El Cuarteto Bécker

Lamento mucho no haberle preguntado mil cosas más al viejo Remberto.

En aquellos años yo era bastante ignorante con respecto a nuestra música. Luego fui a México y solamente allí me enteré, que aquel anciano sonriente que visitaba casi a diario a sus hermanas en el apartamento junto al mío, era el autor de Llegaron las golondrinas, El guardia con el tolete, A toda Cuba le gusta y ese tema citado, recitado y usado por mí a cada momento, cantado por el dúo Los Compadres, que formaban en aquel momento los hermanos Hierrezuelo, era suyo. Me refiero a Cómo cambian los tiempos, que decía en su estribillo impetuoso:

¡Cómo cambian los tiempos Venancio!
¿Qué te parece?
¿Qué te parece Venancio cómo cambian los tiempos?.

Un día me habló de Benny Moré y me contó que “El Bárbaro del Ritmo” estuvo a punto de cantar algunos de sus temas. No pudo ser, como no pudo ser que lo acribillara a preguntas sabiendo hoy su estatura y su importancia: sucedió la muerte, que todo lo troncha y lo interrumpe. Él y todos nosotros perdimos el regalo de escuchar, aunque fuera una de sus canciones, en la voz del Benny.

Tengo con él esporádicos encuentros imaginarios. Hago como que camino en la noche por la calle San Miguel, y llego a la esquina, donde está el Palermo Club, en la calle Amistad. Allí lo espero, porque esa noche del año 1943 vendrá él con su tropa, el Cuarteto Becker, y estarán con él Orlando Vallejo, Carlos Querol y Elías Castillo; con Carlos “Patato” Valdés en la percusión.

Sigue en mi sueño sonando la jocosa guaracha cantada por Los Compadres:

Las mujeres de otros tiempos,
se tapaban las canillas,
ahora la moda es,
arriba de las rodillas.

Cuántas cosas dejé de preguntarle a Remberto Bécker. Pude conocer tal vez el misterio de su obsesión con las golondrinas. Quizás había heredado su necesidad de anunciar su arribo del poeta sevillano Gustavo Adolfo. Pero las del otro Béquer eran oscuras, y sospecho, por la claridad de la voz de Barbarito Diez, el mejor intérprete de su tema Llegaron las golondrinas, que las de su canción eran más claras, pálidas, refulgentes.

Cierro los ojos y veo a Remberto sonriendo, esperando el batir de las alas de aquellas visitantes, mientras respira el aroma del café. Se escucha desde lejos la voz de Barbarito diciendo:

Ya llegaron a mi ventana las golondrinas
que con sus alas anuncian cosas
que hay que observar.
En el invierno y en la mañana
veo la neblina,
mis ricas plantas ya se me empiezan
a marchitar.
En mi ventana quiere anidar
una golondrina…

De todos modos, a Remberto le venían mejor las gaviotas, porque estábamos muy cerca del mar, allá en el Castillo de La Chorrera. Y porque había nacido cerca de allí, en la calle 14 y 11, en El Vedado.

Había trabajado como pintor y decorador, y era un gran caminante. Nadie imaginaba entonces que llegaría a vivir más de cien años, vital, cordial, siempre dispuesto a la conversación y los recuerdos.

Ahora sé que no fue solamente Benny Moré quien no pudo cantar sus creaciones. También la muerte se llevó a Ignacio Villa, Bola de Nieve, a quien le cantó un tema suyo, y Bola, sonriente aceptó hacerlo: “la respuesta fue al darme dos golpes en el hombro: Dile al Niño Rivera que me haga la parte del piano para cuando venga de México y allá falleció”.

Pero sé que Remberto y su recuerdo irán siempre conmigo. Y sonarán Pío Leyva, Barbarito, Machito y sus Afrocubans, y, sobre todo, Lorenzo y Reynaldo Hierrezuelo, Los Compadres, que volverán incesantes de todos los olvidos posibles, y arrastrarán con ellos a Venancio:

Ayer fácil te morías,
si te dolía un riñón,
y hoy riendo te hacen (jajajajaja),
transplante de corazón.
¡Como cambian los tiempos! ¡Loley!
¡Oye cómo cambian los tiempos, Venancio!
¡Cómo cambian los tiempos!

Hay un disco con sus temas en la voz de mi amigo Ramón Fabián Veloz. Él lo recuerda con gratitud. Por su boca supe la historia de aquel rescate de la música de Remberto Bécker. Cuenta Ramón Fabián: “Recuerdo con mucho cariño, cuando después de muchos años de trabajo y haciendo música buena, el director de la Egrem le dijo que sí, que le iban a grabar un disco con su música y le pidió diferentes cantantes y él le dijo, no, mi disco lo canta completo Ramoncitin. Cuando me lo contaron me emocioné mucho, es algo que nada más entendemos los que saben de esas cosas, pero fue un honor que él dijera eso de mí”.

Tendré que preguntarle muchas cosas a Remberto en la otra vida, si la hay. Y de vez en cuando, en noches frescas y claras, me acercaré al Palermo Club, al cabaret La Campana, al Night and Day o al Sierra, a preguntar si ya empezó a tocar el Cuarteto Becker. Miraré al cielo por si vienen ya las golondrinas, y cantaré, en voz baja otro de sus éxitos, antes de que se muera otra vez, como ya hizo el 9 de enero del 2012, en su Habana querida:

A toda Cuba le gusta el ambiente de guaracha,
apretar a las muchachas lo mismo que el marañón.
Qué me dice de un danzón, de una rumbita caliente,
un guateque allá en Oriente, esa caliente región.
Allá va mi inspiración, desde mi Habana querida,
es de allí la preferida mujer de mi corazón.

Cierro los ojos y veo a Remberto sonriendo, esperando el batir de las alas de aquellas visitantes, mientras respira el aroma del café. Se escucha desde lejos la voz de Barbarito diciendo: “Ya llegaron a mi ventana las golondrinas".

Playlist

1. Pio Leiva y Ramón Huerta - Llegaron las golodrinas
00:00:25
2. Barbarito Diez - Llegaron las golondrinas
00:03:33
3. Orquesta Banda Kubavana - A toda Cuba le gusta
00:06:10
4. Los Compadres - Como cambian los tiempos
00:08:59
5. Tony Tejera y su Conjunto - Tirando tiros
00:12:04
6. Machito and his Afrocubans - El guardia con el tolete
00:14:22

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