Anahí Rayén Mariluan (foto: Eugenia Neme).

Desde los mágicos paisajes de la Patagonia argentina, poblados de lenguas ancestrales, llega la Ülikantufe Anahí Rayén Mariluan, una mujer que canta. Su mensaje circula entre los timbres del kultrún, pequeño instrumento de cuero y madera que golpean las mujeres sabias (las machis), mientras cantan, bailan y ruegan por su mapu: tierra, en ceremonias colectivas que reúnen la gente (che) de este pueblo milenario: el mapuche.

Para mí hay una música permanente, que en los territorios donde nosotros vivimos es una constante, y es la fuerza de la naturaleza, es encontrar todos esos sonidos. Me reconozco como cantora, dentro de la cantidad de oficios que tengo, pienso que el que más me identifica es el de ser cantora. Y canto en mapuzungún porque es la lengua del pueblo al que pertenezco, el pueblo mapuche.

En su tema Mapu Kimun llama a las mujeres desde un conmovedor canto:

Un círculo, crece y crece / Mapu kimún, Mapu kimú. Mujeres que reverdecen / Mapu kimún, mapu kimún Ue!Ueue!Ueue!Ueue.

Tomando los legados de las cantoras de la región, de quienes aprendió, Anahí nos acerca a la ancestralidad de su cultura originaria a través de novedosas performances y presentaciones en red desde su joven carrera:

El canto es colectivo, aunque el pájaro sea uno solo. Puedo transmitirte o contarte que el canto sana. Cuando nuestras abuelas escuchan el canto, se emocionan en su silencio. Y después, claro, es parte de esa red, que busca la hospicialidad de las lenguas indígenas. El movimiento es muy fuerte, somos muchos los mapuches, pero muchos, y también somos muchos en el mundo, entonces yo me sumo a esas filas, me sumo a todas, que reclaman sus territorios, su memoria… yo milito la restitución sonora de los territorios.

Anahí Rayén Mariluán nació y vive en Bariloche, ciudad enclavada en los Andes del Sur, rodeada por una naturaleza imponente de bosques, aguas azules y ríos límpidos, atravesados por una particular sonoridad que ella busca traducir en temas propios. Desde la inmensidad patagónica, su música parece caminar sobre un profundo dos, como los pasos comunitarios de las celebraciones. Entre los ecos de lenguas originarias y niños corriendo, surge su canción Ayün Pewmatuey, donde los modos y funciones de armonía occidental ceden paso a cuerdas abiertas en la guitarra, al sonido percutido del pequeño arco de boca llamado trompe, evocador de milenios, y al kultrün que sólo ejecutan las mujeres.

Como ella dice: Intento dar al canto un sentido poético audiovisual:

El amor vuelve a soñar, la tierra vuelve a cantar, palabras despertando, hermanos cantando.

Anahí es una artista múltiple. Licenciada en folclor, investigadora y docente, compone canciones y construye sus instrumentos, como alguna vez lo hiciera una de sus referentes, la chilena Violeta Parra, de quien versiona su hermosa canción La Jardinera.

Desde el 2009, cuando aparece el filme Cantos de la Memoria, Cantos con Sentido, sobre la tradición de las cantoras del norte neuquino, ha realizado varias producciones: Kisulelhin (No estamos solas, 2015), Amulepetaiñ Purrun (Que siga nuestro baile, 2016), Mankewenüy (Amiga del cóndor, 2018), Ancestras (2020). Actualmente, sus discos son difundidos por el sello argentino independiente El Club del Disco, que la distribuye a través de las diferentes plataformas.

Trabaja y graba sus temas junto a Leopoldo Caracoche, quien es su compañero musical en la guitarra y según sus palabras, traductor del lugar donde vivimos. La acompaña también la pianista Natalia Cabello. Anahí ha recorrido escenarios de Alemania, Argentina, Perú, Chile y Estados Unidos. Participa en proyectos compartidos con otras cantantes, como el tema con Soema Montenegro, Uñun Zomo, Mujeres Pájaras.

Tripay antü tripay küyen / Sale el sol, sale la luna ülkantuengün zomo / cantan las mujeres
tripay antü / sale el sol
tripay nemül / sale la palabra.

Los sonidos de su lengua representan rumores de milenios. Desde el Caribe hasta los confines australes de Latinoamérica, forma parte de un tejido de voces ancestrales , que a través de cantoras jóvenes como Anahí, des-silencian territorios sonoros a través de nuevos repertorios. Otra vez las tensiones entre lo nuevo y lo viejo parecen advertirnos sobre el llamado de la naturaleza y cómo somos parte de ella desde nuestras lenguas musicales. Anahí conversó de su canto, el de sus abuelas y su gente, con una voz suave y pausada que me aliviaba mientras iba comprendiendo su sabia búsqueda. Los invito a viajar a estos territorios sonoros a través de su voz y de su mundo colectivo que también es nuestro.

"Dentro de la cantidad de oficios que tengo, pienso que el que más me identifica es el de ser cantora. Y canto en mapuzungún porque es la lengua del pueblo al que pertenezco, el pueblo mapuche", dice Anahi Rayen Mariluan. Y las canciones de su más reciente álbum son un una muestra perfecta de ello.

Playlist

1. Anahi Rayen Mariluan - Wangelen
00:00:13
2. Anahi Rayen Mariluan - Ketro
00:03:57
3. Anahi Rayen Mariluan - Mapu Kimün
00:07:49
4. Anahi Rayen Mariluan - Canto de la Linda Piedra
00:11:22
5. Anahi Rayen Mariluan - La Espera – Üngüm
00:11:58
6. Anahi Rayen Mariluan - Mayeo
00:15:53
7. Anahi Rayen Mariluan - Dejé mi Corazón a la Orilla de un Río
00:18:45
8. Anahi Rayen Mariluan - Mapu ñi Ül - Canto de Tierra
00:21:35
9. Anahi Rayen Mariluan - Con Origen – Tuwün EngÜ
00:23:58
10. Anahi Rayen Mariluan - Mapu - Pupila de Mujer
00:27:14
11. Anahi Rayen Mariluan - Ayün
00:30:40
12. Anahi Rayen Mariluan - Mujer Que Soñaba Así
00:33:50

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