RuPaul el éxito de un drag, un reality inmenso
Aparte de ser el mejor y más divertido reality show, Drag Race también es sin duda el que tiene el corazón más grande
The New York Times Magazine publicó la pasada semana en su portada el rostro de RuPaul Charles, el famoso intérprete de drag y presentador del show Drag Race.
Ru Paul ha llegado de la marginalidad a ser la drag más aclamada del mundo. Infancia difícil, drogas, abusos, todo lo que un niño ha sufrido en su niñez, lo tiene en su pasado. El dolor llega a hacerte más valiente y esa es la historia.
Se propuso triunfar y triunfó. Ru lo tiene claro “puedes llamarme él (he). Puedes llamarme ella (she), puedes llamarme Regis y Kathie Lee. No me importa, siempre y cuando me llames.”
De momento ya tiene un Emmy y una portada en el medio más importante de su país. Drag Race no es un programa dedicado a presentar posibles cantantes o personajes de esos que pueblan y viven en nuestras casas. Es algo que hay que ver. Lleva nueve temporadas y se ha convertido ya en un producto televisivo inmenso. Netflix estrena una serie sobre él.

En el programa aparecen personas que quieren es ser famosos con retos creativos y siendo quienes desean ser. Por eso ha sido proclamado el mejor reality show. En el reality presentan sus películas, hacen sus campañas políticas y muchas más actividades en las que no faltan pasarelas y amores. Si te lo pierdes, no sabes lo que es la diversión televisada.
Además de inmensamente divertido tiene una cosa de la que carecemos en estos tiempos: mucha gente con inmensa empatía. Porque aparte de ser el mejor y más divertido reality show, Drag Race también es sin duda el que tiene el corazón más grande.