En 1935, Antonio Machín dejó el continente americano para buscar fortuna en Europa. Con base en París, que entonces vibraba con la música cubana, el cantante cubano presentó sus canciones en diferentes países del viejo continente. Machín traía de América un merecido caché obtenido sobre todo por el éxito de El Manisero, esto le permitió grabar con las orquestas cubanas de moda entonces. En la capital francesa triunfaban Eduardo Castellanos con su La Cabane Cubaine, la criolla de Filiberto Rico, Don Barreto y hasta Moisés Simons, el compositor del famoso pregón. Cuando le sorprendió la segunda contienda mundial, se trasladó a España, donde habíamos acabado nuestra Guerra Civil. Era 1939, año que marca un antes y un después en su vida. En esta sesión revisamos su época más genuinamente cubana. Volvemos a esas 150 grabaciones que él hizo en Nueva York con sus grupos y cómo no a las decenas de piezas que grabó también en Europa con aquellas orquestas que triunfaron sobre todo en París en los años 20 y 30.
El cuarteto vocal Vocal Vidas suma cuenta ya con más de cinco años de carrera. El grupo nació cuando cuatro de las integrantes del quinteto Vocal Divas, que dirigía y dirige Silvia Calzado, decidió emprender su propio camino, tomando la dirección general, Ana Hernández, aunque la dirección musical recae en Koset Muñoa. Este pasado mes de noviembre pudimos compartir con ellas, tanto en el Museo del Ron, como en la capilla del Morro, lugar donde suelen ofrecer sus canciones a los visitantes turistas. Canción y vida es su más reciente álbum, producido musicalmente por Rafael Guedes y que contó con la producción ejecutiva de Rodolfo Vaillant.
Ganada una merecida reputación en el Capri y en el Club de Jazz, entre otros lugares, Rafael Somavilla pasó a dirigir la orquesta del cabaret Parisién, hoy Hotel Nacional. Era el año 1955. El maestro matancero sólo tenía 28 años. Después del triunfo revolucionario, fue nombrado director del ICR, Instituto Cubano de Radiodifusión, con cuya orquesta se presentó a un buen número de festivales y certámenes musicales. En 1967 recibió el encargo de crear la mejor orquesta de Cuba junto a otro maestro, Armando Romeu. Y a fe que lo lograron. La OCMM tuvo una vida efímera pero casi todos los músicos que pasaron por ella son hoy nombres fundamentales de la escena del jazz. Rafael Somavilla dirigió en 1979 su última obra, Danzón, interpretada por la orquesta Sinfónica de su patria chica, Matanzas. Rafael Somavilla falleció el 20 de enero de 1980 en La Habana. Su nombre se escribe con letras de oro en la historia de la dirección y de los arreglos orquestales de Cuba.
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