Clásicos cubanos por músicos africanos
Una selección de temas que pusieron a los países centroafricanos a bailar al ritmo del son cubano.
Existen varios factores en la difusión de los ritmos cubanos en diferentes países africanos. Uno fueron los discos de pizarra de 78 rpm de la serie GV, producidos en Estados Unidos y Europa de los años 30 a los 50 del siglo pasado e introducidos en el África Colonial. Muchos eran de son cubano, una de las músicas que sonaban en Radio Congo Belga, una emisora con sede en Léopolville (ahora Kinshasa, República Democrática del Congo). Esta radio fue otro de los factores que popularizó la música cubana hasta donde su señal le permitía, no solo en el Congo, sino en otros países. En su programación regularmente incluía música tanto de discos venidos del extranjero como de artistas locales. Y también proporcionó el acceso a los músicos congoleños a sonidos de otros lugares, sobre todo los de Cuba, a través de grupos como el Septeto Habanero y Trío Matamoros. Las bandas africanas comenzaron a hacer versiones cubanas y a cantar fonéticamente las letras. Cuando la música cubana llegó a las tiendas africanas como discos de 78 rpm en la década de 1950, cambió los sonidos africanos para siempre, e influyó considerablemente en la creación de muchos géneros de la música africana moderna, además se produjo una proliferación de clubes de música, estudios de grabación y presentaciones en conciertos de bandas cubanas en África.
También otro de los aspectos fue que mucha música vino en cruceros y sus orquestas. Igualmente tenemos que sumar a esto que, para las naciones africanas recién independizadas la revolución cubana de 1959 fue una gran inspiración tanto política como social o musicalmente y en una parte se convirtió en la banda sonora de la independencia de varios países.
Kolly Et Ses Acolytes (Malí) – Suave Nina – Walfrido Guevara
Durante la Guerra Fría, varios países africanos adoptaron una política socialista en su independencia en la década de 1960. Este fue el caso de la República de Malí, que se independizó de Francia el 22 de septiembre de 1960. Este posicionamiento antiimperialista llevó al desarrollo de relaciones privilegiadas con otros países socialistas del mundo. Además de ofrecer un modelo ideológico y político opuesto al imperialismo occidental, estas nuevas alianzas económicas y políticas también tomaron la forma de intercambios culturales. En los 60 muchos países del continente, al conseguir la independencia, mandaron a muchos jóvenes a estudiar a Cuba, donde volvieron impregnados de ritmos cubanos.
En la década de 1960 en Malí, el rock, el jazz, el twist y la música cubana eran los principales sonidos con los que la gente bailaba en los clubes nocturnos. Los estilos de música de Cuba fueron tan populares que llegaron ser la banda sonora de la era de la independencia.
La banda maliense, Kolly et ses Acolytes, dirigidos por el maestro del balafón, Keletigui Diabaté, demuestran la fuerte influencia que la música cubana ha tenido en el sonido de las grandes bandas malienses. Keletigui toca en esta pieza, del compositor cubano, Walfrido Guevara , Suave Nina, en la que también hay referencias sonoras de El Manisero
Keletigui Diabaté fue una de las figuras más grandes de la música contemporánea maliense. Fundador de Formation A, fue una de las primeras bandas de Malí, de principios de los años 60, después pasaría a tocar con los Ambassadors con Salif Keita. Desde 1993, ha actuado con la Symmetric Orchestra, una banda que comparte con el maestro de la kora, Toumani Diabaté y con el músico del ngoni, Bassekou Kouyate. También participó en la grabación del disco Songhai 2, con Ketama y José Soto.
Orchestra Baobab (Senegal) – El Son Te Llama – José Marquetti
La Orchestra Baobab se formó en Dakar en 1970, al amparo del Club Baobab, un local nocturno propiedad de Adrien Senghor, sobrino de Léopold Senghor, el primer presidente de Senegal. La orquesta sobresalía por sus sublimes y sofisticados arreglos, por la lírica de sus voces y por sus solos de guitarra. A mediados de los 70, eran una de las mejores y emblemáticas bandas de África Occidental. Era una banda en la que su repertorio se basaba en sonidos afrocubanos, más tarde esta música decreció en el interés de la gente y empezó el reinado del Mbalax, un género musical potenciado por Youssou N’Dour y otros grandes músicos senegaleses. Aunque el interés por la música afrocubana en Senegal ha vuelto, lo mismo que la Orchestra Baobab, que hace unos años grabó esta versión senegalesa del cantante y compositor cubano, José Marquetti, del tema El Son Te Llama.
Fonseca Et Les Anges Noirs (Cabo Verde/Senegal) – Babalú – Margarita Lecuona
Otro de los músicos que caminó por los ritmos cubanos fue el percusionista y cantante senegalés de origen caboverdiano, Luis Vieira Da Fonseca alias Fonseca. Apodado “el rey del ritmo afrocubano”, nació en Saint-Louis (Senegal) de madre senegalesa y padre caboverdiano. Creó el grupo Les Anges Noirs en Bruselas en la década de 1950, llamado así por el club de moda de Bruselas de la época. Fue muy popular en Bélgica, África y las Indias Occidentales. Su banda, Anges Noirs tuvieron como director musical y pianista a camerunés Manu Dibango, quien más tarde se convertiría en una de las figuras emblemáticas de la música africana. Fonseca fue uno de los pioneros de la música latina en África, y se hizo con un nombre sobre todo componiendo canciones con un trasfondo afrocubano, rumba, cha cha cha, bolero, guaracha, pero también morna caboverdiana, highlife de Ghana, beguine de las Indias Occidentales.
En 1976 grabó el disco Fonseca Et Ses Anges Noirs, en el que estaba una versión de Babalú una canción de la compositora, cantante y actriz cubana, Margarita Lecuona. Es un tema del que existen varias versiones, una de las más populares, fue la interpretación del cantante, compositor y percusionista cubano, conocido como Miguelito Valdés.
Grand Kalle & L'African Jazz (R. D. Congo) - El Que Siembra Su Maíz – Miguel Matamoros
Para entender la influencia de la música cubana en África, hay que viajar a los años cuarenta en los que triunfaban en todo el continente, grupos como el Septeto Habanero o el Trío Matamoros, potenciados por las ondas de Radio Congo Belga, una emisora construida por Bélgica y que se oía desde el Congo, y en otros países africanos. Los músicos hacían versiones y cantaban fonéticamente lo que escuchaban en ella y lo hacían en lingala, o en francés, el idioma de los colonizadores.
En la década de los 50 y 60 fue la música cubana la que influyó de manera decisiva en la creación de la rumba congoleña. Los músicos congoleños fueron los primeros africanos en adoptar el son cubano como matriz básica para crear un estilo musical propio que llamarían rumba congoleña y que tendría una influencia enorme en todo el continente
En 1953, José Kabasele, lanza en Léopoldville (hoy Kinshasa), su orquesta la African Jazz. Conocido con el alias de El Grand Kalle , innova asociando instrumentos de viento con el fin de plagiar los ritmos latinos. Una muestra de ellos es esta versión de Miguel Matamoros que hacen. Su título El Que Siembra Su Maíz.
The Black Santiago (Benin) - El Manicero - Moisés Simons
El compositor, trompetista y arreglista Ignace de Souza, nació en Cotonou (Benin). En los años 50 creó Alfa Jazz una banda que caminaba por una mezcla de highlife, boleros y foxtrot. Viajó a Ghana donde permaneció varios años. Allí fundó varias bandas, una Melody Aces y otra Black Santiago
La llegada al poder del presidente de Ghana, Kofi Busia, obligó a todos los extranjeros a abandonar el país. Ignace de Souza regresó a Benin y remodelo The Black Santiago con músicos de Ghana, Benin. Era una banda versátil, que dominaba muchos de los estilos musicales de África, y que se convirtió en una de las grandes orquestas amplificadas de África Occidental. En 1974 grabaron un álbum homónimo, en la que estaba incluida una versión del clásico del compositor y pianista cubano Moisés Simons: El Manisero.
Star Band De Dakar (Senegal) – Guajira Ven – Siro Rodríguez
Al igual que en el Congo, la serie discográfica GV comenzó a distribuirse en Senegal desde la década de los años treinta. Sin embargo, en el país no comenzaron a crearse conjuntos musicales que adoptaran el son hasta la década de los cincuentas. No es hasta lograda la independencia de Francia en el 1960 que en Senegal comenzaron a proliferar las bandas y conjuntos de música moderna. En ese mismo año se creó la Star Band, en el icónico
club nocturno de la ciudad, Le Miami para celebrar la independencia de Senegal en 1960. En sus comienzos, la Star Band y otras orquestas de la época asumieron la música afrocubana y hasta cantaban fonéticamente en español. Por la orquesta pasaron algunos de los músicos más influyentes del país como Youssou N’Dour. Algunos de sus antiguos miembros fueron reclutados para la primera Orquesta Baobab (ya que el club Baobab se abrió para competir con el Miami), y también para la banda con base en Abidjan de Laba Sosseh. La banda logró una perfecta simbiosis entre los sonidos cubanos y senegaleses. La Star Band de Dakar, fue una sólida escuela de formación para muchos músicos, especialmente para los cantantes que tienen en la mira los sonidos afrocubanos que promovía inexorablemente Laba Sosseh. Sus discos fueron grabados en el club Le Miami y sus canciones eran a menudo versiones de clásicos cubanos, como esta versión de la composición del miembro del Trio Matamoros, Siro Rodríguez, Guajira Ven.
Gnonnas Pedro (Benin) – Yiri Yiri Boum – Silvestre Méndez
Guitarrista de talento y dotado de una voz cautivadora, Gnonnas Pedro, nació en Benin y en un principio creó la Orquesta Los Panchos de Cotonú. Más tarde cambiarán su nombre por Dadjès Band, con los que modernizaría el ritmo de su región, el agbadja. Comenzó una segunda carrera a mediados de los 90 cuando se unió al grupo Africando.
Cuando Gnonnas Pedro, dirigió la Orquesta Los Panchos de Cotonú, su música era una mezcla de estilos cubanos y locales como highlife, o el agbadja. Esta mezcla definió su estilo y sonido en la mayor parte de su carrera. Como en esta versión del tema de Beny Moré: Yiri Yiri Bom.
Africando (Senegal)– Ken Moussoul Guis LI – El Carretero – Guillermo Portabales
Africando fue creado en 1992 bajo la iniciativa del productor senegalés Ibrahima Sylla, con su compatriota el cantante Pape Seck de la orquesta Baobab y bajo la dirección de Boncana Maiga, antiguo estudiante de música en la Habana. Un grupo que recuperaba y actualizaba la influencia de la música cubana o de la salsa en África, en unos tiempos que había dejado de estar de moda entre los jóvenes africanos. La banda era una idea que buscaba unir a grandes músicos africanos, con otros de la elite latina de Nueva York. Armados con un repertorio que camina por el Caribe, Nueva York y por África Occidental que nos hace apreciar bajo un nuevo enfoque algunos tesoros como El Carretero, del cubano Guillermo Portabales, rebautizado como Ken Moussoul Guis Li, en una sorprendente versión cantada en wolof.
African Khalam Orchestra/Xalam (Senegal) - A Comer Lechón – Emilio Domínguez & Sonora Matancera
El éxito de la música cubana en Senegal, se debe a que proporcionó una alternativa progresista tanto a la música africana tradicional como a la cultura hegemónica de los colonizadores, al actuar con una modernidad alternativa a los modelos europeizados tan predominantes en la posguerra.
La legendaria banda Xalam se inspiraba en la música tradicional de ese país para hacer una música moderna combinando ritmos dinámicos, poderosos y eficaces como el jazz, funk, o el rock. Generalmente cantaban en wolof. Incluían saxo, batería, percusión africana, bajo y guitarra eléctrica. Xalam grabó discos y realizó numerosos conciertos por todo el mundo. Tuvieron el privilegio de ser la única orquesta extranjera que ha tenido el privilegio de grabar para la exigente compañía estatal guineana Syliphone
La banda originalmente se llamaba African Khalam Orchestra, y con ese nombre editaron, en Conakry en 1971, su primera grabación con el joven Idy Diop como solista principal y era una versión de A Comer Lechón, una composición del mexicano, Emilio Domínguez, que fue uno de los tres temas, grabó junto con la Sonora Matancera.
Babacar (Senegal) – Bartolo – El Platanal de Bartolo– Electo Rosell Chepin
De origen senegalés, Babacar Sambe se ha interesado por la música afrocubana desde que tenía 14 años. Viajó a Cuba donde redescubrió sus raíces africanas a través de la música cubana. Creó la banda El Sabor Internacional de Babacar compuesta por músicos de origen cubano, latinoamericano, europeo, africano, y caribeño.
La sombra de los ritmos latinos en África es alargada, muchas de sus músicas están impregnadas de ellos. Hay numerosas versiones de grandes clásicos de la música cubana en el repertorio de diferentes artistas del continente. Una de estas es la canción El Platanal de Bartolo, una composición del músico cubano Electo Rosell Horrutiner más conocido como Chepin, de la que El Sabor Internacional de Babacar hizo está versión.
Sada Ly & Super International Band (Senegal) – Santa Barbara – Celina y Reutilio
Laba Sosseh fue un cantante y compositor senegalés de salsa y son. En 1966 ya había grabado su rarísimo primer disco, que pasó desapercibido y fue precursor de sus amores por los sonidos afrocubanos. Junto a Dexter Johnson fundó la Super International Band, una orquesta histórica formada por músicos senegaleses como el percusionista Aziz, el cantante Pape Fall, los guitarristas Cheikhna Ndiaye y Laye Salla, el cantante Sada Ly y algunos músicos marfileños. Grabaron una versión insuperable del tema de los cubanos, Celina y Reutilio: Santa Bárbara.
Number One (Senegal) – Guantanamera - Julián Orbon/José Martí
La melodía de la canción Guantanamera fue escrita en la década de 1920 por Joseíto Fernández, un popular locutor de la radio cubana, quien interpretaba la canción en su programa y cada semana inventaba nuevos versos basados en noticias de ese tiempo. Años más tarde el compositor de origen cubano Julián Orbón adaptó la canción utilizando en la letra un poema del poeta, ensayista y filósofo revolucionario cubano, José Martí. Después se han grabado muchas versiones y por ejemplo ha sido utilizada para otros fines, como canto entre los seguidores de un club de futbol inglés.
Una de las versiones la grabaron la Number One, una orquesta fundada en 1959 por el propietario del Miami Club, Ibra Kasse. Un local del que fueron residentes. Fue formada con miembros de otras bandas como Guinea-Jazz y Tropical Jazz. Años después varios de sus miembros abandonaron la orquesta. Uno de ellos el saxofonista nigeriano Dexter Johnson que dejó la banda junto con el cantante Laba Sosseh para formar Le Super Star de Dakar. Más tarde entraría en sus filas un joven Youssou N’Dour, aunque años después, abandonaría la Number One, para crear su propia banda, Etoile de Dakar. Pero años antes la Number One lanzó esta versión de la clásica Guantanamera.
Mar Seck – El Dulcerito (Senegal) – Florencio Hernández
En historia de la música senegalesa se produjo un cruce entre composiciones cubanas y el folclore senegalés que dio origen a la Salsa-Mbalax, una música de baile popular de los años 70 en Senegal que influyó en una generación más joven de músicos senegaleses.
El cantante y compositor Mar Seck, aparte de su trabajo en solitario, también tocó con la Etoile de Dakar, la banda de Youssou Ndour que más tarde se convertiría en la Super Etoile.
Su álbum Vagabundo recoge grabaciones realizadas por él, y que recoge una mezcla de música tradicional de Senegal, Malí y Guinea en perfecta armonía con los ritmos cubanos. Contiene 12 temas grabados en tres sesiones diferentes entre 1969 a 1980. Las primeras grabaciones están tomadas de una sesión de 1969 en la Radio Nacional de Dakar. Grabado con su primer grupo Super Cap-Vert y, capta a un Mar Seck de 18 años cantando en esta versión del cantante y compositor cubano, Florencio Hernández de El Dulcerito.
Keletigui Et Ses Tanbourins (Guinea Conakry) – Guajira Con Tumbao – Piloto Y Vera
En Guinea Conakry, el gobierno de Sékou Touré lanzó una política cultural revolucionaria conocida como autenticidad- Un concepto que modernizó y rehabilitó las artes escénicas a través de la acción directa del gobierno que suministró a los grupos, instrumentos musicales. Y se les alentaba a reflexionar sobre las prácticas culturales indígenas e incorporarlas a su nuevo trabajo. Para los músicos, esto significaba inspirarse en estos estilos musicales tradicionales, y fusionarlos con música cubana o jazz (estilos que no eran considerados extranjeros, ya que eran interpretados por músicos negros, descendientes de africanos y por lo tanto eran considerados como parte de la gran familia africana, y además Guinea era aliada de Cuba, y como una de las naciones africanas recién independizadas y junto a su público miraron hacia la revolución cubana de 1959, que fue de gran inspiración tanto política como social y musicalmente.
El impacto de la autenticidad en la música guineana fue tan revolucionario que cambió el rostro de la música popular, no solo en Guinea sino en todo el continente, ya que la Radiodiffusion Télévision Guinea (RTG), tenía unas de las señales de radio más fuertes de África occidental, y esto hizo que la política cultural de la Autenticidad se extendiera por todo el continente.
Una de sus orquestas, la de Keletigui Traoré estaba a la vanguardia de la revolución cultural del país y encabezaba el movimiento de autenticidad. Sus grabaciones en Syliphone se encuentran entre los primeros discos publicados por el gobierno guineano. El músico ya se había ganado una reputación antes de la independencia, y su influencia era tal, que el gobierno de Guinea, le nombró al frente de una de las orquestas nacionales del país, la de Keletigui et ses Tambourinis. Grabaron esta versión de los compositores cubanos, Giraldo Piloto y Alberto Vera, su título: Guajira Con Tumbao, seguramente influenciados por la versión del tema de la Orquesta Aragón, que había realizado una gira por África Occidental en la década de 1960.