ÌFÉ, la extensión del amor y la vida
ÌFÉ es una propuesta singular en el mundo de la música. Su intención es trascender lo que entendemos como religión, culto, rezo y espiritualidad.
Cuando hablamos de ÌFÉ debemos hablar de la persona y vida detrás y al frente de ÌFÉ, Awo Ni Orunmila Otura Roso Mun. Entonces, para saber qué es ÌFÉ debemos saber primero quien es Otura Mun. Percusionista, DJ, productor, compositor y recientemente cantante, que un día decidió tomar un gran riesgo para empezar una importante parte de su historia personal y musical.
Creció y vivió gran parte de su infancia y adolescencia rodeado de música principalmente anglosajona, mucho góspel por parte de su madre. Cuenta Otura Mun que de alguna forma ‘rebelde’ se impuso a la obligación de aprender a tocar un instrumento tomando clases de batería. Sin embargo, eventualmente se enamora de este instrumento y por supuesto de interpretar y hacer música así que a muy temprana edad decide continuar estudiando la batería específicamente fundamentos de la batería. Poco tiempo después empieza a conocer el rap. Dice Otura que su vida fue en el campo, por tanto no tenían TV y por esto era algo difícil para él conocer o escuchar nueva música y más rap del momento; y agrega que los discos que escuchaba y lograba conocer lo hacía a través de sus amigos cercanos que, si tenían TV y consumían MTV y este tipo de cadenas televisivas. Tenías que luchar por la música, exclama. Pero a la par que seguía estudiando batería y conocía el rap, también se acercaba al “rock clásico” y psicodélico con grupos como Led Zeppelin, Pink Floyd, Misfits y varios más, porque además de rap sus amigos también escuchaban diferentes tipos de música.
Luego ingresa a la universidad. Cuenta Otura que él mismo decidió estudiar en una universidad muy competitiva específicamente en el área de la música, la University Of North Texas, una de las universidades más conocidas en el mundo del jazz y en el escenario de las marching bands.
Después de graduarse tuvo la intención de desligarse del mundo académico y de las bandas formales de jazz empezó a investigar y a trabajar por su cuenta en otras músicas y otras perspectivas de la misma. Se conectó con la música de percusión afrocaribeña y afrobrasileña, y estando en este mundo empieza a conocer más artistas con gustos, intereses e investigaciones en común como a Erykah Badu. Con ella y un grupo de distintos artistas empezó a “janguear” lo cual influyó bastante para lo que seguía en su camino musical. Se acercó mucho más al mundo del hip-hop y del rap, pero esta vez como DJ y productor.
En el año 99 sucede una de las decisiones y riesgos más importantes de su vida: decide viajar a Puerto Rico para continuar con la investigación de la música negra y afrolatina que también le interesaba. Llegó a Puerto Rico sin conocer mucho sobre la cultura ni el idioma del país caribeño. Realmente, afirma Otura Mun, lo hizo de puro amor y pasión por la música. Sin embargo, allí logró seguir trabajando como DJ aprovechando una naciente escena rave en el país boricua, además de producir y trabajar para grandes raperos del momento. Tiempo después conecta con Cultura Profética y un legendario grupo indie puertorriqueño llamado Superaquello.
ÌFÉ
Estando en Puerto Rico también produjo un gran proyecto llamado MIMA, luego tuvo un corto grupo de rap donde fue el DJ y productor. Sin embargo, en palabras de Otura lo “botaron” de este grupo y quedó sin nada, incluso sin amigos. Para Mun su propósito en Puerto Rico era estar haciendo música sí o sí o de lo contrario no tenía sentido para él seguir allí. Por esto resulta un tiempo de nuevo en Estados Unidos trabajando en una granja de marihuana. Pero su objetivo seguía siendo querer hacer música; así que con el dinero que logró ahorrar en aquella granja logra volver a Puerto Rico para retomar sus trabajos y proyectos en la música, esta vez con la rumba y la santería.
En su primera estadía en Puerto Rico conoció a un grupo de santeros que precisamente estaban trabajando con música y religión. Sin embargo, afirma que en ese primer momento no estaba listo para entrar en este mundo espiritual. Fue en su segundo regreso al país cuando se sentía con un vacío y curiosidad espiritual, es decir, ahora si listo para ser parte de la religión yoruba. Consultó a un babalao que resultó siendo su padrino en la religión y junto a su interés por la rumba, decide emprender un proyecto propio relacionado con lo espiritual, lo yoruba y la música.
Antes de desarrollar el sonido y la estética musical de este proyecto se le ocurrió el nombre. Nos cuenta que inspirado por la revista LIFE se percató de dos cosas: primero que el logo de la revista tiene color rojo y blanco, ambos colores pertenecen a Changó, el dueño de la música y el baile en la religión yoruba. Luego notó que ‘LIFE’ sin la L es IFE, y ÌFÉ en yoruba significa amor y expansión. Luego, para el sonido y la música de ÌFÉ Otura Muon estaba seguro que no quería samplear otras músicas o canciones antiguas, quería hablarle a la juventud y por ende también quería usar sonidos modernos y frescos.
Cuando emprende la idea de ÌFÉ, sentía que en ese momento había una notable evolución no sólo en la música sino también en los equipos como las bocinas, tornamesas y demás; esto para aguantar esos nuevos y distintos decibeles que tenia la música del momento. ÌFÉ quería aprovechar esto, quiso sacar provecho de la electrónica sin dejar de lado la complejidad y la sofisticación de la rumba. Su idea fue, hacer electrónica y rumba orgánicamente. Nos explica el líder de ÌFÉ que la complejidad de la rumba es tan avanzada para él que incluso con dos años estudiando el ritmo cubano, le parecía poco. Aún con este tiempo practicándola, parecía un principiante.
En la rumba es muy importante la conversación que se genera en si misma, entre los músicos que la están interpretando en grupo, entre el artista o interprete y el instrumento, e incluso entre el artista y el oyente. Para ÌFÉ el acercamiento con la rumba claramente fue distinto a diferencia de otras personas que desde su infancia están tocando e interpretando la rumba. El emigró de Estados Unidos a Puerto Rico primero, luego tuvo que aprender a hablar español y fue hasta su segundo viaje a la isla donde empezó a tocar congas. A pesar de ello tuvo la habilidad de percatarse que la esencia de la rumba es el lenguaje rítmico y la sensibilidad con la que se interpreta. Con ÌFÉ quiso trasladar a la música electrónica ese lenguaje rítmico, esa compleja y sofisticada dinámica que existe en el ritmo afrocaribeño, agregando la parte espiritual y religiosa que le resulta fundamental.
Inicialmente intentó hacer las primeras canciones de ÌFÉ programadas en computadora, pero para Otura esto resulto totalmente aburrido. En palabras de él mismo tan aburridor que quería pegarme un tiro. Luego intentó con un DubMachine, pero tampoco se sintió satisfecho con el sonido. Fue cuando entonces decidió aprender e interpretar rumba completamente. Una vez con las nociones de tocar rumba, se le ocurrió interpretarla, pero cambiando el sonido; precisamente el sonido de los tambores, así instala sensores electrónicos en los tambores para lograr lo que tanto buscaba, “rumba electrónica orgánica”. Las primeras maquetas y demos de ÌFÉ fueron grabadas totalmente por Otura Mun. Con tiempo y la intención de darles más forma, busca otros músicos y artistas para ello. En ese momento le hacía falta la voz para el proyecto, pero dijo así mismo si lo puede hacer Daddy Yankee, por qué yo no; y decidió ser él la voz principal de su nuevo grupo. Frente a los miembros de ÌFÉ, Otura ha sido lo más perfeccionista posible; la formación del grupo ha cambiado hasta el día de hoy, que cuenta con artistas y músicos que han dedicado sus vidas (como él) para la rumba y demás ritmos familiares.
Aparte de comunicar la espiritualidad y los mensajes de su religión, ÌFÉ fue pensado también para ser música en vivo, para la interpretación en vivo, pues Otura Mun frente a la electrónica en vivo tiene una posición muy clara: afirma que en la música electrónica poco se ha visto algo como lo que él propone, música electrónica interpretada en vivo. Se pregunta Otura entonces: ¿para qué voy a escuchar a un DJ en vivo detrás de unas bocinas gigantes?, eso resulta muy aburrido.
A la par e incluso previo a ÌFÉ en Latinoamérica ha habido proyectos musicales que mezclan y fusionan electrónica con músicas folclóricas. Sin embargo y como él mismo indica, todos estos proyectos o la mayoría son guiados al DJ y a la fiesta, pero no a la interpretación de esa música en vivo.
IIII + IIII primer álbum de ÌFÉ
En 2017 lanza el debut de este proyecto, llamado IIII + IIII (se pronuncia “Ejiogbe”), la primera gran muestra de toda la idea y trabajo de Otura Mun, no sólo la muestra de su desarrollo con la electrónica sino su evolución en la rumba, su vida y la intención de expresar su espiritualidad y religión yoruba. Con nueve interesantes canciones cuenta este disco, uno de los discos más aclamados y llamativos por los medios y el publico musical en 2017.
IIII+IIII simboliza el primer oráculo de IFA, el primero de 256 símbolos llamado Ejiogbe. A Otura Mun como babalao le corresponde hacer la adivinación que las personas manifiestan, es decir leer o ‘adivinar’ los símbolos que le puedan corresponder a cierta persona en un momento especifico. Por eso él sabe a que corresponden estos símbolos, nos explica Otura, además, que IIII + IIII indica revolución al ser líneas paralelas que no se juntan, así como también es la primera parte de un yin yan, siendo su otro símbolo complementario el 0000 + 0000.
Preludio, la primera canción de este álbum es el rezo que se le hace al símbolo Ejiogbe. De hecho, otras canciones del álbum son una combinación entre los ritos y rezos yorubas con narraciones y mensajes al amor y la vida. Como Higher Love, que en realidad es un cover de Steve Winwood. Sin embargo, es más allá que un cover, es una reinterpretación no sólo en lo musical sino en toda la intención de la canción original, pues para ÌFÉ es una visión espiritual del amor desde la perspectiva religiosa, a diferencia, de la intención de Winwood que quizá sólo haya tenido un objetivo romántico y mundano. Además, esta fue una de las primeras canciones que aprendió Otura en batería.
La recepción de IIII + IIII en el contexto cercano a ÌFÉ, desde luego incluyendo el espacio religioso y de culto, fue bastante positivo y optimista. Sin embargo, confiesa Otura que en algunas personas sintió vibras de envidia por el hecho de lograr algo que no se había hecho con la rumba. Por otro lado, la repercusión que tuvo este primer álbum de ÌFÉ fue bastante amplio, tanto que llegó a muchas personas alrededor del mundo; incluso varias de estas personas dejaron algún comentario en YouTube, en las redes o en el correo de ÌFÉ afirmaron sentirse identificados con la espiritualidad e incluso con ser parte de la diáspora afrocaribeña y yoruba. Otura Mun nos cuenta la anécdota de una persona que desde Italia le escribió que a pesar de no saber inglés ni español ni el idioma que este cantando en el disco, su música le ayudó y acompañó a pasar el tratamiento del cáncer.
Y esa es otra de las intenciones importantes de ÌFÉ, trascender lo que entendemos como religión, culto, rezo y espiritualidad. Mun cuenta que desde África la religión no se puede concebir sin música ni baile, y como latinos herederos de las tradiciones y cultura africana, lo entendemos perfectamente. Para Otura Mun rezar es la intención del alma puesta en voz sea hablando, sea rezando o bien sea cantando, un gran ejemplo es Umbo (Come Down), el cuarto track del álbum debut de ÌFÉ, en esta canción los tambores están interpretando un rezo que se realiza para el orisha llamado Olokum, y aunque la voz en la canción está en inglés la intención del rezo en los tambores es generar un efecto espiritual. Riendo, Otura agrega que, aunque una persona pueda proclamarse atea, sea como sea, con la música de ÌFÉ logrará sentir algo profundo.
La misma religión se reinventa para seguir moderna y actual. Un ejemplo según Otura Mun, es cuando los santeros lanzan coco para hacer sus adivinaciones, lo hacen porque no tienen acceso a las semillas que originalmente lanzan los santeros en África. Asimismo, es el objetivo de ÌFÉ; Prayer For Oduduwa (Para Merceditas), la séptima canción de IIII + IIII, está cantada e interpretada tal cual como se toca en una ceremonia, pero completamente electrónica. Aparte de eso, la canción imagina un mundo sin árboles y sin animales planteando entonces ¿Cómo se haría para tocar música o actos religiosos y de ceremonia en un mundo así? y Otura responde, pues sería con lo que hubiera a disposición bien sea electrónico, digital o no y a su vez esto representa una de las premisas de ÌFÉ, que es hacer música sacra con sus propios recursos.
2018, 2019 Y NUEVO ÁLBUM
Luego de IIII + IIII ÌFÉ presentó varios lanzamientos, durante 2019, 2020 y la primera parte de 2021. Dentro de varios sencillos, algunas participaciones y remixes lo más destacado es un cover de Estamos Bien de Bad Bunny. Respecto a esto cuenta Otura que este cover inició porque una de sus colegas en una reunión iba tarareando la canción, Otura Mun creyó que estaba en clave ese tarareo y le interesó, a pesar de no conocer nada sobre Bad Bunny, y en búsqueda de algo divertido decidió junto a Lavoski, montar esta canción al mejor estilo rumba de ÌFÉ.
Seguido lanzó el EP The Living Dead | Ashé Bogbo Egun. Este EP fue realizado para la película Our Dead Behind Us, una película sobre personas adoptadas de otros países. ÌFÉ identificó que ninguna de esas personas de las que habla la película pudo conocer a sus ancestros, sin embargo, indica Mun, que esto se puede lograr o se puede reestablecer a través de la practica yoruba con rezos y adoración a los ancestros; rezos por su salvación y en busca de su apoyo. Además, también lo relacionó con la desgracia de la pandemia, donde ha fallecido mucha gente pues todo lo conectó con Egún, que representa a los muertos. El EP se compone de tres canciones que adoran a los muertos y a los ancestros, estas tres canciones son tradicionales en los ritos yoruba y se realizan para homenajear y respetar a los difuntos. ÌFÉ interpreta aquí las canciones tal cual se tocan en los ritos originales, pero electrónicamente. El concepto y los nombres de las canciones denominadas “movimientos”, es una referencia a A Love Supreme de John Coltrane como la expresión clara de que es algo religioso.
0000 + 0000, Oyekun Meji
Para Otura Mun, la música y el arte es lo primero en su vida, todo lo demás va después. Con esto responde a el por qué en muchas de las entrevistas y conversaciones sobre ÌFÉ; se habla como si fuese necesario, de la vida de Otura, a diferencia de muchos otros artistas que tienen separada su vida de su obra. Esto lo demuestra bien en su forma de exponer su trabajo. Nos cuenta Mun, que su primer álbum lo trabajó prácticamente solo y además fue bastante exclusivo al momento de mostrarlo y compartirlo, a diferencia de este nuevo álbum Oyekun Meji o 0000 + 0000, el cual si quiso compartirlo con algunas personas cercanas. Sin embargo Otura se dio cuenta que no lo hizo por una necesidad de aprobación, sino como un intento de autoevaluación, pues en tres años o más estuvo “desaparecido”, y aunque él mismo fuera consciente de su evolución, al momento de lanzar su nuevo disco, Mun sintió la necesidad de compartirlo con sus cercanos. También se atrevió a “usar” colaboradores o featurings de otros y otras artistas fuera de ÌFÉ, en este álbum hay participaciones de un coro de Londres, Robbie The Lord, entre otros.
Su método de componer y trabajar con la música también cambió un poco a diferencia de su álbum debut, donde Otura Mun trabajaba primero con algo que le gustara o interesara, fuera reggae, jazz, electrónica, rap, y luego buscaba la forma de traducirlo a la clave cubana o rumba. Para 0000 + 0000, nos explica su nueva forma de trabajar tomando como ejemplo, Fake Blood, el primer lanzamiento del 2021, se le ocurrió primero el lenguaje de la canción y cómo jugar con ello. Luego buscó que podía sonar bien con ese lenguaje y encontró un ritmo llamado oriza del mundo de la salsa, ritmo representando principalmente por Cortijo y su Combo y por La Conspiración, y su canción con el mismo nombre, Oriza. Las congas y la percusión de la canción original (escrita por Silvestre Méndez y tocada por Rafael Cortijo con Ismael Rivera), hacen una referencia al ritmo batá iyesa, ritmo que Otura le sumó a la idea que tenía con la canción Fake Blood. Sin embargo, también de Oriza tomó el hook que dice “que e’ lo pasa aquí’, hook que le hace justicia al tópico tratado en este tercer track de 0000 + 0000.
En yoruba, el símbolo 0000 + 0000 o Oyenkun Meji, es el complemento de Ejiogbe (IIII + IIII). Ambos símbolos se complementan, son ying yang, el uno no puede estar sin el otro. Por un lado 0000 + 0000 es el símbolo que representa el nacimiento de la noche, el nacimiento de la muerte y lo femenino o el reino de las mujeres, mientras que IIII + IIII representa el nacimiento de todas las cosas y el padre de todos los símbolos de Ifa. Por eso, en el primer disco encontramos la primera canción llamada Preludio (Ejiogbe); y así igualmente para este segundo disco de ÌFÉ encontramos la primera canción llamada Preludio II, canción que se complementa con el siguiente track del álbum, Fireflies, una canción en ritmo de palo, interpretando el rezo de Oyekun Meji, el cual es el rezo que se hace por la noche y por los muertos.
Desde el álbum debut de ÌFÉ, Otura y su grupo dejaron claro el protagonismo que tienen y tendrán las voces femeninas. En todo el trabajo de ÌFÉ, para Otura esto es fundamental y lo mantiene en su nuevo álbum con uno de los aspectos que más destacan, las colaboraciones y participaciones de otros y otras artistas. En varias canciones escuchamos a Lavoski, quien hace parte de ÌFÉ. Sin embargo, para el cierre de este álbum el grupo yoruba dejó una de las mejores representaciones de voz femenina en el track número once, Closing Prayer, donde escuchamos la participación de Daniela Armas y The London Lucumi Choir, un coro especializado en la música sagrada de los Orishas. Simplemente hace falta escucharla para sentir la experiencia completa de lo que transmite el coro en esta canción de cierre. Algo sublime.
Con 0000 + 0000 ÌFÉ plantea cuestiones políticas, sociales y globales por supuesto desde la visión sacra y espiritual. Es decir, no se trata de un juzgamiento a las acciones del ser humano frente a su entorno, a su mundo y a su semejantes, sino de un cuestionamiento critico de la posición en la que nos encontramos como seres humano y como seres espirituales que deben buscar y encontrar una armonía y sincronía con nuestros ancestros, con la naturaleza, con los muertos y con la noche viéndola como una generadora de nueva vida. Así se complementa el mensaje de extender el amor y la vida que ÌFÉ expresó en Ejiogbe (IIII + IIII), a través de la rumba y demás ritmos propios de la cultura yoruba y afrolatina, compartiendo gran parte de su vida personal, espiritualidad y arte. También encontramos reflejado todo el trasegar, la evolución, el crecimiento, el aprendizaje, de la música e incluso de la vida de Otura Mun.
…Mi tierra en su fondo yo viví,
esta es mi familia,
aunque no nací aquí…
Tu sabe ke sí – ÌFÉ
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