Dexter Gordon: la vida como jazz, el jazz como la vida
En su libro recientemente publicado en castellano, Maxine Gordon explora el mundo del genial saxofonista pionero de bebop.
Hecho con corazón y alma, el libro escrito por Maxine Gordon, la esposa y también manager del legendario saxofonista tenor Dexter Gordon, cuenta la historia del músico y su entorno, desde su niñez en Los Ángeles, hijo de un respetado médico, y sus comienzos con la orquesta de Lionel Hampton cuando era aún adolescente, hasta su largo exilio en Europa, su triunfante vuelta a Nueva York, y su fama como actor en el papel de un músico de jazz en declive en la película Round Midnight.
Para la autora, su monumental libro sobre el pionero de bebop conocido como “El gigante sofisticado” es como una composición de jazz.
El libro, recientemente publicado en español (Turner) bajo el simple título Dexter Gordon, entrelaza las memorias del mismo Dexter con los recuerdos de Maxine, y con un narrativa que es resultado de una investigación exhaustiva propia, que revela no solamente la historia de jazz contada desde adentro, sino que también trae a la luz el prejuicio apuntado históricamente a los músicos afro-americanos por la policía en Estados Unidos.
No es la típica biografía, me dijo Maxine durante una visita a Barcelona para presentar el libro, títulado originalmente Sophisticated Giant en su versión en inglés, en 2018. Enfatizó que el libro, ganador del premio Libro del Año por la Asociación de Periodistas de Jazz (JJA) de Estados Unidos, no es la típica biografía de jazz…[Otras] no hablaban de cómo era ser negro si habías nacido en 1923… Sabía que ese era el tipo de libro que yo quería escribir.
El jazz es una forma de pensar, dice Maxine, Es una forma de vivir. Una vida que compartió con Dexter empezando en 1976, cuando se conocieron “on the road”.
Las raíces del libro fueron unas reflexiones y anécdotas para una autobiografía que el músico había empezado de escribir años después en Cuernavaca (México), donde la pareja pasaba frecuentemente el tiempo fuera de la carretera, y lejos de los inviernos neoyorquinos.
Antes de su fallecimiento en 1990, Maxine prometió a Dexter que terminaría el libro. Para ello, se inscribió en la City University of New York, en el departamento de estudios africanos y latinos.
El libro incluye un esclarecedor relato de las leyes sobre drogas en Los Ángeles de mediados de siglo, donde las huellas en los brazos o las pupilas dilatadas podían llevarte a la cárcel. (Los músicos de jazz eran objetivos frecuentes de la policía en los años 50, cuando Los Ángeles lideraba las estadísticas de la nación en arrestos por narcóticos). Dexter Gordon pasó varios meses en la cárcel de Folsom y, en una entrevista citada en el libro, afirma que el encarcelamiento le salvó la vida al mantenerle alejado de la heroína.
Dexter saldría de esa década oscura, firmando un contrato con Blue Note Records en 1960, y en 1962, dirigiéndose a Europa, donde permaneció durante 14 años. Vivió en Copenhague y se convirtió en ciudadano danés. Maxine trabajaba como road manager para una promotora de conciertos holandés cuando se le asignó la destinada tarea de llevarle a él y a su grupo de vuelta a Copenhague en vísperas de una huelga de trenes en Francia, y se vieron por primera vez. Pronto organizó una gira por Estados Unidos con Dexter en 1976, un regreso triunfal que culminó con un concierto en el Village Vanguard de Nueva York.
Después llegó Round Midnight, la película del director francés Bertrand Tavernier que le valió a Gordon una nominación al Oscar al mejor actor (perdió frente a Paul Newman).
Como el personaje que interpretó Dexter en la película, son demasiados los músicos de su época que el público recuerda más por sus luchas con tentaciones oscuras que por su música.
Una de mis misiones es refundir la historia [resaltando] la humanidad de estas personas, dice Maxine. Cuenta que tras la muerte de Dexter, recibió más de mil cartas, y más de una de ellas decía que escuchar las baladas del gigante del saxo les había alejado del suicidio.
Con su libro, ella ha podido cumplir con el deseo de Dexter de contar “cómo era la vida de un músico de jazz, cómo era la gente que le rodeaba, y cómo este mundo del jazz le hizo una vida que amaba”.