Mor-discos
Allí es donde Dolores Aguirre decidió que lo de Lola Membrillo no sería solo un buen nombre de usuario para sus redes sociales o un apelativo que utilizar para algunas colaboraciones puntuales en paralelo a su trabajo en Perotá Chingó; sino que allí, sentada en la silla de Borra, con un micrófono apuntándole a la boca y otro a su guitarra criolla, iniciaría un parto en crudo, sin epidurales.
Ese parto se llama ahora “Parda”, un debut mínimo de seis canciones y quince minutos, que curiosamente no sabe a poco. Lola Membrillo consigue traspasar la coraza de las superproducciones contemporáneas (incluido “Muta”, el ambicioso y bellísimo último disco de Perotá Chingó, publicado hace menos de un año), en favor de volver a las bases: discos que parecen conciertos domésticos, susurros al oído, que nos trasladan a referencias como aquel concierto de Vinícius de Moraes, Maria Creuza y Toquinho en La Fusa marplatense cincuenta años atrás.
Ese universo, pero en soledad, es el que se proyecta en estas seis canciones. Se bascula a través de la bossa nova de corte folk (“Alturas confusas”), se acerca al neosoul que suena a madera, a medio camino entre Lianne La Havas y Corinne Bailey Rae (“Pasajeros” o “Sur marino”), juega con las energías de la guitarra instrumental más incidental (“Sampa”), proyecta canciones de una frontalidad repleta de sensualidad y verdad (“Tu casa”) y hasta se lanza al experimento lo-fi y antifolk a lo Moldy Peaches (“Dónde estás Tai”). Buenas noticias para los amantes de las canciones que son abrigos: Lola Membrillo ya está aquí.
Alan Queipo
Playlist





Inicia sesión con tu usuario Gladyspalmera o con una de tus redes sociales para dejar tu comentario.
Iniciar sesión