Empire: Black is Gold
El huracán Empire no tiene freno.
Es adictiva; es la serie vista y seguida por más de 15 millones de espectadores. Un fenómeno televisivo y musical, que además, ha colocado su banda sonora la primera de las listas. El huracán Empire no tiene freno. El drama sobre el hip-hop de Lee Daniels “ha excedido literalmente todos los récords de espectadores hasta la fecha“, ahora le toca el turno a sus canciones.
La serie, que gira entorno a una familia de magnates de la música, es un feroz y encantador retrato de familia, que no oculta quienes son. La madre recién salida de la cárcel; Lucious, el padre, gran magnate de la industria del hip-hop y los hijos esperando heredar el imperio. Nada se oculta: ni la homofobia de la comunidad negra, ni la ambición desmedida que existe en la industria musical, ni el drama de la enfermedad. Nada que no suceda en la vida real. Para su productora es la gallina de los huevos de oro.
La ambición es una constante. El hijo mayor de Lucious, Andre, quiere ser el próximo director general de Empire; el segundo hijo, Jamal, quiere hacer música sin llevar la vida de fama y exigencias de su padre. El más joven, Hakeem, quiere ser el mayor rapero vivo. Y Cookie, la madre sólo quiere recuperar el tiempo perdido. Y bien que lo hace.
Lucious, el protagonista, después de conocer que tiene la enfermedad del ELA, ha decidido que el dinero no es suficiente: necesita un legado, sacar a bolsa su compañía, hazaña que nunca ha sido alcanzada en la vida real por un negro. Para ello será necesario atravesar un territorio desconocido por él, codeándose con la mayoría blanca de multimillonarios inversionistas.
“Cookie, tengo que ir a la televisión de blancos y tratar de hablar de una manera que no asuste a estas personas “, dice Lucious. Pero no lo hace. Cookie es la más presente de todas las divorciadas que puedan estarlo jamás. Es una mujer vestida de animal-print y sin duda el más apasionante personaje femenino negro de la televisión en este momento.
Cuando Cookie habla las mujeres aplauden y tiene citas memorables: “las calles no son para todo el mundo, es por eso que hicieron las aceras,” escupió memorablemente en un episodio reciente, además de decirle a su ex “solo porque le pedí a Jesús que te perdone, no significa que yo lo haga”.
Ella tiene su gusto, que es muy propio y, llegado el caso, se atreve hasta a opinar de un Klimt que tiene su ex en su abigarrada mansión. Las cadenas de oro que lucen algunos personajes son de terminar en urgencias de traumatología.