A través de la voz, las percusiones y un manto electrónico construido por ella misma junto a colaboradores como Ramón Pérez Prieto (del fascinante grupo peruano Novalima), Pahua funciona como una placentera vía de escape en estos tiempos tan confusos y hostiles, un oasis con ritmos profundos que nos conectan con lo espiritual y lo intangible de la naturaleza salvaje, donde la autora se reivindica con un poderoso mensaje de reafirmación de la feminidad.
Este primer EP resulta prometedor, sin llegar a las cotas más geniales de su proyecto paralelo con Sotomayor, sí apuntala el camino a seguir en una senda que discurre por donde antes ya pasaron referentes de la folktrónica contemporánea desde Latinoamérica como Chancha Via Circuito, al mismo tiempo que se suma a un grupo de mujeres (La Chica, entre ellas) que están reformulando la música contemporánea en español.
José Fajardo
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