1963, parece ser la culminación del fructífero trabajo de Ladys con Gutiérrez, cuando ambos se presentaban en los clubes El Torero y en La Roca de Nueva York, y en Miami, en el Casablanca y otros sitios. En él recorre un repertorio que va desde boleros cubanos, mexicanos y puertorriqueños a bossa-novas y baladas populares.

En 1967, Ladys grabó dos LP con Arty Valdés para la marca Cubanight, sello creado por el propio Valdés: Una noche en el Trojan (A Night at the Trojan with Arty and Lady) (Cubanight 001), una selección del repertorio de boleros, guarachas y baladas que ambos hacían en el night club Trojan Lounge de Miami, donde se presentaban desde 1966, y Te desafío (Cubanight 003) donde recorre versiones de temas internacionales famosos, más un tema de la autoría de Arty Valdés. Sin embargo, parece que sus vinilos no tuvieron en su día la promoción que ameritaban, a juzgar por el llamado de alerta de la revista Record World en julio de 1966, que elogia el trabajo de Ladys a quien clasifican como “magnífica cantante de feeling”: Es lástima que haya grabadores que teniendo discos de primera, no les presten la atención debida. Tal es el caso de la cancionera Ladys Soto, con grabaciones en los sellos Bonita y Sirena. ¡Es genial! En junio de 1968 la propia revista anunciaba que la etiqueta Tone Latino había firmado en exclusiva a Ladys.

Ladys Soto abandonó escenarios y micrófonos en 2002 y se retiró tras casi cuarenta y cinco años de carrera musical. Como Xiomara Alfaro, como La Lupe –que fue su gran amiga–, Ladys encontró comprensión y refugio espiritual en una fuerte religiosidad. Ahora sólo canta en su iglesia, donde hace presentaciones especiales. Me entregué a Dios hace 19 años en un momento en que yo pensaba que estaba acabando con el mundo, y era el mundo el que estaba acabando conmigo.

Tras encontrarla, te proponemos un recorrido por los vinilos de Ladys Soto. Filin, boleros... y un poco de movimiento.

Playlist

1. Ladys Soto con Julio Gutiérrez y su orquesta – Canta lo sentimental
00:00:25
2. Arty & Lady (Arty Valdés y Ladys Soto) – Agua A’sucar
00:03:40
3. Ladys Soto y Orquesta Arty Valdés – Total
00:06:20
4. Ladys Soto – Tremenda moral
00:09:27
5. Ladys Soto – Mi hombre
00:12:07
6. Ladys Soto y Orquesta Arty Valdés – Telefoneando
00:14:39
7. Ladys Soto – Nostalgia habanera
00:17:56
8. Arty & Lady (Arty Valdés y Ladys Soto) - Qué pena me da tu caso
00:21:37
9. Ladys Soto con Julio Gutiérrez y su orquesta – Ay, cariño
00:24:05
10. Lady Soto - El defecto de mi novio
00:26:58
11. Ladys Soto – Mil congojas
00:30:05
12. Ladys Soto con la Sonora Guantanamera – Pepe
00:33:15

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