“Brujo Wayuu” es una especie de EP largo (seis temas + un remix de Nicola Cruz) o de álbum corto, aunque la duración del ejercicio supera de largo a muchos álbumes con más cortes. En cualquier caso, estamos ante un trabajo absolutamente redondo, que introduce el nombre del productor colombiano residente en Buenos Aires como uno de esos nombres propios esenciales en el circuito de la electrónica orgánica, folktrónica o como queramos llamarlo.
Lo cierto es que el cancionero que firma para el prestigioso sello canadiense Multi Culti asienta las marcas de agua que Santiago Niño quiere que sean más reconocibles en su obra: cierto aire de trance psicodélico, de tech-house edificado con percusiones orgánicas, un trabajo desde un acid-house lisérgico que nos sume en micro-rituales de entre cinco y ocho minutos y que saca a relucir una capacidad innata para jugar con texturas sin perder la cadencia del ritmo recto.
Y es que, si en caso como los de Nicola Cruz nos encontramos arquitecturas imposibles, en Baiuca una edificación casi pop de la electrónica experimental y en Chancha Vía Circuito atmósferas más chill y espirituales; en Hermetics se trabaja desde el trance y los mantras techno. No es raro que la única vez que abre la boca (en “Serpiente de los cielos” e “Imagen cruda de la noche”) sea para clamar una suerte de manifiesto espiritual para que uno siga bailando con los ojos cerrados.
Sin embargo, donde realmente uno se rinde a su obra es en piezas como “Brujo Wayuu” o “Pandora”, tracks que ayudan a explicar el singular universo selvático y orgánicamente techno de un productor que ha llegado para hacer cosas grandiosas.
Alan Queipo.
Playlist





Inicia sesión con tu usuario Gladyspalmera o con una de tus redes sociales para dejar tu comentario.
Iniciar sesión