Marina Sorín (fotomontaje de Lola García Garrido, diseño de Malena Merlina).

Somos músicos libres y, en esa libertad, puede pasar de todo, confiesa al otro lado del teléfono Marina Sorin. Hablar con esta porteña del 77 es viajar al circuito de los clubes nocturnos de jazz y otros sonidos afines en Madrid. La improvisación, el sentido del humor, las ganas de aprender y colaborar con gente nueva han sido mis únicas certezas, dice esta virtuosa instrumentista que hace unos meses estrenó un proyecto en solitario con su nombre, donde canta por primera vez.

Reputada chelista y referente contemporánea del fonofiddle (un instrumento de cuerda que se toca con un arco mientras el sonido emerge de un fonógrafo), cuenta que de repente un buen día sintió la necesidad de usar su voz. Ya cantaba un poco, me lo paso pipa haciéndolo, pero es algo que nunca había explorado en profundidad.

Desde entonces ha publicado un puñado de canciones donde se mueve entre la libertad del jazz y el pop de autora como Novedades, En Una Laguna y Un Mundo Raro. Por momentos recuerda a propuestas de culto en español como las de Single por el ingenio de sus letras y la imaginación desbordada de las melodías.

Detrás de la composición y la producción está su antiguo cómplice Nacho Mastretta. Él me ayudó a componer las canciones entre noches de vinos acompañadas de buena música, desvela.

A la fiesta se suma toda esa familia de artistas que se ha ido formando estas dos últimas décadas en torno a la efervescencia creativa de Mastretta y otras bandas amigas: Nicolás Nieto (guitarra y coros), Érika López (piano y coros), Pablo Navarro y Héctor Rojo (contrabajo), Coke Santos (batería y coros), Augusto Bracho (cuatro y coros), Luca Frasca (órgano), Diego Galaz (serrucho y mandolina) y Martín Bruhn (percusión).

El Café Berlín de Madrid, un semillero

Antes de que la pandemia paralizara todo entre un mar de incertidumbre, Marina Sorin logró dar un concierto en el Café Berlín de Madrid, su “refugio” en la capital de España. Es nuestra casa desde hace mil años, admiramos mucho a los propietarios, han convertido esta sala en un semillero de apoyo para los artistas independientes, dice.

Lamenta la crisis que están atravesando los locales de música en directo tras la parálisis por la emergencia sanitaria. En el Café Berlín están luchando a tope; ojalá en septiembre podamos volver a tocar allá. A mí también me ha afectado, desde el punto de vista emocional estuve en shock los primeros meses, la música que hacemos es optimista y alegre y en una situación tan delicada no es fácil crear.

Para Sorin el directo es la sublimación de su arte. La comunicación con el público es algo especial que no se puede sustituir por la tecnología. Estar frente a la gente, notar su energía… pienso que la música es eso, compartir la emoción que tú sientes con los demás.

En aquel concierto en el Café Berlín a finales del año pasado ya pudo presentar en vivo algunas canciones nuevas como Todos Gustan De Mí, donde canta con ironía: Vivo de fiesta, todos gustan de mí: reyes y reinas, todos gustan de mí. Sueño despierta, todos gustan de mí.

Sus composiciones capturan la sensualidad del buen cine francés, tienen la fuerza de una banda sonora cargada de picardía, navegan entre lo onírico y lo cotidiano, entre el romanticismo ensoñador de la película Amélie y el surrealismo intelectual de la extinta banda barcelonesa Astrud.

Aunque ahora está más interesada en dar espacio a la voz, no ha descuidado la instrumentación. La parte melódica es fundamental, en mi forma de entender la música la melodía es la gran dama.

Tocar junto a su ídolo de la adolescencia

Marina Sorin llegó a Madrid en 2000 para vivir la experiencia y quedó prendada de esa ciudad libre de gente hospitalaria. Desde entonces es su hogar. Al principio tocaba en la calle y ganaba un dinerito, en Argentina nunca me hubiera atrevido a hacer algo así porque allá la gente me conocía, bromea.

Estuvo cuatro años como violonchelista en la compañía del bailaor Joaquín Cortés. Aprendí una barbaridad, fue una escuela de música popular para mí. No tenía ni idea de flamenco, ni sabía qué eran las bulerías, apenas tenía un disco de Camarón por ahí perdido. Fue una experiencia agotadora y alucinante, siempre estábamos viajando.

Fiel a su instinto libre, un día de 2009 decidió dar un giro a su carrera. Desde hacía tiempo venía enredando para formar un proyecto junto a Luca Frasca, un show especial con piano y violonchelo. No queríamos que fuera demasiado serio, por eso le dimos un aire cómico y poético, fue mi primera experiencia como compositora, recuerda. Desde entonces, con El Show de Dodó han tocado por toda España, Portugal y Argentina. 

También por esa época me uní a la orquesta Mastretta, cuenta. Es un proyecto realmente formidable en el circuito de la música instrumental y la improvisación. Nacho genera un ambiente de mucha libertad, con su entusiasmo da sabor a estas canciones preciosas para luego defenderlas en directo. Se armó una comunidad linda y muy variopinta en torno a la banda con españoles, argentinos y británicos, cada uno con sus identidades, desde el jazz hasta el rock o el tango.

Marina Sorin menciona otras bandas que navegan en las mismas aguas de Mastretta, como Racalmuto o Fetén Fetén, y un largo listado de colaboradores con los que ella ha trabajado, entre ellos Josele Santiago y Natalia Lafourcade, además de su ídolo en la juventud: Fito Páez.

Desde adolescente he sido muy fan, imagínate la emoción cuando un día me llamaron porque él quería colaborar en vivo conmigo en un concierto en Madrid junto a varios invitados (de ahí saldría el disco No Sé Si Es Baires O Madrid, grabado en directo en 2008 en el Palacio de Congresos). Yo intervine en la canción Un vestido y Un Amor con Gala Évora. Fue majísimo al conocerle, todo un regalazo.

La comunidad de la sierra de Madrid

Hace tres años Marina Sorin dejó el barrio que le acogió en Madrid, esa Malasaña que un día fue bohemia pero ha ido gentrificándose hasta casi perder su esencia, y se mudó a la sierra. En pueblos como Galapagar, Colmenarejo, Manzanares y El Escorial se está formando una comunidad artística increíble, con músicos de todos los estilos. Menciona a Javier Colina, Érika López, Nacho Mastretta, Gonzalo MaestreTe podría hacer una lista de más de 30 nombres increíbles, asegura.

Una tribu entusiasta que sólo necesita una cosa: un circuito en directo donde tocar, eso es lo que falta en la sierra de Madrid. Denuncia que desde las instituciones sólo se apoya a los toros y la gastronomía, pero se deja de lado a la cultura, y a la música en particular. Hay ahora mismo tanta gente interesante a la que habría apoyar, especialmente después de la pandemia.

En un programa para Gladys Palmera en 2015 Andy Chango definía como “promiscuidad musical” lo que practican Nacho Mastretta, Marina Sorin y Luca Frasca. La artista no está de acuerdo del todo, dice que lo suyo es más una búsqueda de la libertad y de nuevos horizontes.

Esa ansia por renovarse le ha llevado a grabar canciones nuevas como Me Equivoco, donde recupera en clave de humor una escena cotidiana. Un amigo me contó un día que se la pasaba pidiendo perdón a todo el mundo porque siempre se estaba equivocando y esa idea me llevó a escribir una canción.

Me equivoco, me confundo, tropiezo cada segundo, a todo el mundo le pido perdón, discúlpeme, y cuando siento su mirada, siendo yo tan delicada, me van a deslumbrar, arranca la canción.

Cuenta que el disco bajo su nombre va a salir pronto, que ya está ultimando las últimas canciones. Y afronta el futuro con una mezcla de incertidumbre y muchas ganas de seguir haciendo música y tocando en directo. Soy una escéptica moderada, desde que todo se cortó de manera abrupta me he centrado en enredar con nuevos temas desde casa, pero el plan es volver a tocar frente al público pronto.

Sus composiciones capturan la sensualidad del buen cine francés, tienen la fuerza de una banda sonora cargada de picardía, navegan entre lo onírico y lo cotidiano, entre el romanticismo ensoñador de la película ‘Amélie’ y el surrealismo intelectual de la extinta banda barcelonesa Astrud.

Playlist

1. Marina Sorin – En una laguna
00:00:12
2. Marina Sorin – Un mundo raro
00:02:46
3. Marina Sorin – Novedades
00:04:20
4. Marina Sorin – Todos gustan de mí
00:07:20
5. Marina Sorin – Me equivoco
00:10:55
6. El Show de Dodó – Mademoiselle
00:13:53
7. El Show de Dodó – El orco
00:16:50
8. Luca Frasca – Todo el mundo
00:20:41
9. Mastretta – Viento nocturno
00:24:48
10. Mastretta – Música de automóvil
00:26:30
11. Mastretta – Sábanas blancas, cama estrecha
00:29:15
12. Mastretta – Blue perro
00:32:12
13. Fito Páez – Un vestido y un amor
00:36:43
14. Racalmuto – Powerhouse
00:40:06
15. Fetén Fetén – Chocolat (Swing)
00:43:34
16. Josele Santiago – Un guardia civil
00:47:11
17. Natalia Lafourcade – Hasta la raíz
00:50:50

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