El nuevo Festival Marvin
Hablamos con Manú Charritton, director del Festival Marvin, un evento clave de la música que va hasta el 28 de noviembre.
El Festival Marvin uno de los festivales más importantes de América Latina, y uno de los que tiene una visión más horizontal y transversal. Un auténtico festival cazatalento que ha sido la primera piedra de confirmación de algunos de los artistas latinos que más lo han petado en la última década, pero también un espacio en donde algunas de las figuras más importantes de la música alternativa pisaron por primera vez suelo mexicano.
Este 2020 hubiera sido el año de su décima edición, pero 2020 tenía otros planes también para ellos: luchar contra la corriente y sacarse de la manga un magno evento que se podrá disfrutar desde el 26 al 28 de noviembre con conciertos en seis ciudades (CDMX, Guadalajara, Buenos Aires, Madrid, Sevilla y Gotemburgo) de cuatro países diferentes (México, Argentina, España y Suecia) y en el que participarán artistas internacionales de la talla de CeeLo Green, Róisín Murphy, Roosevelt o La Femme; e iconos iberoamericanos como Gustavo Santaolalla, El Columpio Asesino, Nortec: Bostich + Fussible, Massacre o Daniel Melero, entre muchos otros.
Hablamos con Manú Charritton, director del Festival Marvin, acerca de cómo iniciaron esta inesperada transformación a la bitácora virtual y sobre qué podremos disfrutar y qué depara el futuro del festival.
Radio Gladys Palmera: Siempre tuvimos la sensación que el Marvin era un festival muy “físico”: como que la experiencia que se creaba presencialmente conseguía trascender meramente la idea de ‘música en directo’ o de ‘festival’ al uso; sino que había una compenetración con lo que pasaba allí. No sé cómo estáis viviendo la transformación al digital: si como algo exótico o si como algo que os gustaría seguir explorando en próximas ediciones, aunque el contexto vuelva a ser el de antes.
Manú Charritton: Si, es cierto. Nuestro festival se vive caminando por las calles, entrando y saliendo de los lugares, viviendo la ciudad y con la gente. Inicialmente la palabra virtual sonaba pésimo, pero luego la situación ya se volvió inevitable. Luego de un tiempo de empezar a pensar la idea empezamos a encontrar cosas positivas en la adaptación del evento a la versión virtual, al quitarnos la etiqueta de “el festival de la CDMX” para volvernos un evento que pueda suceder en muchos países a la vez y acercarnos más a públicos que habitualmente están lejos.
RGP: Da la sensación que es la edición que, al menos en números, tendrá un impacto mayor en gente viendo conciertos. Creo que sólo en los primeros días del anuncio habíais llegado a cerca de un millón de personas de gente comentando y haciéndose eco de esta nueva edición en diferentes redes sociales. ¿Cómo valoras esta gran respuesta del festival, teniendo en cuenta que hasta ahora el alcance del Marvin no era el de eventos como el Coachella o el Lollapalooza, por ejemplo?
MC: Nuestro evento tiene mucha fuerza mediática, ya que nació criado por la Revista Marvin, publicación musical más longeva del país. Pero en números de asistencia, no somos un evento que pueda compararse con los que mencionas, ni pretendemos serlo. Pero es cierto lo que dices, sólo el anuncio del festival estuvo cerca de lograr el alcance que plantemos para todo el festival, y cada día que pasa ha generado más interés a nivel internacional que es parte del objetivo y nos da mucho gusto.
RGP: En esta edición habéis ‘deconstruído’ la idea de concierto: en algunos casos, serán conciertos más largos, en escenarios con toda la banda; en otras ocasiones, serán actuaciones más domésticas; en otros, una mezcla de concierto y entrevista. ¿Por qué habéis decidido proponer esta variedad de miradas hacia la idea de ‘actuación’?
MC: Porque estamos viviendo un año muy complicado, y lo único que ha hecho posible que este bonito festival tome forma ha sido la colaboración de todos y cada uno de los participantes. Artistas, managers, agencias, fans, colaboradores y medios. Cada uno de los que es y será parte del evento decidió sumarse con lo que tenía y como podía. Si hubiéramos sido rígidos en nuestras ideas este concepto habría fracasado desde su inicio. Tuvimos que sortear muchos obstáculos, y seguimos haciéndolo aun a días del evento.
RGP: Si bien ya habíais hecho vuestras colaboraciones con otros espacios, ciudades y países, este es el año más internacional, con sedes en seis ciudades de cuatro países diferentes. ¿Es un modelo que os gustaría seguir explotando una vez se recupere la tan ansiada normalidad? ¿O es algo puramente coyuntural y que responde al contexto actual?
MC: Es muy interesante el punto al que hemos llegado. Siempre nuestro festival es muy elástico y vivimos al pendiente de los nuevos cambios que aparecen. Aunque sea en pequeñas cosas, vivimos innovando y planteando buenas ideas que encuentran eco tarde o temprano. Y este formato que hemos planteado solo se hay podido llevar adelante gracias a años de trabajo previo, relaciones y eventos realizados en el pasado. No nos da miedo probar cosas nuevas. Así nació nuestro festival.
RGP: Aunque siempre hubo una colaboración muy fluida con España y Argentina, da la sensación que en esta edición es cuando más se ha equilibrado la presencia de estos países con respecto a la de artistas de México, además que la mitad de las sedes serán en estos dos países. ¿Qué es lo que conecta tanto el espíritu del Marvin con la escena artística de estos países?
MC: Iberoamérica es un triángulo con México, España y Argentina como vértices. La conexión entre España y México es muy evidente hasta en gustos. Argentina un poco de cuece aparte, pero también mantiene dos vínculos paralelos y un poco diferentes con ambos. Unir todo en simultaneo está siendo interesante, y relevante para los medios de todos los países.
RGP: A lo largo de esta década de vida, el Festival Marvin muchas veces ha sido ese primer festival en el que muchos artistas iberoamericanos tocaban por primera vez: como una especie de bautismo de fuego, donde comenzaron a internacionalizar sus carreras. ¿Os sentís una especie de padrinos de algunos artistas iberoamericanos?
MC: Estoy de acuerdo contigo y me gusta que lo sientas así. Nuestro festival es la puerta más amigable para entrar a México, y nos esforzamos en que esto suceda y siga creciendo. Y este año estamos intentando aprovechar la oportunidad para explotarlo de mejor manera. Hemos cerrado colaboraciones tanto con la Secretaría de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, como con Casa América, en Madrid, Mondo Sonoro, Radio 3, varios medios importantes de Argentina y hasta la secretaría de Turismo de la Nación Argentina. Todos estos avances serán claros generadores de nuevas oportunidades para más artistas, a medida que nos vamos volviendo cada vez más visibles.
RGP: Retomando la pregunta anterior, ¿te animarías a decirnos cuál/es de los que tocan este año y quizá no sean tan mundialmente conocidos crees que están a punto de tener ese impacto global que tuvieron muchos de los que pasaron por el Marvin?
MC: Claro. Valgur es uno de esos casos (música muy moderna hecha en Oaxaca, con algunas letras en dialecto zapoteco). Los Cogelones también (garage del Estado de México, con vestimentas prehispánicas y algunas letras en otro dialecto llamado Nahuatl). Tripulación de Osos es otro (Hard rock, indie, con toques stoner de lo más relevante de Ecuador). Emilia y Pablo (dueto chileno madrileño que aborda el flamenco en una visión moderna y mezclado con cosas más folk o indie) . Barco uno más (argentinos, cabeza del nuevo indie argentino, con gran talento y ya una proyección internacional en Latinoamérica). GRLS definitivamente tienen un camino prometedor (de Mexico, firmados en la discográfica francesa Kitsune, muy jovencitos y con una visión en la estética sonora que me ha impresionado). Méne es otro joven talento muy interesante (de Monterrey, y fruto de esta nueva generación de artistas que trabajan desde su habitación mezclando R&B, urbano, Música electrónica, pop y quien sabe cuanta cosa más, con gran naturalidad). Monsieur Van Pratt es un productor de Nü Disco, Funk y Disco de CDMX que ya está editando muchos vinilos a nivel internacional y que ha finalizado 2019 en el top 100 de Tracksource para mejores DJs del genero. Bob Collins es un talento de Gijón que hemos descubierto gracias a nuestra convocatoria de nuevas bandas (la cual ganó con puntaje perfecto). Deberían seguirle la pista a ese muchacho. Hay mucho nuevo talento excitante, como cada año.
RGP: Siempre habéis tenido grandes cabezas de cartel, y este año el festival será uno de los pocos espacios en donde se van a poder escuchar las nuevas canciones de artistas mundialmente conocidos como CeeLo Green, Róisín Murphy, Faithless o Roosevelt, todos con disco o canciones nuevas. ¿Qué se podrá ver de ellos?
MC: Como mencionamos antes, lo que ellos tengan ganas de mostrarnos. Alguno seguro toque lo nuevo que trae, otro un par de canciones y quien dice que otro quiera mostrarnos una cara diferente a la que conocemos. Todo puede pasar. Será lo lindo de esta edición. Sólo esperen pasar un buen rato.
RGP: Hay una nutrida programación de charlas, encuentros con artistas muy consagrados como Él Mató a un Policía Motorizado, Francisca Valenzuela, Tweety González, Carca…; y también un espacio de interacción para agentes del negocio de la música. ¿Existe una deriva del Festival Marvin a convertirse en algo parecido al BIME: una feria de industria musical con una versión de festival de música en directo?
MC: Lo nuestro funciona al revés. Lo primero es ser fan de la música y de las bandas. De ahí proviene todo. Luego, llevamos seis años con este mercado musical que busca apoyar la profesionalización de una forma amigable, facilitar el networking y hacer que el festival musical se vuelva un mar mucho más amplio en el que puedas pescar y evitar que el show en vivo sea tu único anzuelo.
RGP: Supongo que es pronto para hacer cábalas, y más aún en los tiempos que estamos viviendo; pero no sé si ya estáis empezando a proyectar lo que será el Festival Marvin 10, posiblemente ya con actuaciones presenciales. ¿Qué nos podéis contar (si nos podéis contar algo)?
MC: Ni lo sueñes. En este mundo tan volátil sólo espero poder hacer el festival que viene en dos días y que todo salga más o menos como lo tenemos planeado. El primer aprendizaje que nos dejará 2020 es que hacer muchos planes tan a futuro puede no ser tan gran idea.
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