El mundo solo posee una Björk y el MoMA que es el lugar sagrado de todo artista contemporáneo, le dedica una retrospectiva a la mujer de  la tierra de los glaciares y volcanes. A la poderosa crítica artística neoyorkina no le ha gustado.

Con nombre en latín -sabemos que es muy culta- se titula Vulnicura. Habla de la pérdida y del desamor, así sabemos que personajes tan cool y raros como ella, también lo sufren. En todo ha sido muy vanguardista; el padre de su hija es un artista cercano a ella -estéticamente hablando-  y uno de los más emblemáticos de todo el arte actual: Matthew Barney. Después de una década juntos, se separan; él la ha dejado y ella sufre.

“Canto pero no para quitarme el dolor, sino porque es mi oportunidad de sanar, la forma de olvidar es atravesando el dolor, no haciendo que sea una cosa fácil, porque eso no sirve a largo plazo”. Hablar de temas como su reciente ruptura, han servido para que entregue uno de sus mejores discos en años.

Artista de mucho talento. Única. Extraordinaria. A la que se puede definir de muchas formas, pero una cosa está clara: solo hay una Björk. Su octavo y último álbum Vulnicura, lo ha soltado como si de un pájaro se tratara en Nueva York, junto con la retrospectiva, que le ha llevado a ser más publicitada que nunca. Vulnicura dice es “un álbum de completo desengaño repleto de cronología emocional”. Suena experimental y un poco raro, ¿no? Bueno, estamos hablando de Björk.

La exposición, que se inauguró el 7 de marzo, se titula simplemente Björk. Es una puesta en escena de una cantante muy visual en la se proyecta una película en 3D del director Andrew Huang. La muestra, organizada por Klaus Biesenbach, conservador jefe del museo presenta los vídeos, el arte visual, el vestuario, y el texto de toda su carrera y se describe como “biográfica con imaginación ficticia”. Los textos están escritos por la cantante y el escritor islandés Sjón. Además están las colaboraciones de Björk con directores de video, fotógrafos, diseñadores de moda y artistas.

En la exposición hay muchas referencias a Islandia. Björk ha ayudado a poner a este país en el mapa, pero también lo hizo el volcán impronunciable, Eyjafjallajökull; el turismo subió después de la propagación de la nube de ceniza. Ese paraíso está amenazado y ella está implicada en su defensa. No es extraño que un país tan pequeño tenga grupos más que influyentes en el panorama musical. Quizás debido a que el frío clima de la isla obligua a pasar mucho tiempo en las casas.

Musica y ecología se unieron en Biophilia, que se anunció como “una exploración multimedia del universo”. Lanzado en 2010, es un gran proyecto que cuenta con la colaboración de renombrados desarrolladores de aplicaciones, científicos, fabricantes de instrumentos y un coro islandés de 24 mujeres que estuvieron con Björk por más de tres años en su gira mundial. El MoMA lo ha comprado para su colección.

Björk – All is Full of Love