Eso es lo que el artista carioca LEALL hace en el monumental “Esculpido a Machado”: erigirse una suerte de portavoz desde las trincheras de la vida de miseria, racismo y violencia que se vive en las periferias del Río de Janeiro donde nació y sigue viviendo. Así se ve desde la portada del álbum; una imagen del fotógrafo Marcelo Martins que ya desvela lo que escucharemos en el disco: denuncias del sistema de violencia integrado en el día a día de los jóvenes que viven eso con absoluta normalidad.
Así lo deja caer en canciones como “Pedro Bala”, “Duas pistolas” o “Desfile bélico”, donde LEALL tira de grime y de sonoridades metálicas para construir un rap que bebe de la electrónica industrial y de texturas que recuerdan al sonido de artistas británicos como Skepta, Dizzee Rascal o Ghetts, entre otros; o a esos espacios explorados en España por artistas como Erik Urano en su “Neovalladolor”.
Un álbum en el que LEALL no solo canaliza el nuevo sonido de una favela que bebe del grime, el rap metálico y la urbantrónica, como se cristaliza en sus colaboraciones con productores como VHOOR, Luna, DIIGO, Babidi o Nagalli, entre otros; sino en el que, además de denunciar y mostrar la cruda realidad del Río de Janeiro de 2021, también deja mensajes esperanzadores en la orgánica “Posso mudar meu destino” cuando lanza, casi como un predicador, “no seas ciego, joven negro / no tengas miedo, joven negro / no desesperes, joven negro: / puedes elegir tu camino”.
Alan Queipo
Inicia sesión con tu usuario Gladyspalmera o con una de tus redes sociales para dejar tu comentario.
Iniciar sesión