Sus años en Nueva York y su actual residencia en Los Ángeles han ido moldeando su sonido, que bebe de influencias modernas del r&b (ha trabajado con Blood Orange, junto a quien tenía previsto hacer una gira este año) y del pop clásico con aspiraciones mainstream y orientación hacia la pista de baile. Ella cita a iconos del siglo pasado como Madonna y Gwen Stefani pero en su obra hay una pretensión de capturar el ritmo del presente.
Lo consigue, al menos desde un punto de vista conceptual, con este EP que escribió en enero y ha grabado estos últimos meses en su casa encerrada por la cuarentena, usando herramientas como Zoom para comunicarse con algunos colaboradores. Las cinco canciones hablan de desesperación y rabia, las que Valerie Teicher (su verdadero nombre) sentía a principios de este año tras una mala experiencia con su anterior sello.
La autora ha confesado que su idea inicial era llamar al EP ‘Apocalipsis’ pero lo cambió cuando estalló la crisis sanitaria global. Como respuesta a esas letras cargadas de frustración se abre paso un sonido luminoso que invita a olvidar las penas en la discoteca. Llorar bailando parece ser el concepto de este trabajo que no alcanza su cima creativa pero sirve para reivindicar a una de las artistas más prometedoras del nuevo pop, poseedora de una voz virtuosa, ritmos sofisticados y un encomiable espíritu DIY.
José Fajardo
Inicia sesión con tu usuario Gladyspalmera o con una de tus redes sociales para dejar tu comentario.
Iniciar sesión