Nadie saben cómo son. Las Guerrilla Girls jamás conceden entrevistas sin máscara. Ese misterio protege sus identidades y es uno de los emblemas de su fortaleza. Llevan máscaras de gorila y es que por entonces estaba de moda la película Gorillas in the mind y hay un parecido entre las palabras “guerrilla” y “gorilla”, así que hubo una confusión y la que fue a comprar volvió con máscaras de gorila.

Con motivo de cumplirse 30 años de su creación, se ha inaugurado una retrospectiva del grupo artístico Guerrilla Girls, en el Matadero de Madrid que no puedes perdértela.

En 1985, un grupo de mujeres artistas con sede en Nueva York se unieron para protestar por la discriminación de las mujeres en la escena artística neoyorkina. Comenzaron a pegar carteles en el Soho e inmediatamente consiguieron que se hablara de ellas. Se consideraban las equivalentes femeninas de los héroes masculinos, de las masas oprimidas, como Robin Hood, Batman y el Llanero Solitario. Y se sumaron a la lista, con una variante específicamente femenina: la Guerrillas Girls.

Sus máscaras de simios estaban inspiradas en King Kong, una ardid en varios sentidos. Convirtieron del dominio masculino que encarnaba el simio en enemigo. Y no sólo eso, sino que imitaron a su gran predecesora Marlene Dietrich, enfundándose un disfraz de gorila parecido al que llevó en La venus rubia y con el que provocó el pánico entre los espectadores de los años treinta.

“No es que vayamos a olvidar a Rembrandt y Miguel Angel. Sólo queremos que se desplacen un poco y dejen lugar para las artistas femeninas”, explican.

“Parecemos una familia disfuncional. Discutimos, gritamos, nos abrazamos, nos quejamos, cambiamos de opinión y continuamente amenazamos con abandonar el grupo si las cosas no se hacen como queremos”. Al principio pagaban los afiches con dinero de su propio bolsillo y a veces recibían contribuciones espontáneas.

¿Acaso las mujeres tienen que estar desnudas para estar en el Metropolitan Museum? Menos del 5 por ciento de los artistas expuestos en el sector de arte moderno son mujeres, pero el 85 por están desnudas“. Grita uno de sus más conocidos carteles.

Utilizan nombres conocidos para diferenciarse entre ellas. El día que grababan su primera entrevista de radio, fue el mismo día en que murió la pintora Georgia O’Keeffe. Entonces se les ocurrió utilizar los nombres de artistas y escritoras muertas para mantener vivo el recuerdo de sus obras. Era como si Georgia les estuviera hablando desde la tumba… Así, adoptaron entre otros los nombres de artistas conocidas: Frida Kahlo, Tina Modotti, Romaine Brooks, Kathe Kollwitz, Violette LeDuc, etc.

Llevan 30 años recorriendo el mundo con su neo-feminismo radical pero sin violencia y como ellas mismas explican en una gran frase “nada tiene más éxito que el éxito”.