Santiago Motorizado – Canciones sobre una casa, cuatro amigos y un perro (Autoeditado, 2021)
Y lo encuentra en “Canciones sobre una casa, cuatro amigos y un perro”, una suerte de banda sonora paralela a la banda sonora que publicó hace unas semanas con Él mató, titulada “Unas vacaciones raras”, ambas para la icónica serie argentina “Okupas”, un fenómeno del audiovisual argentino del año 2000 que se remasterizó y se convirtió en un fenómeno póstumo y global en Netflix estos últimos meses.
Está claro que no eran necesarias dos bandas sonoras para una serie que, además, ya tenía parte de su banda sonora heredada de su emisión original hace algo más de dos décadas; pero está claro que Santiago Motorizado sí se alimentó de ese universo de amistad, marginalidad, presión social y fraternidad de la serie “Okupas”; y el resultado es una vorágine creativa que acabó plasmando ahora en un nuevo álbum en solitario que, como ya sucediera con la banda sonora “La muerte no existe y el amor tampoco” que supuso su primer ejercicio en solitario, en éste se percibe un margen de libertad y cancionismo más elevado.
Y es que, si con su banda madre se caracterizan por apelar a un rock de corte cósmico, a medio camino entre la psicodelia y la boutade física; en este nuevo álbum en solitario, excepto fugas muy puntuales como “Buena suerte”, “El Negro Pablo” o “Una casa”, Santiago se permite licencias que serían, ahora mismo, imposibles bajo el manto de Él mató a un policía motorizado.
Desde colaboraciones con iconos del rock argentino como Vicentico, Jorge Serrano, Daniel Melingo o Sergio Rotman, entre otros; hasta, y sobre todo, una variable de estilos que rompen la mátrix de lo que tenemos pensado que sabe hacer Santiago: desde ejercicios de canción melódico al estilo Leonardo Favio actualizado (“Polvo de estrellas”) hasta canciones que hacen guiños al rock rollinga de Viejas Locas (“No puedo parar”) o al rock barrial noventero (“Tanto tonto”), al dub místico (“El Pollo”), folclore argentino que va de la zamba (“Muchacha de los ojos negros” o “Un día no vas a estar”) a la chacarera (“Hacia el norte”), cumbia (“Tonto corazón”, “Bandera blanca”, “No hay lugar para nadie más” o “El fuego cálido”) y hasta tango (“La Juventud”).
Alan Queipo.
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