Kelman Durán es uno de los referentes de esta escena: desde 2017 imagina nuevos caminos para los ritmos de baile con propuestas tan fascinantes como su seminal ‘6 de la mañana’, una canción hoy casi imposible de encontrar en plataformas (desapareció en Spotify, apenas se encuentra en vídeos subidos a YouTube por fans), que un par de años después el artista dominicano afincado en Los Ángeles recuperó en formato álbum (con el mismo nombre). Su propuesta ha sido bautizada como “reggaetón psicodélico, cerebral y político”, en un intento absurdo de describir con palabras algo que todavía no existe.
Sangre Nueva es su nuevo proyecto junto a otros dos vanguardistas del circuito: por un lado, el DJ colombiano Florentino, icono del llamado “reggaetón romántico”, en realidad uno de los productores más inquietos, que ha triturado el sonido más calenturiento con los nuevo ritmos que suenan en los clubes underground del Reino Unido, donde vive desde hace tiempo; por otro, DJ Python, ecuatoriano afincado en Nueva York, que lleva varios años mezclando reggaetón, dancehall y dembow con las últimas corrientes del deep house.
Este EP de sólo cuatro temas muestra el futuro de un sonido al que muchos quisieron colgarle el sambenito reduccionista de “tendencia” cuando en realidad lleva décadas resonando en las fiestas periféricas de todo el planeta. La explosión global de la música de origen latina y cantada en español sólo ha supuesto su apertura a públicos más masivos, pero lo cierto es que bajo la superficie este sonido siempre ha estado ardiendo. Abran paso a la sangre nueva del reggaetón.
José Fajardo.
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