Pero no veíamos el WOS que había por encima de aquel improvisador veloz y feroz hasta que, sin que nadie lo esperase, publicó “CARAVANA”, un álbum rupturista para la escena musical argentina, pero no solo la urbana: tomó cosas de la cultura rock en sus canciones, reivindicó a Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, se significó políticamente y reventó las cifras de oyentes y convocatoria, culminando aquel año con dos Estadios Luna Park repletos.
En estos dos años la escena urbana argentina le ha hecho sorpasso a todas las escenas de habla hispana con la mayor corte de artistas de vocación global (Duki, Bizarrap, KHEA, Trueno, Cazzu, Nicki Nicole, L-Gante, Neo Pistea, Thiago PZK, Lit Killah, CA7RIEL, Paco Amoroso…), pero WOS, fiel a su librillo, ha trazado su propio camino, sin caer en tópicos de género ni obligándose a alimentar a la máquina del streaming constantemente.
Apenas publicó un EP introspectivo de tres canciones (“TRES PUNTOS SUSPENSIVOS”) y unos pocos adelantos de lo que es “OSCURO ÉXTASIS”, un álbum conceptual que se divide en dos facciones: la mitad del disco (llamémosla “OSCURO”) apela a una sonoridad más oscura e introspectiva, como su anterior EP; la otra mitad (llamémosla “ÉXTASIS”) se acerca a ritmos más luminosos y menos densos.
Esa primera mitad nos presenta a un alquimista entre el rock argentino y el rap old school, con un sonido que se mueve entre La Renga y Wu-Tang Clan tanto cuando se pone crítico sociopolíticamente hablando (“BUITRES” y “QUE SE MEJOREN”), cuando mira hacia adentro en las canciones más melancólicas y autoreflexivas del álbum (“MIRÁ MAMÁ” y “PARED DE CRISTAL”) o cuando se alía con un icono del rock argentino como Ricardo Mollo para acercarse tanto al rock como al folclore patrio en un rap imprevisible (“CULPA”).
La segunda mitad se abre a sampleos a Fatboy Slim en una declaración de una urbantrónica luminosa (“NIÑO GORDO FLACO”, junto a CA7RIEL) o de un acercamiento al funk-pop junto a Nicki Nicole, la reina del urban-pop argento (“CAMBIANDO LA PIEL”). Pero incluso firma canciones que desarrollan la idea que inició en “CARAVANA”, dejando algunas de sus mejores frases y canciones más infalibles hasta la fecha (“CONVOY JARANA” y “MUGRE”). Aún así, y por suerte y aunque haya firmado dos de los álbumes más importantes del movimiento urbano argentino de estos últimos años, da la sensación de que aún no hemos visto al mejor WOS.
Alan Queipo
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