‘Lágrimas pa otro día’ apenas dura 20 minutos pero es un tratado de cómo con talento y una visión propia hoy día en la música no hace falta portar la bandera de ningún género. El granadino salta con soltura de su sello seminal, el flamenco ‘traperizado’, a un nuevo pop electrónico y elegante de la mano de las estrellas en ciernes Rusowsky y Ralphie Choo, y de ahí se lanza al nuevo género de moda global, los corridos tumbados, junto a un personaje del que pronto empezaremos a escuchar más, Vatocholo, con sangre mexicana y residente en España.
Ancho es el cielo al que mira Dellafuente, su futuro es tan prometedor como lo ha sido hasta ahora su carrera, y lo más importante es que él será quien decida hacia dónde va su camino. Decir eso hoy día es el privilegio de unos pocos elegidos, quienes marcan el paso de una revolución sonora sin precedentes.
José Fajardo
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