Yaida Jardines (foto: Corinne Jamet, diseño gráfico: Caroline Constant).

Nacida en Santiago de Cuba, Yaida Jardines fue primero una revelación del son cubano, en 1999, cuando irrumpió con su primer álbum Son al son, en una Europa hambrienta de música cubana tras el fenómeno Buena Vista Social Club. Con los años, afincada cerca de la capital francesa, se ha convertido en la voz cálida y elegante del feeling parisino. Cantando en francés y en español, entre jazz y ritmos afro-latinos, nos regala unas nuevas páginas de sus vivencias musicales en su nuevo y excelente disco Emociones. La hemos entrevistado.

Tommy Meini: La portada es solar y el álbum abre con la canción de Jean Ferrat C’est beau la vie. ¿Encontraste la felicidad?

Yaida Jardines Ochoa: Sí, aquí en París encontré mi gran amor hace 18 años, Patrick Manzanero, junto al que vivo feliz compartiendo esa dicha con nuestros hijos Rafël, Louna y Laly. Ellos y mis padres son mi mayor razón de vivir.

TM: ¿Qué significa este nuevo álbum para ti?

YJO: Emociones es un homenaje a mis dos patrias, Cuba y Francia. A las emociones que siento, aquí en Europa, siendo cubana. Estoy dividida entre la nostalgia de la tierra en la que crecí y la felicidad que encontré en la tierra que adopté, o que me adoptó. Para traducir esta paleta de emociones, fue natural para mí escoger autores influyentes tanto franceses como cubanos, o latino-americanos que hacen parte del panorama bolerístico cubano, tal como Consuelo Velázquez. El formato musical que me acompaña también me permite incursionar en varios géneros, con la intención de provocar con cada canción una nueva emoción.

TM: Cantas Mañana será hoy, una canción rara vez escuchada de la santiaguera Numidia Vaillant. ¿Ella fue importante para ti?

YJO: Tuve la oportunidad de estar cerca de nuestra querida Omara Portuondo en varias ocasiones durante sus viajes a París. Con ella me aprendí algunas canciones de nuestro riquísimo repertorio de boleros cubanos y conversamos mucho sobre esos años florecientes del feeling. Un día me preguntó si conocía a Numidia Vaillant, una compositora y pianista que podía ser una persona clave para mi carrera. Le respondí que no, e inmediatamente nos puso en contacto. Conocí a Numidia cuando ya había perdido la visión y estaba muy débil de salud. Nuestros primeros encuentros resultaron largas conversaciones telefónicas. Luego me abrió las puertas de su casa y más tarde las de su corazón. Me estremeció escucharla decir que conocernos había sido un regalo de Dios para ambas.

Hablàbamos de nuestras vidas, de la historia de la música cubana, de su historia familiar, y por supuesto la noche terminaba con sus manos puestas en el piano conmigo a su lado con los ojos cerrados sacando del pecho mi más comprometido canto. Fue una de esas noches cuando me alagó diciendo que “yo era la nueva voz de la emoción al cantar”. Fue en ese momento donde se formó el compromiso de concretar Emociones. Un dia le pedí permiso para escoger una canción e interpretarla en mi disco y esa fue Mañana será hoy, canción que describe su modo de ver y de vivir la vida.

Le pedí al bajista cubano Felipe Cabrera hacer un arreglo y la grabamos. No tuve la oportunidad de cantarla con Omara para sellar nuestra maravillosa historia, pero alcancé a hacerle escuchar a Numidia. Nunca olvidaré ese día, Omara pasaba a la sala Pleyel en París. Lo coordinamos todo, y con la ayuda de Jean Michel Delaroche, médico y gran amigo de Numidia, pudieron darse un abrazo después de tantos años y escuchar el arreglo. Numidia se quedó maravillada y agradecida. Me dijo: “Solo tú puedes hacerlo, dejo toda mi obra en tus manos y en tu voz”. El enigma de Numidia atrapó mis más profundos sentimientos. Me prometí sacar a la luz la belleza armónica de su universo musical. Mi voz la acompañó hasta el último día de su vida…

TM: Tejes puentes entre Francia y Cuba con Desde París a Santiago y versiones latinas de clásicos franceses.

YJO: Efectivamente, en el disco hay muchos puentes. Cada canción representa algo importante para mí, en el camino físico y espiritual que hice entre Cuba y Francia. Por ejemplo, C’est beau la vie, de Ferrat. Él visitó Santiago de Cuba y se quedó enamorado de la capital oriental. Tanto así que compuso una canción para el carnaval: À Santiago de Cuba. Desde París a Santiago es un magnífico arreglo de Pity Cabrera.Él vino con su magia a consolidar el puente, un puente lleno de magia, de amor, de ritmos, de complicidad y sensibilidad artística.

TM: ¿Extrañas a Cuba?

YJO: Guárdame el secreto, pero el mar y el cielo azul de Cuba me place mezclarlo en cada sueño con el glamour parisino. Necesitaría un pincel maestro para reunirlo todo, y solo entonces dejaría de extrañar…

TM: Háblanos de los músicos que te acompañan en este disco, y son figuras de la escena latina en París.

YJO: Son extraordinarios seres humanos a parte de ser excelentes músicos. Te confieso que soy una persona extremadamente sensible, necesito sentirme a gusto con las personas con las que trabajo. Siento un gran respeto y admiración por cada uno de ellos. Sin su ayuda e implicación Emociones no hubiera visto la luz y les estoy profundamente agradecida.

Fabuloso Pity Cabrera, tiene la magia de captar al vuelo lo que quiero cuando vengo con una idea nueva. Para él todo es posible, tocar el piano e incluso tocar las nubes, se pone en función de mi voz y me da la posibilidad de crear a su lado, de reinventarme. Tenerlo junto a mí en este proyecto es más que un regalo, de él son los arreglos, la dirección musical y artística.

Tienes también al gran maestro Felipe Cabrera en el contrabajo y algunos arreglos muy lindos. En el saxofón está Irving Acao. Lo escuché tocar un día con un jazzista americano y me quedé enamorada de su color, de su combinación única de dulzor con sabor.

Luego están Inor Sotolongo en la percusión y Abraham Masfarroll en la batería. Son dos seres maravillosos que embellecen de la nada todo el trabajo de creación. Cuando menos lo esperas te sacan un instrumento raro del bolsillo, un instrumento que le da la connotación que quieres a cada canción. Con todos ellos, me siento a la vez apoyada y feliz.

Agradezco en este disco al guitarrista Slim Pezin que junto a su ingeniero de sonido Maxime Lefèvre me abrió las puertas de su estudio Claudia Sound para realizar este proyecto. A mi gran amiga Catherine Poensin por toda su ayuda en el proceso de creación y realización del disco.

Le doy gracias infinitas a mis seguidores, a ese publico maravilloso y caluroso al que doy cita en cada lugar que me produzco. Me complace poder compartir con cada uno de ellos mi música y darles lo mejor de mi en cada concierto.

Dice Yaida: "en el disco hay muchos puentes. Cada canción representa algo importante para mí, en el camino físico y espiritual que hice entre Cuba y Francia. Por ejemplo, C’est beau la vie, de Ferrat. Él visitó Santiago de Cuba y se quedó enamorado de la capital oriental. Tanto así que compuso una canción para el carnaval: À Santiago de Cuba. Desde París a Santiago es un magnífico arreglo de Pity Cabrera. Él vino con su magia a consolidar el puente, un puente lleno de magia, de amor, de ritmos, de complicidad y sensibilidad artística".

Playlist

1. Yaida Jardines Ochoa - C'est beau la vie
00:00:11
2. Yaida Jardines Ochoa - Bilongo
00:02:50
3. Yaida Jardines Ochoa - Cachito Mío
00:06:33
4. Yaida Jardines Ochoa - Desde Paris a Santiago
00:09:39
5. Yaida Jardines Ochoa - Mañana Será Hoy
00:12:33

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