Un programa de José Fajardo
Celli
Apenas llegaron a publicar un álbum (breve, muy breve: solo siete temas) y un puñado de singles, pero eso le bastó al dúo argentino Salvapantallas para convertirse en un pequeño gran fenómeno en el circuito alternativo de su país. El final se precipitó hace unos meses, cuando Zoe Gotusso y Santiago Celli decidieron poner fin al proyecto para volar cada uno en solitario. Vistas las tres canciones que puso en circulación ella y el álbum que acaba de publicar él, permitidme decir que “no hay mal que por bien no venga”: antes teníamos un proyectazo, ahora tenemos dos.
“Me fui para quebrarme, quería resetearme. Y casi sin buscar apareció la canción que puede rescatarme”, narra casi explicando su nueva situación en la explícita “Reset” que da título al disco. Este ‘reseteo’ lo es no solo porque estamos ante la primera generación de canciones de CELLI tras la ruptura de Salvapantallas, sino que el cordobés también parece romper con ciertos tics de registro que mantenía en su proyecto anterior.
Salvapantallas se mantenía al abrigo de una guitarra, de una idea más cerca a la canción de corte folk o al pop de autor hecho con materiales orgánicos. En “Reset”, CELLI no es que rompa y reniegue de aquello, sino que abre un campo en donde esa misma canción pop clásica (estrofa, puente y estribillo, y melodías redondas) se trata más desde el sintetizador, las secuencias y la programación.
Da la sensación de que su giro, más que compartir cosas en común con el marco de referencias de corte folk que tenía con Gotusso; comparte mucho más con contemporáneos como Valdes, Telescopios, GULI y Juan Ingaramo, e incluso con quienes lo acompañan en la producción (nombres conocidos en el circuito como Diego Mema de Indios, Franco Saglietti de Francisca y los Exploradores, Feli Colina, Nicolás Btesh o su ex compañero Manuel Figuerero).
Las siete canciones que componen este debut son siete gemas de pop absolutamente redondas. Por momentos, recuerda a los Árbol más melódicos y melancólicos (“Pasaporte”); en otros, parece mediar entre los registros compositivos de Gustavo Cerati, Coti y Adrián Dárgelos (“Quilombo”); en otros, juega con las cavilaciones funk-pop de un Emmanuel Horvilleur con extra de cancherismo (“Sincero”); en otros, coquetea con un country-pop del futuro repleto de groove (“El Sur”); y en otros, se inventa un bolero tan doméstico y en pijama como universal que parece hecho a propósito para la cuarentena (“Por amor al arte”). Salven esta pantalla, que la de CELLI llegó para quedarse.
Alan Queipo
“Me fui para quebrarme, quería resetearme. Y casi sin buscar apareció la canción que puede rescatarme”, narra casi explicando su nueva situación en la explícita “Reset” que da título al disco. Este ‘reseteo’ lo es no solo porque estamos ante la primera generación de canciones de CELLI tras la ruptura de Salvapantallas, sino que el cordobés también parece romper con ciertos tics de registro que mantenía en su proyecto anterior.
Salvapantallas se mantenía al abrigo de una guitarra, de una idea más cerca a la canción de corte folk o al pop de autor hecho con materiales orgánicos. En “Reset”, CELLI no es que rompa y reniegue de aquello, sino que abre un campo en donde esa misma canción pop clásica (estrofa, puente y estribillo, y melodías redondas) se trata más desde el sintetizador, las secuencias y la programación.
Da la sensación de que su giro, más que compartir cosas en común con el marco de referencias de corte folk que tenía con Gotusso; comparte mucho más con contemporáneos como Valdes, Telescopios, GULI y Juan Ingaramo, e incluso con quienes lo acompañan en la producción (nombres conocidos en el circuito como Diego Mema de Indios, Franco Saglietti de Francisca y los Exploradores, Feli Colina, Nicolás Btesh o su ex compañero Manuel Figuerero).
Las siete canciones que componen este debut son siete gemas de pop absolutamente redondas. Por momentos, recuerda a los Árbol más melódicos y melancólicos (“Pasaporte”); en otros, parece mediar entre los registros compositivos de Gustavo Cerati, Coti y Adrián Dárgelos (“Quilombo”); en otros, juega con las cavilaciones funk-pop de un Emmanuel Horvilleur con extra de cancherismo (“Sincero”); en otros, coquetea con un country-pop del futuro repleto de groove (“El Sur”); y en otros, se inventa un bolero tan doméstico y en pijama como universal que parece hecho a propósito para la cuarentena (“Por amor al arte”). Salven esta pantalla, que la de CELLI llegó para quedarse.
Alan Queipo
Playlist
1. Celli - Quilombo
2. Celli - El sur
3. Celli - Reset
4. Celli - Pasaporte
5. Celli - Sincero
Inicia sesión con tu usuario Gladyspalmera o con una de tus redes sociales para dejar tu comentario.
Iniciar sesión