Pose, la vuelta del voguing será tema del verano
La nueva sensación de HBO tiene un magnetismo especial para los amantes de los 80.
Pose, la nueva criatura del más que excelente guionista Ryan Murphy (American Horror Story, Feud), nos llevará esta vez hasta el Nueva York de los años ochenta para conocer el nacimiento de la ball culture, aquellas competiciones LGTB en torno al arte del voguing y la cultura drag. Deberías subirte a bordo en ella antes de que seas el único en no hacerlo. Pose es un musical del baile llamado voguing, un movimiento de huida y diversión para la comunidad LGTB en los peores años del sida y las drogas.
Prepárate para ver a cientos de personas en las discotecas con sus colgantes bolas radiantes de luces, gente apiñada con los bailes y deseos que se daban en una época en la que lo trans era rarito y divertido pero nunca respetado. El voguing, que por cierto no lo inventó Madonna, es el ingrediente fundamental de la serie. Su estreno ha sido calificado por la prensa internacional como de obligada visión. Dentro de ese ambiente de “que no pare la música” aparece la comunidad transexual de los ochenta que, además de su aceptación sexual, estaba encasillada en aquel gueto racial de negros e hispanos que intentaban sobrevivir a la condena de muerte que suponían el sida o las drogas.
Sus bailes y exhibiciones eran una forma de contracultura porque además de su indefinición sexual, eran trans-migrantes de barrios alejados de la riqueza, en pleno reaganismo imperante. De manera que su vida, sus bailes y sus vestuarios eran verdaderas pasarelas, tendencias y la mejor afirmación personal.
Es poco probable que los espectadores más jóvenes tengan idea de que algunas de sus frases y actitudes favoritas fueron acuñadas décadas atrás por personas de color, queer y trans situadas socialmente en los márgenes. Su ingenio pudo incluso con los más lúgubres espacios en los que habitaban y que en Pose cobran ilusión y vida porque en su realidad cotidiana no había luces, estrellas ni plumas.
Las célebres bolas de muchos cristales que esparcían luz sobre todos ellos permitieron expresar el tipo de creatividad glamurosa que no podría darse en otros lugares. Mediante puestas en escena con espectáculos elaborados y desafiantes, en esas disco se presentaban cada noche la moda y el baile y también un ingenio exquisitamente caústico y mordaz. Lugares en los que ideas afines podría encontrarse, construir comunidades y luchar contra la peste y la enfermedad que estaba en sus inicios.
La serie cubre temas difíciles con una franqueza admirable pero también con suavidad, añadiendo unas gotas de dulce ingenuidad que no es empalagosa, por que se muestra tierna y llena de autenticidad artística, con una cámara impecable, música maravillosa con actuaciones naturales y empáticas. Pose es genial.