Figura de culto del rap en español como maestro de los botoncitos de gran parte de la aristocracia del circuito (Tote King, Mala Rodríguez, Shotta, Mucho Muchacho), miembro de los extintos Sólo los Solo (uno de los nombres más reivindicados por los puristas del género) y mente inquieta siempre un pasito por delante de las tendencias, el de Tarrasa (Barcelona) regresa consciente de que sin él la ruptura generacional que ha protagonizado la música urbana durante los últimos años no hubiera sido posible.
Mucho antes de que los chavales de los barrios marginados de Sevilla reivindicaran el flamenco urbano, antes de la explosión de figuras como Rosalía, muchísimo antes de la popularización del trap entre la juventud que habla en español, Chacho Brodas ya reventaba los muros que enjaulan el hip hop con unas bases de procedencia marciana, que le tiraban al funk del rap estadounidense y a las atmósferas cósmicas de la música negra.
Sin pretenderlo, este disco es una panorámica de los nuevos caminos alternativos por los que se está bifurcando el género hacia el futuro: el trap con quejío de ‘Jhonny drama’, el flamenco desde el barrio de ‘Awita’, el reggaetón funky de ‘Easy’, el jazz deconstruido de ‘Outros mundos’, el grime gitano en ‘El Mago Polvo’… Una masacre rítmica acompañado como es habitual de un colectivo mutante de aliados: Duddi Wallace, Pepe:Vizio, Vinnie Dollar, Limabeatz, Mr. NiK… ¡Chacho Brodas ha vuelto a la fiesta!
José Fajardo
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