Mornas de Cabo Verde
En 1965, cuando graba su primer disco, Césaria Évora tiene 24 años y ya lleva una vida cantando. En sus venas no solo brotan la sangre y los lamentos de la esclavitud, sino también la música de su padre guitarrista-violinista que perdió a los 7 años, y de su tío Francisco Xavier de Cruz, más conocido como B. Leza (Beleza), el principal artesano y renovador de la morna, ese blues de Cabo Verde impregnado de modinha brasileña, de tango argentino, de cantos angoleños y de fado portugués. También brota el alcohol que quebranta su voz ya alterada por la miseria y el tabaco; una voz reconocible entre miles. Sus tristezas alegres y sus alegrías tristes Césaria las canta entonces en los bares y cantinas de su ciudad natal Mindelo, y en Radio Barlovento que propaga su notoriedad en todo el archipiélago. Y hasta Rotterdam donde el productor Djibuca di Biluca realiza, en el exilio, su primer disco EP bajo el sello Casa Silva; pero no como protagonista sino con Frank Cavaquinho, futuro miembro fundador de Voz da Cabo Verde. El propósito de Di Biluca, militante por el Partido Africano para a Independência da Guiné e Cabo Verde no lucrarse sino difundir la identidad cultural de su tierra natal. Paradójicamente, 10 años más tarde, cuando ese partido ganaría su lucha para la emancipación de su país, muchos escenarios musicales de Cabo Verde se vieron obligado de cerrar y Césaria Évora, alma “libertaria y soltera” como le gustaba definirse, decidió abandonar el canto profesional durante una larga década. Hasta 1985 y su resurrección en manos de José da Silva. Escuchemos como un eco de hace más de 50 años, la voz de la Reina de la morna, de la diva de los pies descalzos, en el emocionante Oriondino de su tío B. Leza.
Playlist
1. Césaria Évora - Oriondino
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