Del mismo modo que la prensa, la radio y la televisión primero; e internet décadas más tarde; cada uno de los cambios que atañen a la sociedad no solo afectan a nuestro día a día: también como inspiración (o expiración, según se mire) para los creadores. Si cada una de las redes sociales han cambiado nuestra forma de comunicarnos, también lo han hecho para los artistas: a la hora de compartir su música, de adaptarse al medio, de comprender las derivas de la vida moderna.

En ese curioso juego de adaptación al medio, Alien Tango sacaría matrícula de honor este curso. Y es que, en plena vorágine y ascenso de la red social TikTok para los usuarios más jóvenes (una especie de red social basada en stories con audio y sonido: una mezcla de Snapchat y Vine para la Generación Z), el artista murciano residente en Londres ha decidido asumir un curioso reto, impuesto por él mismo: crear una canción al día que durase máximo 15 segundos, y que fuese acompañado de un vídeo en vertical que se pusiese en circulación en esta nueva y tendenciosa red social.

El resultado no solo ha sido notable en visitas (supera de largo los dos millones de visualizaciones y más de 700.000 likes a día de hoy); sino también artísticamente. Este primer volumen de “Blink Pop”, que se ha convertido sin-querer-queriendo en su primer álbum largo (¡qué ironía!) tras cinco años publicando singles y EPs, reúne quince microcanciones que, a su vez, plasman a la perfección el universo tan psicotrópico como polifónico de Alberto García.

Tan cerca del sarcasmo psicodélico y freak de Frank Zappa como de la performance sonora; en los poco más de tres minutos y medio que dura el disco nos encontraremos desde acercamientos al trash metal (“Crack in the Wall”) al antifolk naturalista (“Photosynthesis”), reivindicaciones del kitsch digital en tiempos de Instagram (“Comis Sans Forever”), piezas que rehacen en versión ultraligera el “Thriller” de Michael Jackson (“Sugar Power”) y un marco de referencias que nos llevan desde The Sleepy Jackson (“Around the Moon”) a la no wave (“Three-Fingered Hand”), el acid-house (“Send Money Pls”) o la ópera-rock (“She Ghosted Me”); y conseguir siempre sonar a Alien Tango.

Alan Queipo