Crecer gay en la sociedad conservadora del Chile de los 80 y 90, la identidad latina vista desde la migración hacia Estados Unidos, el espacio que ocupan los que aún son considerados ‘diferentes’ por una sociedad que se resiste a arrancarse el manto pegajoso y anacrónico de la homofobia y, especialmente, el tremendo poder liberador de la expresión corporal desprejuiciada cuando estás gozando con la música son algunos de los temas que resuenan entre estos ritmos perfectos y melodías pegadizas.
Alex Anwandter fue un niño adelantado que empezó a tocar el violín a los seis años y, desde entonces, no ha parado de crear, ya sea desde la música -en solitario y junto a artistas como Gepe, inspirado en leyendas pop como Michael Jackson o Robyn- o desde el arte visual. Con su nuevo álbum, donde colaboran talentos contemporáneos como Buscabulla, Javiera Mena, Julieta Venegas o Christina Rosenvinge, se reivindica como uno de los grandes autores de pop bailable en la actualidad.
José Fajardo
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