Un raro disco de 45 rpm retiene la voz joven de Yuyo Rodríguez acompañado de una formación absolutamente desconocida: Maromi y su combo. En sus dos caras se escuchan versiones del bolero Sola y Triste, de Armando Valdespí, y el mambo chachachá Y Decídete mi Amor, de José Antonio Méndez, con un acompañamiento que destila maestría y creatividad.

Desde su codiciado puesto de maitre del exclusivo Club 21, en El Vedado habanero, Dámaso Rodríguez Yuyo compartía la pasión de cantar y vivía con gusto el faranduleo entre  los músicos que pasaban por el Twenty-One, como también se le conocía al pequeño, pero selecto night-club que ocupaba en su planta inferior la esquina de las calles 21 y N, donde se reunía la bohemia de la aristocracia criolla.  Era amigo de todos, pero más de los músicos que solían descargar con la que llamaban La Banda del 21. Por allí pasaban Guillermo Barreto, Rolo Martínez, Sergio Rivero El Haitiano, Kike Hernández, Tata Güines y muchos otros que se sumaban a los momentos más románticos como los que centraban Elena Burke y Meme Solís, o la pianista Numidia Vaillant, por solo mencionar algunos. Yuyo era, además, el hombre de confianza de su dueño, Raúl González Jeréz, que a su vez era manager artístico del cabaret Sans Soucí.

En exclusiva para Colección Gladys Palmera, desde Las Vegas, donde reside hace muchos años, Yuyo rememora aquella grabación y desvela la incógnita tras la misteriosa marca de Maromi y su Combo:

La grabación de esos dos temas, en mi único disco, surge de una conversación entre Manolo, el dueño del Club Scheherazade con Guillermo Barreto. En este tiempo estaba muy de moda Ñico Membiela y Manolo le propone a Barretico hacer una grabación conmigo y un grupo superior en calidad al que acompañaba a Ñico, y de ahí surgió ese piquete de siete músicos, con la idea de competir con Membiela.  Toda la madrugada anterior a la grabación, estuve en una gestión sobre un robo que se había producido en el Club 21 y a las 7.30 de la mañana me acordé que tenía que ir a grabar. Cuando llegué al estudio ahí estaban los músicos que me acompañarían: Bebo Valdés, Israel Cachao López, Alejandro El Negro Vivar; Guillermo Barreto Barretico, El Niño Rivera, Tata Güines y Gustavo Tamayo. Surgió la pregunta: ¿Y qué vamos a grabar? Barretico propuso un número y Cachao lo aprobó diciendo: “Con ese número enamoré a una jevita”.  Bebo cogió un papel e hizo el arreglo.

Esos músicos legendarios formaron el grupo que en el disco de Yuyo (Romi R-2005) es identificado como Maromi y su Combo. Se desconocen las razones, pero podemos imaginar que estos musicazos tendrían compromisos contractuales con otras casas productoras, que impedían la mención transparente a cada uno de ellos.

Yo no sabía para qué sello estaba grabando. Una vez terminado el disco supe que Barretico lo había distribuido por las victrolas de los barrios, comenta Yuyo.  Pero lo cierto es que esas grabaciones salieron con la referencia R-2005-B del oscuro sello Romi.

Había comenzado el boom de los pequeños sellos disqueros, que desde 1958 se creaban en Cuba con una frecuencia y velocidad nunca antes vistas. En julio de 1960, la revista Show mencionaba la reciente creación del sello Romi, con Rolando López como gerente. Llama la atención el sugerente catálogo que consiguió compilar Romi, mínimo en cuantía, pero notorio en calidad de intérpretes y músicos de respaldo, en grabaciones que hoy son importantes rarezas en sus respectivas carreras musicales.  

La primera referencia de Romi R-2001 recoge la grabación de dos temas cantados por Mirta de la Uz acompañada por el Conjunto de Pepé Delgado. Según la prensa de entonces, Mirta de la Uz era también una bella modelo del elenco del cabaret del hotel Habana Hilton y, curiosidad, la misma revista anunciaba un posible idilio entre López y de la Uz. ¿Casualidad o coincidencia? Las dos primeras letras de los nombres de ambos eran Ro (Rolando) y Mi (Mirta). Pepé Delgado era ya un reconocido compositor y pianista, que había transitado por diversos conjuntos. En estas grabaciones Mirta de la Uz canta Ya nada soy, de Gonzalo Curiel y Más y más te quiero, de Pepé Delgado. La modelo, al parecer, era valorada como cantante, pues según la misma revista, un año antes había sido barajada como integrante femenina de un cuarteto en ciernes, que luego sería legendario: el de Meme Solís. Y nada más se sabe de la vida musical de Mirta de la Uz, que, al parecer fue tan breve como al existencia misma de Discos Romi. 

Maromi y su Combo vuelve a aparecer acompañando a Reinaldo Enríquez en una de las grabaciones de la cuarta referencia de Romi: el bolero Siempre que te miro (Pedro Vega). Por el otro lado, Maromi y su Combo ofrecen el conocido Scheherazada chachachá (Giraldo Piloto), en lo que podría ser una de las primeras de este popular tema instrumental de los 60. Ni las grabaciones de Yuyo Rodríguez –la última del sello Romi de que se tiene noticias- , ni éstas, en que se presume hayan sido los mismos instrumentistas, aparecen en las discografías personales de Bebo Valdés, Israel Cachao López y demás músicos que conformaron esa desconocida denominación: Maromi y su Combo, cuyo nombre bien pudo haber surgido de la unión de la primera sílaba del promotor de aquellas grabaciones, Manolo, y las del sello Romi, algo que, lamentablemente, no se ha podido verificar.

Estaba a punto de producirse la nacionalización de la industria discográfica en Cuba, que ocurrió a mediados de 1961. La vida del sello Romi fue fugaz y sólo a través del testimonio de Dámaso Rodríguez Yuyo es posible conocer que bajo esta marca grabaron músicos legendarios que, en aquellos mismos meses, y en el estudio de Radio Progreso, estaban grabando algunas de las míticas Cuban Jam Sessions, las descargas que los harían aún más famosos, si cabe.

Yuyo Rodríguez
Yuyo Rodríguez canta en la TV Cubana. En las congas, Tata Güines y en el contrabajo, Kiki Hernández.
“Distribuido por las victrolas de los barrios”, según testimonio de Yuyo Rodríguez, su protagonista, el disco suyo del sello Romi y otros 45 rpm de esta discográfica cubana, son raros, buscados y muy valiosos. Son leyenda, expresada en esta playlist a través de canciones conocidas: Scheherezada Cha Cha Chá se convirtió en un clásico de las descargas cubanas; Siempre que te Miro tiene ese toque fox evocador y moderno a la vez; Sola y Triste es tan rítmico como todas obras de su autor; mientras que Y Decídete mi Amor hace parte de banda sonora del Caribe de todos los tiempos, desde el filin hasta la salsa.

Playlist

1. Maromi y su Combo - Scherezada Cha Cha Chá
00:00:42
2. Reinaldo Enríquez - Siempre que te Miro
00:03:37
3. Yuyo Rodríguez - Sola y Triste
00:06:33
4. Yuyo Rodríguez - Y Decídete mi Amor
00:09:25

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