Con la mirada puesta en iconos jamaicanos del género como King Tubby o Scientist, Pachyman lleva unos cuantos años modelando un repertorio obsesionado con esa idea de “retorno a” aquellas bases del género, como demostró en sus dos primeros álbumes (“In Dub” y “At 333 House”) que no solo refrenda, sino que consolida en el explícito “The Return of…”, con esos puntos suspensivos que invitan a completar si se trata el regreso del propio artista, el regreso de las bases a estos tiempos de urgencia y perreo o el necesario regreso a las bases que todos necesitamos alguna vez.
No vamos a negar que existe cierta monotonía sonora en un álbum de dub instrumental. Pero lo cierto es que a lo largo de las doce canciones y casi 45 minutos de duración del tercer álbum del puertorriqueño, no solo se escucha ese regreso a ciertos orígenes autóctonos del género jamaicano, sino también exploraciones electrónicas (“Champion Sound”), una asimilación de percusiones como el güiro o cadencias de géneros como la cumbia (“Big Energy”), una suerte de exploitation casi rocksteady de vocación política (“Destroy the Empire”), viajes espaciales hacia una psicodelia dub-champetera (“Space Station”) o guiños a orquestas latinas desde la mirada de un condensador de fluzo (“Ruben Durazo”).
Un álbum para reasimilar un género nicho y adoptar los matices y estéticas que alimentan este repertorio desde la salsa, la psicodelia, la cumbia, la electrónica y el juego de delays, ecos y reverberaciones para una nueva música tropical posible.
Alan Queipo.
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